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Comportamiento de la crisis hipertensiva. Centro médico de diagnóstico integral Merida. Timotes. Municipio Miranda. Enero – Septiembre 2009

Comportamiento de la crisis hipertensiva. Centro médico de diagnóstico integral Merida. Timotes. Municipio Miranda. Enero – Septiembre 2009

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo, transversal con el objetivo de describir el comportamiento de la de la crisis hipertensiva en los pacientes ingresados en el Centro Médico Diagnóstico Integral de Timotes.

Autora: MSc. Ana Cristina Quesada Placeres

Coautores: Lic. Denia Verdecia Zayas
Dr. Aléxis Ramos Valdez
Dra. Julia Megris Hernández Mompié
Dr. Juan M Peñate
Lic. Mairin Lucia Almeida Barrios

* Licenciada. Master en Urgencias Médicas en Atención Primaria de Salud. Profesor Instructor de Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Raúl Dorticos Torrado” de Cienfuegos. Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería
** Licenciada. Master en M N T Profesor Instructor de Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Raúl Dorticos Torrado” de Cienfuegos. Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería.
*** Especialista en primer grado de MGI. Profesor Instructor de Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Raúl Dorticos Torrado” de Cienfuegos.
**** Especialista en primer grado de MGI. Profesor Instructor de Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Raúl Dorticos Torrado” de Cienfuegos.
***** Especialista en primer grado de MGI. Profesor Instructor de Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Raúl Dorticos Torrado” de Cienfuegos.
****** Licenciada Especialista en APS. Profesor Instructor de Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Raúl Dorticos Torrado” de Cienfuegos. Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería.

Policlínico Área VII
Facultad de Ciencias Médicas Dr. Raúl Dorticós Torrado. Cienfuegos

RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo, transversal con el objetivo de describir el comportamiento de la de la crisis hipertensiva en los pacientes ingresados en el Centro Médico Diagnóstico Integral de Timotes. Municipio Miranda del Estado Mérida en el período enero a septiembre 2009. El universo del trabajo estuvo constituido por 153 pacientes que fueron ingresados con el diagnóstico de Crisis Hipertensiva, de los cuales se tomaron como muestra el total de pacientes ingresados en las salas de terapia y observación, correspondiendo así el universo con la muestra.

Los datos se obtuvieron de las historia clínica del servicio de hospitalización del Centro Médico de Diagnóstico Integral de Timotes, los mismos fueron recogidos primeramente en una ficha de recolección de la información y posteriormente se confeccionó una base de datos en Microsoft Access 2007 para mejor manejo de los datos, se utilizó Microsoft Excel 2007 para realizar el procesamiento estadístico de la información, y para ello se utilizó una computadora Pentium IV.

Los resultados fueron expresados en tablas utilizándose como medida de resumen las frecuencias absolutas y por cientos correspondientes a las categorías de las variables estudiadas. Permitiendo hacer el análisis de los resultados siguientes: existió una prevalencia en la crisis hipertensiva del grupo etáreo de más de 65 años, el sexo fue el femenino, la raza blanca y en los comerciantes, además el factor desencadenante de la crisis hipertensiva fue el aumento brusco de tensión arterial en hipertensos conocidos así como prevalecieron las urgencias hipertensivas como presentación clínica. El motivo de acudir al servicio de cuerpo de guardia fue la cefalea y la Diabetes Mellitus como enfermedad asociada. Con este estudio se propone continuar el trabajo de pesquisa activa en la comunidad para el seguimiento y control de la hipertensión arterial (HTA).

ÍNDICE

Introducción
Marco Teórico
Objetivos
Diseño Metodológico
Resultados y Discusión
Conclusiones
Recomendaciones
Referencias Bibliográficas
Anexos.

Introducción.

El conocimiento médico, como resultado de los avances científicos y de las profundas investigaciones básicas y clínicas de los últimos 25 años, ha experimentado un desarrollo tan extraordinario que los profesionales de la salud médicos y paramédicos, sobre todo los de atención primaria, con una práctica clínica continua que afrontan en el trabajo diario las más diversas patologías que reclaman enfoques diagnósticos ágiles y prácticos con la consecuente toma de decisiones terapéuticas resolutivas. (1)

Actualmente existen en el mundo un aproximado de mil millones de personas que padecen de hipertensión arterial, constituyendo la tercera parte de la población mundial y se espera que para el 2025 existan más de 500 millones de casos nuevos. A pesar de que los medicamentos para controlar esta afección no constituyen los más novedosos, ni los más caros del mercado, la hipertensión arterial continúa golpeando fuertemente en todo el mundo y sigue contribuyendo a aumentar las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. La Federación Mundial del Corazón, quien augura para el año 2025 más de 1.500 millones de personas estarán afectadas por esta enfermedad, esto significa que, en esa fecha, uno de cada tres individuos mayores de 25 años sufrirá uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. (2)

En los Estados Unidos de América, cerca de 72 millones de personas tienen hipertensión arterial. (3)
En Cuba existía en el 2006 alrededor de 2 millones para una tasa de 192.6 hipertensos por cada 100000 habitantes, de ellos 30% en zonas urbanas y 15% en las rurales. (4)

La hipertensión arterial primaria o esencial es un problema de salud pública de primer orden en todo el planeta, pues constituye un importante factor de riesgo cardiovascular y está asociada a una mayor probabilidad de eventos cerebro vasculares y lesiones isquémicas del miocardio. Según diversos estudios de vigilancia epidemiológica realizados en Estados Unidos y distintas naciones europeas, hasta una cuarta parte de la población adulta sufre de hipertensión arterial y a pesar de las distintas opciones terapéuticas disponibles en la actualidad, de comprobada eficacia y seguridad, es preocupante que menos de 55% de los individuos hipertensos no recibe tratamiento alguno y el porcentaje de pacientes con cifras tensiónales controladas mediante el tratamiento no supera el 45%. (1, 2,3)

En Colombia, según las últimas estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud, la prevalencia de la hipertensión entre la población mayor de 18 años es de 12,6% y esta enfermedad constituye el primer factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, las cuales son la segunda causa de muerte en hombres y mujeres mayores de 45 años. (5)

En Perú en un estudio realizado en el 2006 se observó una prevalencia de hipertensión de 23,7% (varones 13,4% y mujeres 10,3%) de ellos más de la mitad de la población no sabía que era hipertenso y de los que recibían tratamiento, solo 45,1% estaba compensado. (6)

La visión fisiopatológica actual de la hipertensión arterial esencial considera que se trata de un trastorno multifactorial, con un importante componente genético. Hasta ahora, los principales factores involucrados en la génesis de la hipertensión incluyen la hiperactividad del sistema simpático, la hiperproducción tanto de hormonas inductoras de la retención de sodio como de agentes vasodilatadores del tipo de endotelina 1 y tromboxano A2, la disfunción endotelial, los trastornos en la secreción de renina, la obesidad, la diabetes mellitus y la resistencia a la insulina. (7)

En la clasificación propuesta en el 2007 por The Task Force for the Management of Arterial Hypertension of the European Society of Hypertension, establece además la estratificación del riesgo, con el objetivo de establecer con precisión los niveles de presión arterial y estimar el riesgo cardiovascular global, que no es más que el riesgo absoluto a padecer un evento cardiovascular en los próximos 10 años. La determinación del riesgo cardiovascular, es de gran importancia para el seguimiento y tratamiento de los pacientes con hipertensión arterial. El seguimiento y control de la presión arterial juega un papel primordial en la prevención de enfermedades cardiovasculares. La primera causa de fallecimientos en la mayoría de los países del mundo lo constituyen las enfermedades cardiovasculares. Cuba en el 2006 registró un total de 21.221 defunciones por enfermedades del corazón, para una tasa de 188.2 por cada 100.000 habitantes, constituyendo así la principal causa de muerte para todas las edades. (4,7)

La relación de la hipertensión arterial con la aparición de enfermedades cardiovasculares es continua, consistente e independiente de otros factores de riesgo, para individuos de entre 40 y 70 años; cada incremento de 20 mm Hg en presión arterial sistólica (PAS) ó 10 mm Hg en presión arterial diastólica (PAD) dobla el riesgo de enfermedades cardiovasculares.(8)

El control de la presión sanguínea es el resultado de un complejo sistema de interacciones que modula las propiedades dinámicas de los vasos sanguíneos y en el que participan numerosos mediadores capaces de modificar la respuesta contráctil del músculo liso vascular. Entre estos, los más relevantes son el óxido nítrico, la endotelina 1, el tromboxano A2, la prostaciclina, la noradrenalina y la angiotensina II. Otro elemento de capital importancia en la determinación de la resistencia vascular periférica es la aterosclerosis, pues el depósito de placas de ateroma disminuye el diámetro vascular y reduce la distensibilidad de las arterias, en particular las de mediano calibre. (7)

Puesto que las cifras de presión arterial en los seres humanos siguen una distribución en forma de curva de Gauss, los parámetros para definir la presencia de hipertensión leve, moderada o severa, son arbitrarios y están basados en extensas muestras de población. Es por ello que de tiempo en tiempo y a medida que hay más datos y se conocen mejor las características particulares del comportamiento de las cifras tensionales, las definiciones deben modificarse. Así, la más reciente clasificación del Joint National Committee on Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure de los Estados Unidos, adoptada luego por la Organización Mundial de la Salud, establece que la óptima presión arterial sanguínea sistólica es inferior a 120 mm de Hg y de menos de 80 mm de Hg para la diastólica, en tanto que la hipertensión arterial corresponde a cifras iguales o superiores a 140 mm de Hg para la presión sistólica y a 90 mm de Hg para la diastólica. (9)

La hipertensión arterial puede presentar, a lo largo de su evolución, complicaciones agudas que constituyen auténticas urgencias médicas que requieren atención inmediata. Estas complicaciones agudas de la hipertensión se engloban dentro del término genérico de crisis hipertensiva (CH). (5)

Las crisis hipertensiva se define como un grupo de síndromes caracterizadas por una subida brusca de la presión arterial en individuos con Hipertensión Arterial (HTA) severa o moderada, se acompaña de manifestaciones reversibles o irreversibles de órgano diana, con una presión arterial diastólica mayor de 110. La importancia de la crisis hipertensiva deriva de su frecuencia y de su gravedad. En cuanto a la primera hay que tener en cuenta que alrededor del 1- 2% de los enfermos hipertensos desarrollan una Crisis hipertensiva a lo largo de su vida y la hipertensión afecta la quinta parte de la población adulta.(7) Además se le considera la primera causa etiopatogenia por inducir dos procesos de curso clínico muy grave; la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardíaca congestiva. (1,2)

En Estados Unidos menos del 1% de estos desarrollará uno o múltiples episodios de crisis hipertensiva. Además la incidencia de las crisis es mayor en la raza negra y en la ancianidad, predominando el diagnóstico previo de hipertensión con inadecuado control de la tensión en estos pacientes. (8)

La incidencia en España se sitúa sobre el 20% de la población adulta y las crisis hipertensivas representan el 1,45% de las urgencias atendidas, de ellas el 27% corresponde a emergencias hipertensivas de esta forma de las 54.000 muertes anuales unas 17.000 son atribuidas a esta afección algo más del 30% de todas las defunciones. (9)

En México se ha descrito un aumento en los últimos años de 20% al 30.05% y se estiman más de 15 millones de hipertensos entre los 20 y 69 años de edad. Más de la mitad de la población portadora de hipertensión lo ignora. De los que ya se saben hipertensos, menos de la mitad toma medicamento y de éstos, el 20% está controlado. Diabetes, tabaquismo y obesidad incrementan de manera notable el riesgo de hipertensión arterial en este país donde las crisis hipertensivas se describen en la hipertensión esencial preexistente y en el 1% de la población hipertensa crónica. (10)

En Venezuela la prevalencia de Hipertensión registrada es del 32.4%, conocidos un 47%, tratados un 37% y controlados solo un 8.5% y la mortalidad por enfermedad cardiaca hipertensiva es de 2.46%. (11)

En el estado Zulia se describe un predominio de la hipertensión arterial del 36,4%, de ellos solo el 13,7% de los hipertensos están bien controlados y el 77% de los pacientes no están controlados; describiéndose una prevalencia significativamente mayor en el género masculino (43,9%) que en el femenino (33,1%) y un aumento a medida que avanza la edad (11)

Estamos sin lugar a dudas ante una epidemia silenciosa como lo catalogara la Organización Mundial de la Salud y ante la misma la atención primaria de salud se transforma en una herramienta efectiva. (12)

El estudio de Framingham nos brinda una conclusión asombrosa: el riesgo de padecer de enfermedad cardiovascular comienza desde cifras de 115/75. A media que aumenta la edad de las personas, se incrementa la prevalencia de la hipertensión arterial, por lo que una persona que a la edad de 55 años sea normotenso tiene un 90% de probabilidades de convertirse en hipertenso en algún momento de su vida. Por lo tanto, el área de acción del médico no puede limitarse a las personas hipertensas, sino también a los normotensos para evitar que se cumplan sus probabilidades. En la práctica médica se corrobora la gran incidencia de pacientes con crisis hipertensiva ya sea por el control inadecuado de la tensión, como por la poca continuidad en el tratamiento médico u otra causa; lo cierto es que el número es significativo, por lo que cabria preguntarse:

¿Cuál es el comportamiento de las crisis hipertensiva en las salas de terapia y observaciones en el Centro Médico de Diagnóstico Integral de Timotes desde enero a septiembre 2009?

Teniendo en cuenta que la hipertensión arterial representa mundialmente un serio problema de salud, con negativas repercusiones en el individuo, la familia y la sociedad se hace necesario conocer de manera más profunda su comportamiento en cuanto a las complicaciones que de ella se derivan.

En cuanto al valor del presente estudio, la autora considera que conocer cómo se comportan las crisis hipertensiva nos brindará una herramienta útil de trabajo para desarrollar acciones más definidas sobre los factores que están incidiendo en la génesis de esta afección. A partir de estos resultados se pueden trazar estrategias de trabajo y realizar nuevas investigaciones con el fin de disminuir la incidencia de ingresos en los servicios médicos. Sirviendo además de material de estudio al personal de salud interesado en el tema.

Marco teórico.

Reseña Histórica de la Hipertensión Arterial.

Cuando se habla de la historia de hipertensión arterial, se hace necesario nombrar a Hales, Riva-Rocci y Korotkoff. (13)

El primero ideó el piesímetro (del griego piesis presión y metron, medida), en que utilizaba un tubo de vidrio insertado en una arteria, logrando comprobar la presión de la sangre por la altura a que subía por dicho tubo. (13)

Riva-Rocci, inventó el esfigmomanómetro (del griego, sphygmos: pulso) instrumento que permitió medir la presión sanguínea en las arterias. En tanto que Korotkoff estudió y describió los sonidos que se escuchan durante la auscultación de la tensión arterial producidas por la distensión súbita de las arterias cuyas paredes, en virtud del brazalete neumático colocado a su alrededor, han estado previamente relajadas. Son los ruidos de Korotkoff, vibraciones de baja frecuencia que se originan en la sangre y en las paredes de los vasos. (13)

El viaje histórico en búsqueda de las primeras referencias a la hipertensión precisa remontarse a la Grecia clásica. Para los primeros griegos, las arterias eran contenedores de aire, como lo indica su nombre, aerterien de los términos (aer, aire y terein, contener), pues al disecar los cadáveres las encontraban vacías, si bien parece que Aristóteles (384-322 a. de C.), enseñó que la sangre tenía su origen en el corazón y nutría el organismo. (14,15)

Siglos después Claudio Galeno (129-199 d. de C.) que ejerció y practicó la Medicina en Roma, encontró que las arterias transportaban la sangre y demostró experimentalmente la pulsación de las arterias en las que introducía una pluma. En su teoría sobre la circulación de la sangre, que se impuso por más de mil años, planteó el error de que ésta se comunicaba por poros invisibles entre los ventrículos. (13)

En aquellos tiempos había ya una intuición de las enfermedades cardiovasculares, apoyada en la teoría de los temperamentos, cuando se estudiaban y relacionaban las características físicas con las mentales. Así, el temperamento sanguíneo se caracterizaba por una complexión fuerte y musculosa, pulso activo, venas pletóricas, tez de color rojo subido, todo lo cual era indicador de la abundancia de la sangre. (13)

El temperamento sanguíneo contrastaba con los otros temperamentos como el nervioso, hiperactivo e inquieto; el linfático, de las personas tranquilas, debido al predominio de la linfa o flema en el organismo; el atrabiliario o colérico del griego cholé, bilis por el predominio de ésta y el melancólico de melanos, negro, en que la bilis negra, que se creía secretada por el bazo, producía tristeza y mal humor e, inclusive, hipocondría. (13)

Todo lo anterior para insinuar que ya, desde hace siglos, se presentía que algo, relacionado con la plétora de la sangre, que llegó a tratarse por medio de sangrías, tenía que ver con las características del individuo y producía dolencias o afecciones que eran atendidas por el médico. (13)

La comprensión del sistema cardiovascular progresó sustancialmente durante el Renacimiento, debido a los estudios de numerosos eruditos, artistas e investigadores entre los cuales es inevitable mencionar a Leonardo da Vinci, Andrea Vesalio y Marcello Malpighio. (16)

A ello se suma el descubrimiento de la circulación menor, hecho por Miguel Servet (1511-1553), en tanto que William Harvey (1578-1657) descubre, describe y publica la circulación mayor de la sangre en su libro Exercitatio anatómica de motu cordis et sanguinis in animalibus (1628) y afirma que las arterias «se distienden como los odres de vino». Así, los médicos van completando lentamente el arduo y abstruso mosaico de las enfermedades cardiovasculares. (13,17)

Posteriormente, Bichat (1771-1802), funda la histología y la anatomía patológica, creando el concepto de tejido humano y en el siglo XIX tienen lugar importantes avances en el estudio de la fisiología y en el conocimiento más preciso del mecanismo de la contracción cardiaca, la hemodinamia y la inervación vasomotora. Las observaciones de Richard Bright (1789-1858) sobre las enfermedades del riñón servirían para complementar, más tarde, el conocimiento de algunas formas de hipertensión arterial. También se recibe la contribución francesa con el aporte de sabios como Claude Bernard (1813-1878) en la fisiología, que llevarían la investigación científica y los estudios en el laboratorio a planos cada vez más elevados. (18)

Este acerbo de datos pretéritos será la base para que el médico contemporáneo tenga una visión de conjunto de la hipertensión arterial, enfermedad que se hace cada vez más frecuente por el aumento progresivo de la expectativa de vida, la complejidad de las actividades modernas, el crecimiento incontrolado de la población y los fenómenos que consigo trae el urbanismo. Se encuentran ahora nuevos casos y con mayor frecuencia de lo que en el comienzo se consideró como un síntoma, que para Cohen (1877) servía para medir la capacidad funcional del corazón. (13,18)

El problema

La hipertensión arterial es el proceso que hoy por hoy demanda más consultas en la práctica del médico general y en un porcentaje muy elevado de los especialistas en cardiología. Su complejidad, a la luz de los últimos estudios, convierten lo que aparentemente es sólo una subida anormal de unos valores hemodinámicos, en una enfermedad de muy difícil manejo en determinadas circunstancias, máxime cuando de acuerdo a recientes estadísticas, la hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante en la génesis de enfermedades cardiovasculares como, insuficiencia cardiaca así como en la insuficiencia renal y enfermedad cerebrovascular y en muchos individuos la primera manifestación clínica es la aparición de un evento agudo: las crisis hipertensivas. (1)

La Hipertensión Arterial (HTA) es la más común de las condiciones que afectan la salud de los individuos y las poblaciones en todas partes del mundo. Representa por sí misma una enfermedad, como también un factor de riesgo importante para otras enfermedades, fundamentalmente para la Cardiopatía Isquémica, Insuficiencia Cardiaca, Enfermedad Cerebro Vascular, Insuficiencia Renal y contribuye significativamente a la Retinopatía. (20)

Numerosos estudios realizados han demostrado la asociación de la hipertensión arterial (HTA) con el desarrollo de estas enfermedades más letales, por lo que su control reduce la morbilidad y la mortalidad de las mismas por Enfermedad Cerebro Vascular, Insuficiencia Cardiaca, Cardiopatía Isquémica e Insuficiencia Renal. (20)

La Hipertensión Arterial es definida como la presión arterial sistólica (PAS) de 140 mm de Hg o más (se tiene en cuenta la primera aparición de los ruidos), o una presión arterial diastólica (PAD) de 90 mm de Hg o más (se tiene en cuenta la desaparición de los ruidos), o ambas cifras inclusive. Esta definición es aplicable a adultos. En los niños están definidas, según su edad, otras cifras de presión arterial. (20)