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Sobrecarga y sus repercusiones en el cuidador del anciano con demencia

Sobrecarga y sus repercusiones en el cuidador del anciano con demencia

El avance de la medicina y la mejoría en las condiciones sanitarias han permitido controlar muchos factores de riesgo de enfermedades que ocasionaban la muerte en etapas más tempranas. Sin embargo, esto ha acarreado otra problemática: la aparición de patologías propias de edades más avanzadas como la hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus, cardiopatías, enfermedad vascular cerebral, deterioro cognitivo, incluso demencia, entre otras.

Sobrecarga y sus repercusiones en el cuidador del anciano con demencia

Lic. José Alberto Agüero Grande

Universidad Autónoma de Baja California, Campus Mexical.

INTRODUCCIÓN

El avance de la medicina y la mejoría en las condiciones sanitarias han permitido controlar muchos factores de riesgo de enfermedades que ocasionaban la muerte en etapas más tempranas. Sin embargo, esto ha acarreado otra problemática: la aparición de patologías propias de edades más avanzadas como la hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus, cardiopatías, enfermedad vascular cerebral, deterioro cognitivo, incluso demencia, entre otras. La demencia ocasiona compromiso en las funciones mentales superiores, situación que repercute en la funcionalidad de la persona y la coloca en una posición de desventaja ante sus semejantes, y de dependencia frente a sus familiares, particularmente el individuo que le asista en las actividades de la vida diaria y a quien se le conoce como cuidador.

Cuando la atención al enfermo con demencia rebasa las capacidades del cuidador ocurre el agotamiento de éste, llamado sobrecarga. Esta situación pone en riesgo el futuro cuidado del enfermo, aumentando las probabilidades de su institucionalización, con todo lo que esto implica. La detección oportuna y pertinente de la sobrecarga del cuidador permite garantizar tanto su integridad física, mental y espiritual como las del propio paciente. Con esto en mente, se han diseñado instrumentos de evaluación de la sobrecarga o agobio que permiten dicha detección y son un buen indicador de los efectos del cuidado.

MATERIALES Y MÉTODOS

La búsqueda de artículos relacionados a la sobrecarga del cuidador de adultos mayores con demencia se realizó durante el periodo comprendido entre el mes de octubre y noviembre de 2012 mediante las bases de datos de Medline y EBSCO además de la utilización del buscador Google. Se encontraron un total de 30 artículos de los cuales se redujeron a 12 mediante los siguientes criterios de inclusión:

  1. Publicaciones entre 2001 a 2011 en español y/o inglés.
  2. Publicaciones que describan las características psicosociales y demográficas del cuidador informal.
  3. Artículos que hablen sobre la distribución factorial de la sobrecarga del cuidador informal.
  4. Artículos en donde el cuidador informal es de adultos mayores con demencia.

RESULTADOS

La demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, ha sido denominada como uno de los principales problemas de salud pública en los países industrializados dentro del occidente. En los últimos años estamos siendo testigos a un importante incremento se su prevalencia, este fenómeno está ligado directamente a la gran tendencia demográfica al envejecimiento (1). Por otro lado, la migración de la población desde zonas rurales a las urbanas matiza el resultado de estas las investigaciones en donde exponen los factores que han llevado a la población a obtener el ritmo de envejecimiento que hoy observamos (Smith y Lamping, 2008).

En el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”, en la Ciudad de México, se estableció que la demencia ocupa un quinto lugar en morbilidad, después de accidentes, enfermedades cardiovasculares, cirrosis hepática y diabetes mellitus (Corona-Vázquez, et al., 2002). En la Ciudad de México, la prevalencia de demencia en personas de 65 años y más es de 4.7%, y de 3 a 6% en América Latina. Esta cifra puede ser de hasta 20-30% en los individuos más longevos (2).

La demencia se caracteriza por una declinación en varias funciones cognitivas, las cuales ocurren conservando un estado de conciencia claro. La demencia es un síndrome en el que se distinguen ciertas incapacidades que atañen a las funciones mentales superiores. Estos síndromes se pueden clasificar en dos grandes grupos, cortical y subcortical. Los primeros denotan amnesia (pérdida de la memoria), afasia (incapacidad para el uso del lenguaje), apraxia (incapacidad para realizar movimientos previamente adiestrados) y agnosia (incapacidad para reconocer estímulos visuales).

La presencia de estos síntomas manifiesta disfunción de una extensa área de la corteza cerebral. Las demencias subcorticales se distinguen, entre otros síntomas, por fallas en la memoria, bradipsiquia, apatía, alteraciones en la fluidez verbal y en la evocación de información, falta de iniciativa o de estímulo vital. Inicialmente se presentan desórdenes en la marcha y el movimiento, y a menudo coexisten síntomas depresivos (Folstein y Folstein, 1994), algunas veces alucinaciones, trastornos del sueño y otras alteraciones del comportamiento. Estos problemas requerirán de otro tipo de apoyos para sobrellevar el