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Intervención Comunitaria en la Socialización del Adulto Mayor

Intervención Comunitaria en la Socialización del Adulto Mayor

Resumen.

Se realizó un estudio de intervención comunitaria a los adultos mayores en la Casa de Abuelos “Alegría de Vivir “de la ciudad de Santiago de Cuba, en el período comprendido desde Marzo del 2010 a Febrero del 2011, con el objetivo de modificar el estado emocional y la participación en las actividades, de los adultos mayores institucionalizados. El universo estuvo constituido por 19 adultos mayores, quedando una muestra de 13, los cuales fueron seleccionados teniendo en cuenta criterios de inclusión y exclusión.

Intervención Comunitaria en la Socialización del Adulto Mayor

Autor: MSc. Lic. Milagros de la Caridad García Kindelán. Licenciada en Tecnología de la Salud. Especialidad Rehabilitación Social y Ocupacional, Master en Longevidad Satisfactoria, Profesor Instructor. Polic. 30 de Noviembre

Coautores: MSc. Dra. Frayda Margarita Gómez Vázquez. Especialista de Segundo Grado en Medicina General Integral, Master en Atención Primaria de Salud, Profesor Auxiliar. Facultad de Medicina 2

MSc. Dra. Monserrat Vázquez Sánchez. Especialista de Segundo Grado en Medicina General Integral, Master en Atención Primaria de Salud. Profesor Auxiliar.Facultad de Medicina 1

Policlínico Universitario” 30 de Noviembre”. Aguilera, Esquina Calle 10. Reparto Santa Bárbara

Se utilizó como medida resumen el porcentaje; para el análisis de los cambios de las variables a modificar se aplicó la técnica de Mc Nemar, a un nivel de significación de 0.05, se obtuvo cambios significativos en indicadores como integración social, apoyo social y funcionamiento familiar lográndose modificar el estado emocional y la participación en las actividades de los adultos mayores.

Introducción

Ningún ser humano racional es capaz de contemplar con ecuanimidad la decadencia gradual de su eficiencia física, y nadie puede permanecer impasible ante el deterioro progresivo de su apariencia física, mientras la naturaleza graba en ella las crudas marcas de la edad. (1)

El interés por la vida y el envejecimiento ha sido permanente en la historia de la humanidad, en el que sobresalen dos aspiraciones, constantes a través de distintas culturas y momentos históricos, la inmortalidad y la búsqueda de la longevidad. Quedan aún ciertos vestigios de los mitos: el “elixir de la vida”, buscado por los alquimistas y la “fuente de la vida”, observados en la actualidad como son el consumo excesivo de vitaminas, tratamientos termales antienvejecimiento, dietas especiales, programas de ejercicio físico intensivo, inoculación de embriones de pato, entre otros, que buscan mejorar la vitalidad y la longevidad. Envejecer es un proceso primario que implica cambios graduales e inevitables relacionados con la edad los cuales aparecen en todos los miembros de una especie. El proceso de envejecimiento es normal y sucede a pesar de gozar de buena salud, del estilo de vida sano y activo y de carecer de enfermedades. (2)

Desde hace un cuarto de siglo, nuestro país se prepara para enfrentar los retos del envejecimiento poblacional, pero realmente desde el año 1959, con el triunfo de la Revolución , comenzaron a efectuarse cambios radicales en la atención médica y social de toda la población.

En 1973 aparece el primer programa de atención al anciano conocido por ‘Modelo de atención comunitaria’; en la década de los 80 se amplían los servicios de geriatría del Sistema Nacional de Salud, que según el presidente de la Sociedad Cubana de Geriatría y Gerontología, en la actualidad el país presenta un indicador de 23 por 100 000 habitantes. Además, en la década de los 80 juega un papel importante el médico de la familia; surgen movimientos como los círculos y casas de abuelos, que demuestran la importancia priorizada y creciente que muestra el estado a la tercera edad; surgen servicios de geriatría muy especializados en el hospital Hermanos Amejeiras y en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ). (3)

En 1992 se inaugura en La Habana el Centro Iberoamericano de la Tercera Edad, centro dedicado a la investigación sobre envejecimiento, longevidad y salud, ocupando una trinchera en este frente y cumpliendo con la misión que hace años le fue dada por la máxima dirección del país, y que hoy adquiere más vigencia que nunca. Solo la justicia social y la unidad de un pueblo convierten el privilegio de vivir por larga fecha, no en derecho divino de algunos, sino en una oportunidad de cada vez más ciudadanos de un pueblo humilde, pero de raíces profundas y recias como su historia. Alguien dijo alguna vez ‘los pueblos que no cuidan a sus niños no tienen derecho a futuro; los que no cuidan a su viejos no tienen derecho a la historia’. Para Cuba, su futuro y su historia son sagrados. (4)

El proceso de envejecimiento, visto como un aumento en la proporción de personas de 60 años y más con relación a la población total, se ha venido desarrollando y profundizando en los últimos años, el país ha transitado desde un 11,3 por ciento de personas de 60 años y más en 1985 hasta un 17,0 por ciento en el 2008, lo que indica su ubicación en el Grupo III de Envejecimiento (>15%). (5)

Las tendencias actuales hacia una menor fecundidad y una mayor esperanza de vida han impactado sobre el envejecimiento poblacional, constituyendo uno de los retos más importantes para las sociedades modernas, si no se es capaz de brindar soluciones adecuadas a las consecuencias que del mismo se derivan. (6)

El envejecimiento latinoamericano y caribeño ha sido muy rápido y lo será más. Los países más envejecidos de América Latina y el Caribe son Barbados, Uruguay y Cuba con 13,1; 17,2; y 15,0%, respectivamente, de su población con 60 años. Según las estimaciones del Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) para el 2025 estos valores estarán alrededor del 25% para Barbados y Cuba y 17,6% para Uruguay. (7)

 El comportamiento del envejecimiento en Cuba se corresponde con el de países desarrollados y constituye una de las implicaciones demográficas y sociales más importantes. Actualmente, más del 15% de los cubanos excede los 60 años de edad y se estima que para el 2015 más del 20% de la población del país esté representada por este grupo y que esta cifra aumentará a casi un 25 por ciento en el 2025, con una expectativa de vida al nacer actual de 76.2 años para uno y otro sexo, 74.2 para los hombres y 78.2 para las mujeres, lo cual condiciona el establecimiento de directrices sanitarias,