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Terapia Floral para la ansiedad de los pacientes en el preoperatorio de la cirugía cardiovascular

Terapia Floral para la ansiedad de los pacientes en el pre operatorio de la cirugía cardiovascular

En la antigüedad se pensaba que el corazón y no el cerebro, era el órgano responsable de las emociones. Pero aún cuando nuestra comprensión moderna de la filosofía haya demostrado la falacia de esa vieja teoría, debe admitirse que el corazón es grandemente influido por las emociones. También nuestro lenguaje sugiere una relación viva entre el corazón y las experiencias vitales tales como: el amor, el odio, el dolor y el gozo. Hallamos en nuestra lengua palabras tales como: “cordial” (cors, cordis, es corazón en latín); persona “de buen corazón” (es decir, simpática, afectuosa); persona “de corazón duro” (insensible), entre otros.

Terapia Floral para la ansiedad de los pacientes en el pre operatorio de la cirugía cardiovascular

Autores: Lic. Tairis Verdecia González (1), Dra. Caridad Gross Fernández (2), Dra. Yisel Pérez Pérez (3), Lic. Ana Elena Granados Hormigó (4), Dra. Aleyda Amaro González (5)

1-             Licenciada en Psicología. MSc. Medicina Bioenergética y natural.

2-             Dra. en Estomatología. Especialista de II Grado en Farmacología. MSc. Medicina Bioenergética y natural. Profesor Auxiliar. Consultante.

3-             Dra. en Estomatología. Especialista de II Grado en Estomatología General Integral. MSc. Salud Bucal Comunitaria. Profesor Asistente.

4-             Lic. en Enfermería. Especialista de I Grado en Farmacología. Instructor.

5-             Dra. en Estomatología. Especialista de II Grado en Microbiología. MSc. Ciencias de la Educación superior. Profesor Auxiliar. Consultante

INTRODUCCIÓN

Las experiencias emocionales por las cuales pasa una persona tienen una influencia definitiva sobre las funciones de su corazón, las situaciones emocionales tienen el efecto de aumentar la frecuencia de los latidos y desde el punto de vista de los movimientos cardíacos, la tensión emocional puede requerir tanto desgaste de energía del corazón, como lo exigiría un ejercicio físico violento.

Algunas personas se hallan constituidas de tal manera, que sus corazones no responden tanto a las situaciones emocionales como otras. Los factores psicosociales y conductuales, incluido el estado de ánimo (ansiedad, depresión, enojo y estrés), la Personalidad (Tipo A, Tipo D y la hostilidad), así como el apoyo social, se asocian tanto al desarrollo como a la progresión de la enfermedad cardiovascular. (1)

Las enfermedades cardiovasculares (ECV), son la principal causa de muerte en todo el mundo. Se calcula que en el 2004 murieron por esta causa 17,3 millones de personas, lo que representa un 30% de todas las muertes registradas en el mundo; 7,3 millones de estas muertes se debieron a la cardiopatía coronaria y 6,2 millones a los accidentes vasculares cerebrales (AVC).

Las muertes por enfermedades cardiovasculares (ECV) afectan por igual a ambos sexos y más del 80% se producen en países de ingresos medios y bajos. Se calcula que en el año 2030 morirán cerca de 23,6 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, sobre todo por cardiopatías y accidentes vasculares cerebrales (AVC) y se prevé que sigan siendo la principal causa de muerte.

En nuestro país esto se comporta de manera similar. Las enfermedades del corazón se encuentran dentro de las cinco primeras causas de muerte en el año 2011 y conjuntamente con las otras cuatro, concentran el 72% del total de las defunciones en el 2011. (2)

La enfermedad isquémica y la insuficiencia cardíaca explican el 80% de las muertes por afecciones cardiacas y la última citada eleva su tasa en un 3,8%, desplazando a la enfermedad hipertensiva de la segunda a la tercera posición con respecto al año anterior. (2)

Dichas enfermedades se presentan cada vez más frecuentes en edades tempranas de la vida, precisamente cuando el individuo está en pleno desempeño social de sus capacidades, lo que hace que adquiera especial importancia el manejo de la esfera psicológica de estos pacientes, para evitar que abandonen sus labores o que debido a su enfermedad y a las limitaciones temporales o totales que las mismas traen consigo, se creen secuelas o traumas en el plano personal y social que marquen al individuo para toda su vida.

Las personas con enfermedades cardiovasculares, en algún momento de su enfermedad pueden necesitar procedimientos diagnósticos y tratamientos que son invasivos como: coronariografías, angioplastias, valvuloplastias y cirugía. Aún con los avances de la medicina y las técnicas quirúrgicas, la cirugía representa indudablemente un evento estresante para muchos, alrededor de la cual existen preocupaciones sobre la dependencia física, el no despertar de la anestesia, el dolor, la recuperación, la separación de la familia, la situación económica y laboral, hospitalización y por supuesto, la posibilidad de morir.

Ante todas estas interrogantes comienzan a emerger respuestas emocionales: ansiedad, estrés, depresión, que cuando son muy intensas tienen importantes consecuencias haciendo más lenta y difícil la evolución de la enfermedad y la recuperación postoperatoria. (3)

Este sufrimiento psicológico o estrés preoperatorio, trae consigo una carga emocional propia de cualquier intervención, pero esta carga emocional puede aumentar si el paciente al recibir la noticia, revive recuerdos traumáticos de pasadas cirugías propias o de personas vinculadas emocionalmente con él.

En estos casos el paciente debe recurrir a sus recursos emocionales para hacerle frente a la realidad de la enfermedad, la cirugía y las exigencias de la recuperación post-operatoria; “cierto nivel de ansiedad es normal y deseable”, dice el psiquiatra argentino Eduardo Giacomantone y el cirujano Alberto Mejía, ya que indica que el paciente tiene una visión realista del peligro objetivo que representa la cirugía y trata de adaptarse a la situación. (3)

La bibliografía revisada refiere que los estados emocionales negativos que más afectan a los pacientes que están próximos a una cirugía cardiovascular, son la ansiedad y la depresión, los que además, son los estados emocionales más estudiados en enfermedades crónicas. (4)

La más reciente encuesta epidemiológica comunitaria en los Estados Unidos (Epidemiological Catchment Area Survery, ECA, 1984) reveló que los trastornos de ansiedad o angustia habían