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Intervención de Enfermería ante el Edema Agudo de Pulmón

Intervención de Enfermería ante el Edema Agudo de Pulmón de origen cardiogénico en el servicio de urgencias

Resumen

El personal de Enfermería es el profesional que más tiempo pasa en contacto con el paciente, por ello el reconocimiento  precoz de la sintomatología del edema agudo de pulmón (EAP) es vital, ya que de su rápido diagnóstico dependerá la temprana instauración del tratamiento y estabilidad del enfermo, disminuyendo así los posibles efectos secundarios que puedan ocurrir y evitando las posibles consecuencias adversas incluida la mortalidad por dicha patología.

A propósito de un caso: Intervención de Enfermería ante el Edema Agudo de Pulmón de origen cardiogénico en el servicio de urgencias

Cristina Marroquín Guerrero 1, Carmen Ruiz Ginard 2, Sergio Vélez Sepúlveda 3.

1 Diplomada en Enfermería. Máster en  Enfermería de Urgencias Hospitalarias,

2 Diplomada en Enfermería. Máster en Enfermería de Anestesia, Reanimación y tratamiento del dolor,

3 Diplomado en Enfermería. Máster en Enfermería de Urgencias Hospitalarias.

Palabras clave: edema agudo de pulmón, origen cardiogénico, insuficiencia respiratoria hipoxémica, intervención Enfermería, ventilación, insuficiencia cardíaca.

Describimos a continuación nuestra experiencia en el siguiente caso clínico destacando la sinergia del equipo sanitario multidisciplinario que atiende al paciente como clave en la valoración de la patología subyacente, instauración del tratamiento y rápida recuperación del enfermo.

Como metodología, nos hemos basado en  la experiencia recopilada retrospectivamente de un caso clínico de EAP de origen cardiogénico.

El propósito del siguiente caso clínico, es realizar una revisión bibliográfica de esta enfermedad describiendo las manifestaciones clínicas (signos y síntomas), diagnósticos, estudios complementarios y tratamientos utilizados a partir del caso clínico de una paciente de 81 años que acude al servicio de urgencias por disnea.

Introducción

El edema agudo de pulmón (EAP), fue descrito por primera vez en 1819 por el médico francés Renato Teófilo Jacinto Laennec.

El edema agudo de pulmón (EAP) no es en sí una enfermedad, se trata de una complicación que ocurre como consecuencia del fracaso ventricular agudo izquierdo que provoca una congestión pulmonar por aumento de la presión capilar que se traduce en una insuficiencia respiratoria hipoxémica.

Su diagnóstico se basa en la identificación de los síntomas y signos típicos de la insuficiencia cardiaca izquierda mediante una adecuada anamnesis, exploración física y revisión de la historia clínica del paciente.

El edema agudo de pulmón (EAP) se clasifica en dos grupos, el edema agudo de pulmón (EAP) cardiogénico (secundario a una descompensación de un fracaso cardíaco crónico) y edema agudo de pulmón (EAP) no cardiogénico, (consecuencia de una lesión en el endotelio capilar y/o bloqueo del drenaje linfático de los pulmones que altera la permeabilidad vascular permitiendo el pase de líquido a los alveolos; tumores del sistema linfático, inhalación de tóxicos, drogas, contusiones, traumatismos torácicos…)

El edema agudo de pulmón (EAP) es una emergencia clínica que requiere de un rápido diagnóstico y tratamiento inmediato.

El inicio del edema agudo de pulmón (EAP) suele ser brusco, se caracteriza por la presencia de disnea paroxística espontánea y nocturna en la mayoría de los casos, taquipnea (lo que provoca hiperventilación y alcalosis respiratoria), sibilancias, polipnea, estertores, crepitantes a la auscultación, tos productiva con expectoración abundante de color asalmonado, e insuficiencia cardiaca izquierda con ritmo de galope. Cuando el líquido alcanza los espacios alveolares aumenta la disnea provocando un estado anaerobio que produce ácido láctico el cual hace disminuir el PH, apareciendo la ya comentada alcalosis respiratoria.  En este punto, se produce un aumento de la presión en la circulación venosa pulmonar, provocando un infiltrado de líquido desde el capilar pulmonar  al espacio intersticial y alveolos, con el consiguiente edema, congestión e intercambio gaseoso inadecuado. Llegados aquí, puede aparecer palidez, diaforesis profusa, cianosis, tiraje intercostal, y aumento de la tensión arterial.

Ante el diagnóstico, se deberán tratar los factores precipitantes del edema agudo de pulmón (EAP).

Manifestaciones clínicas (signos y síntomas)

– Insuficiencia cardíaca izquierda;

Disnea progresiva de esfuerzo.

Ortopnea.

Disnea paroxística nocturna.

Diaforesis.

Ansiedad.

Piel fría y pálida, sudoración profusa con signos de mala perfusión tisular (relleno capilar enlentecido, livideces, oliguria).

Tiraje intercostal y supraclavicular.

A la auscultación, estertores, crepitantes y sibilantes.

Tos seca e irritativa.

Hemoptisis

Taquicardia.

Hipertensión que suele evolucionar a hipotensión.

Pulsos periféricos débiles o ausentes.

Alteración del nivel de consciencia.

– Insuficiencia cardíaca derecha;

Edemas periféricos.

Congestión hepática.

Dolor hipocondrio derecho.

Aumento del perímetro abdominal-ascitis.

Ingurgitación yugular.

Cianosis.

Pruebas diagnósticas complementarias.

– Pulsioximetría. El objetivo se basa en obtener un valor óptimo de Sat02 >95% (en pacientes con EPOC>90%, previniendo la hipercapnia).

– Analítica con gasometría arterial. Se determinarán también enzimas de daño miocárdico, hemograma, coagulación, bioquímica