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Alergia a las proteínas de la leche de vaca

Alergia a las proteínas de la leche de vaca. Repercusión en edad pediátrica

Las proteínas de leche de vaca se encuentran entre los primeros antígenos con los que el niño tiene contacto; habitualmente es el primer antígeno no homólogo que el niño recibe en cantidades importantes. Se denomina alergia a proteínas de leche de vaca a todos aquellos cuadros clínicos de mecanismo inmunológico comprobado. La leche de vaca tiene más de 40 proteínas y todas ellas pueden actuar como antígenos en la especie humana.

Alergia a las proteínas de la leche de vaca. Repercusión en edad pediátrica

Ms.C. Dr. Daniel Ramón Gutiérrez Rodríguez (1), Dra. Mercedes Panucia Alonso (2).

1 Especialista de primer grado en Alergología. Especialista de primer y segundo grado en Medicina General Integral. Máster en Ciencias en Longevidad Satisfactoria. Profesor Asistente. Policlínico docente Universitario “Chiqui Gómez Lubián”. Direcc. Julio Jover # 159 (Este) Santa Clara Villa Clara, teléfono 22-52-82,

2 Especialista de primer grado en Pediatría. Profesor Asistente. Policlínico docente Universitario “Chiqui Gómez Lubián”

Facultad de Ciencias Médicas General. Policlínico docente Universitario “Chiqui Gómez Lubián”. Santa Clara

Resumen

Los alérgenos principales son: la beta lactoglobulina, la caseína, la alfa lactoalbúmina y la seroalbúmina. La clínica de alergia a las proteínas de la leche de vaca se inicia tras la introducción de la fórmula adaptada con un intervalo corto de varias tomas o de unos pocos días. La gravedad es muy variable, desde cuadros cutáneos muy leves hasta anafilaxia. Pueden ceder espontánea mente o necesitar un tratamiento farmacológico que se adecuará a la gravedad clínica.Las reacciones en las que no parece estar implicado el sistema inmune, o dicho de otra manera, en las que no es posible confirmar un mecanismo inmunológico, reacciones de intolerancia, podrían tratarse en algunos casos, de reacciones mediadas en una primera fase por otro mecanismo de hipersensibilidad no mediado por IgE, por loque no son detectadas por los tests de diagnósticos habituales.

Palabras clave: leche de vaca, beta lactoglobulina, caseína, alfa lactoalbúmina.

Desarrollo

La prevalencia de la hipersensibilidad a los alimentos es mayor en los primeros años de vida. Afecta a cerca del 6% de los niños menores de tres años de edad y disminuye en la primera década de vida. Aproximadamente 2.5% de los niños son alérgicos a la proteína de la leche de vaca en el primer año de vida, pero 80% desarrolla tolerancia clínica a los cinco años de edad. El 60% de los niños alérgicos a la leche experimentan reacción mediada por IgE; 25% de estos niños seguirán siendo sensibles en la segunda década de vida y 35% tendrán otras alergias alimentarias. (1-6)

Las proteínas de leche de vaca se encuentran entre los primeros antígenos con los que el niño tiene contacto; habitualmente es el primer antígeno no homólogo que el niño recibe en cantidades importantes. Se denomina alergia a proteínas de leche de vaca a todos aquellos cuadros clínicos de mecanismo inmunológico comprobado. Debe existir una relación directa entre la ingestión de las proteínas de leche de vaca y la aparición de los síntomas, y los mecanismos inmunológicos deben estar involucrados en la reacción.

En este contexto, las reacciones de hipersensibilidad inmediata o mediada por IgE son las que presentan una sintomatología común fácilmente reconocible y comprobable. En el término alergia a las proteínas de leche de vaca no mediada por IgE, ni mediado por otro mecanismo de hipersensibilidad, también llamado de intolerancia, se incluyen todas las reacciones adversas a proteínas de leche de vaca en las que no se ha comprobado mecanismos inmunológicos frente a proteínas de leche de vaca; habitualmente cursan con síntomas gastrointestinales que pueden llegar a repercutir en el estado nutricional del niño y que mejoran al retirar las proteínas de leche de vaca de la dieta y reaparecen tras la reexposición.

Suelen ser lactantes jóvenes en su mayoría, cuya clínica está inducida por fórmulas alimentarias adaptadas de leche de vaca, que reaccionan de forma más lenta tras la prueba de provocación, con múltiples manifestaciones (sólo un 6% de formas aisladas), destacando especialmente las de naturaleza gastrointestinal y cutánea. El riesgo de mal nutrición es mayor que en los pacientes alérgicos, y la diarrea con moco y sangre, la esteatorrea, el cólico aislado, el reflujo gastroesofágico y el insomnio son significativamente superiores.

Las publicaciones que existen hasta la actualidad mezclan los conceptos de alergia y alergia no mediada por IgE a proteínas de leche de vaca, por lo que resulta difícil valorar concierta precisión la incidencia de alergia a proteínas de leche de vaca. En una revisión reciente de estudios prospectivos se publica una incidencia de reacciones adversas que oscila entre el 0,5% y el 7,5% de la población durante el primer año de vida. En una publicación de España citan una incidencia del 0,36%, aunque la mayoría de autores parecen coincidir en una incidencia comprendida entre el 2% y el 3%.

La leche de vaca tiene más de 40 proteínas y todas ellas pueden actuar como antígenos en la especie humana. Los alérgenos principales son: la beta lactoglobulina, la caseína, la alfa lactoalbúmina y la seroalbúmina. La primera es una proteína que no existe en la especie humana y se encuentra en la leche materna en cantidades mínimas (mcg) debido a los lácteos ingeridos por la madre; estas pequeñas cantidades son las responsables del mayor número de sensibilizaciones a esta proteína.

En primer lugar, la caseína tiene una función, comportamiento e incluso motivos estructurales similares a la vitelogenina. La caseína apareció hace entre 200 y 310 mamíferos. Se observa que, aunque en monotremas aún existe esta proteína, fue sustituida progresivamente por la caseína, permitiendo un menor tamaño de los huevos y finalmente su retención intrauterina.(7)

Las sustancias proteicas de la leche son las más importantes en el aspecto químico. Se clasifican en dos grupos: proteínas (la caseína se presenta en 80 % del total proteínica, mientras que las proteínas del suero lo hacen en un 20 %), y las enzimas. (8)

De todas las proteínas presentes en la leche, las más comunes y representativas son tres, y todas son caseínas: (9)

la caseína-αs1, la caseína-β y la caseína-κ. En la industria láctea, es muy