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Cuidados de pies en pacientes diabéticos

Cuidados de pies en pacientes diabéticos

RESUMEN

La evaluación del pie diabético resulta clave el reconocimiento de la úlcera, presencia de infección, así como el estado vascular de la extremidad (1). Las úlceras y amputaciones de las extremidades constituyen un gran problema de salud pública que genera un alto costo para el paciente, sus familiares y los sistemas de salud pública, por tanto, una comprensión adecuada de la etiopatogenia de la ulceración del pie es fundamental para lograr la reducción de la incidencia, morbilidad y mortalidad de esta patología (2).

Cuidados de pies en pacientes diabéticos

Autor: Francisco Javier Mesa Mesa. Enfermero especialista en Atención Familiar y Comunitaria

Los resultados ponen de manifiesto la importancia de la higiene y revisión diaria de los pies así como la valoración enfermera para prevenir posibles lesiones.

El papel de Enfermería es fundamental por la clara evidencia de la educación en la prevención de lesiones. Por tanto la implementación en el ámbito de Atención Primaria de protocolos para la detección, estratificación y prevención del pie diabético son primordiales.

Palabras clave: diabetes, pies, cuidados, Enfermería.

INTRODUCCIÓN

En el consenso publicado por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía vascular, se define el pie diabético como una alteración clínica de base etiopatogénica neuropática e inducida por la hiperglucemia mantenida, en la que con o sin coexistencia de isquemia, y previo desencadenante traumático, produce lesión y/o ulceración del pie (1)

El pie diabético es la complicación vascular más grave que se presenta en los pacientes con diabetes mellitus. Es causa importante de morbi-mortalidad en este grupo de población, ya que se estima que el 15 % de estos desarrollarán una lesión en sus pies a lo largo de su vida, lo que puede traer consigo la pérdida de una o ambas extremidades inferiores y consigo el detrimento de la autoestima y la calidad de vida, además de poseer elevados costos económicos para la sociedad y la familia (2).

La evaluación del pie diabético resulta clave el reconocimiento de la úlcera, presencia de infección, así como el estado vascular de la extremidad (3). Las úlceras y amputaciones de las extremidades constituyen un gran problema de salud pública que genera un alto costo para el paciente, sus familiares y los sistemas de salud pública, por tanto, una comprensión adecuada de la etiopatogenia de la ulceración del pie es fundamental para lograr la reducción de la incidencia, morbilidad y mortalidad de esta patología (4).

MATERIAL Y MÉTODO

Se realiza una revisión sistemática de las evidencias comprendidas entre las fechas de Enero 2011 y Febrero de 2014, así como de las últimas recomendaciones basadas en conclusiones de los estudios realizados.

Se han utilizado las siguientes bases de datos:

  • CROCHRANE
  • EXPLORAEVIDENCIA
  • CUIDEN
  • SCIELO

RESULTADOS

La bibliografía revisada refleja la importancia de la revisión de pies en el paciente diabético.

La guía NICE recomienda una valoración anual en pacientes de bajo riesgo (con sensibilidad conservada, pulsos pedios presentes). Para pacientes de riesgo aumentado (neuropatía, ausencia de pulsos u otros factores de riesgo) se recomienda una revisión cada 3-6 meses. En pacientes de alto riesgo (neuropatía o pulsos ausentes junto a deformidad o cambios en la piel, ulcera previa) se recomienda la valoración cada 1-3 meses y en pacientes con pie ulcerado se realizará tratamiento individualizado (5).

Las recomendaciones son comunes en la mayoría de la bibliografía referente a la educación a los pacientes diabéticos. La enfermera debe informar de la importancia de controlar la diabetes, tanto su presión arterial y el colesterol. No fumar ya que el tabaquismo reduce la circulación de la sangre hacia los pies, la elección de alimentos saludables que ayuden a mantener un peso saludable, y la importancia de tomar la medicación aunque se sienta bien. Revisarse los pies todos los días para detectar llagas u otras lesiones. Usar zapatos que le ajusten bien y que no rocen o le aprieten los pies ni le causen ampollas y nunca caminar descalzo ni tampoco solo con calcetines (6).

Ninguno de los nuevos productos sustituye un buen cuidado de la herida y solo son coadyuvantes, las heridas deben estar libres de todo tejido necrótico e infectado. El desbridado debe hacerse hasta que exista un buen tejido de granulación, esto transforma la herida crónica en aguda cuyo comportamiento es diferente con mejor resolución 7

La realización de una correcta anamnesis y de una exploración básica en la consulta de Enfermería puede suponer la detección precoz de complicaciones podológicas en el paciente anciano con diabetes y mediante la derivación y tratamiento adecuado, evitar o disminuir la frecuencia elevada de úlceras y amputaciones (8).

Existe evidencia de que la aparición de la microangiopatía guarda relación con la duración y el control metabólico de diabetes mellitus (DM) ya que la hiperglucemia mantenida sería la responsable de la biosíntesis de proteínas específicas que integran la membrana basal engrosada. La evaluación del pie debe incluir la inspección de la piel de las piernas y la parte dorsal, plantar, medial, lateral y posterior, trastornos estructurales y en la alineación de los dedos, atrofia de la musculatura interósea y la temperatura.

En la actualidad se recomienda investigar la pérdida de sensibilidad protectora con el uso de monofilamento de Semmes Weinstein. La duración total del método contacto de la piel y retirada debe ser 2 segundos. Se aplica el filamento a lo largo del perímetro de la úlcera, callosidad, cicatriz o tejido necrótico, no sobre ellos (9).

Aunque los estudios recomienden la necesidad de enfatizar el examen regular de los pies y la higiene diaria, con utilización de tecnología leve y medio-leve, personas con DM y profesionales de la salud, aún prestan poca atención a estos cuidados. Esta negligencia puede ser uno de los precursores para la instalación de procesos ulcerosos en pies de diabéticos (10).