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Manejo del dolor en el Recién Nacido

Manejo del dolor en el Recién Nacido

En las unidades neonatales el cuidado de Enfermería al Recién Nacido (RN) debe ser holístico. El avance en medicina en el cuidado y manejo del recién nacido ha contribuido a un aumento de la supervivencia de neonatos que durante su estancia en las unidades son sometidos a numerosos procedimientos dolorosos.

Nuestro objetivo es conocer el verdadero impacto del dolor neonatal realizando evaluaciones periódicas junto con las anotaciones de signos vitales en la historia clínica y conocer el tratamiento que se debe llevar a cabo para conseguir un adecuado manejo del dolor neonatal.

Manejo del dolor en el Recién Nacido

Autor: Maria Jesús Correa Julián

Coautores: Silvia Correa Julián y Lexuri Amelibia Gordon

Palabras clave: dolor, sufrimiento, recién nacido, analgesia, manejo de atención al paciente

RESUMEN:

Sensibilizar al colectivo enfermero de la importancia de reconocer el dolor y poder tratarlo. Un adecuado procedimiento de contención de Enfermería, junto con el complemento de succión no nutritiva, disminuye de forma significativa el malestar y el llanto durante y tras las técnicas de Enfermería

Palabras clave: dolor, sufrimiento, recién nacido, analgesia, manejo de atención al paciente

Introducción:

El dolor ha sido definido como toda experiencia sensorial y emocional no placentera que está asociada con daño tisular, o descrita como si lo tuviera.

En las dos últimas décadas se han producido numerosos avances en el cuidado y manejo del recién nacido, que sin duda han contribuido a aumentar de forma importante la supervivencia de niños críticamente enfermos, a los cuáles durante su estancia en las unidades neonatales, se les somete a innumerables procedimientos potencialmente dolorosos.

Hasta hace poco se consideraba que, por su inmadurez, el recién nacido no eran capaz de sentir dolor. Actualmente se sabe que desde antes de nacer el niño tiene todos los componentes anatómicos y funcionales necesarios para la percepción de los estímulos dolorosos y, aunque la mielinización es incompleta al nacer, no es imprescindible para la transmisión del dolor.

Por otra parte, aunque los mecanismos de transmisión del dolor hacia la corteza cerebral están bien desarrollados en el recién nacido, los mecanismos de inhibición descendente no han acabado de madurar, especialmente en el prematuro, lo que implica un estado de hipersensibilidad ante el dolor, de tal manera que ante un mismo estímulo doloroso el recién nacido podría sentir más dolor que el adulto.

Contrariamente a lo que se pensaba, el recién nacido es capaz de guardar memoria de las experiencias dolorosas, por lo que manifiesta mayor sensibilidad y menor tolerancia al dolor que en edades posteriores de la vida.

Por todo esto, el tratamiento del dolor es un cuidado neonatal que debemos aprender a valorar y tratar. Actualmente se recomienda la medición del dolor mínimo cada 4-6 horas, sobre todo tras la aplicación de cualquier procedimiento o estímulo doloroso. Las respuestas que se producen ante un estímulo doloroso permiten establecer diversas escalas para cuantificar el grado de dolor en el recién nacido.

  • Fisiológicas (alteración de la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, tensión arterial, desaturaciones de O2, incremento de la presión intracraneal (PIC), midriasis, náuseas y vómitos y disminución del flujo sanguíneo periférico)
  • Bioquímicas (hipercatabolismo, hipercortisolismo, hiperproducción de adrenalina, hipoprolactinemia, hipoinsulinemia)
  • Conductuales (llanto, insomnio y agitación)

Las escalas más utilizadas son: la Escala de Comfort que valora parámetros tanto físicos como conductuales. Puntuación < 17 ajustar analgesia; PIPP (Premature Infant Pain Profile) que tiene en cuenta la edad gestacional; CRIES (Crying Requires oxygen Increased vital signs Expression and Sleeplessness) y NIPS (Neonatal Infant Pain Scale) que valoran el comportamiento facial ante el estímulo doloroso.

Métodos y procedimiento:

La valoración adecuada del dolor proporcionará la pauta para su manejo farmacológico y no farmacológico para el confort del neonato o disminuirá la respuesta de estrés durante las intervenciones que le causan dolor. Basándose en los tres tipos de respuestas al dolor (fisiológicas, bioquímicas y conductuales)

 Entre las medidas a seguir, distinguiremos inicialmente un abordaje no farmacológico y finalmente el tratamiento farmacológico.

Métodos no farmacológicos: El manejo no farmacológico del dolor se apoya en la necesidad de poner en práctica intervenciones de tipo

  • Ambiental: debe promoverse un entorno adecuado, con limitación de ruidos y luminosidad, respetando sueño. La musicoterapia se cree que disminuye la respuesta al dolor, el hablarles suave o mecerles.
  • Conductual: la manipulación del neonato debe realizarse de forma suave y lenta, para ello disminuiremos al mínimo el número de manipulaciones, agrupando los procedimientos pautados. Promoveremos posturas: contención, flexión y línea media. La posición prona reduce el dolor y el estrés después de procedimientos invasivos y da estabilidad. La flexión fetal con la aplicación de nidos y medidas de posicionamiento como envolver al bebé durante el procedimiento doloroso, disminuyen el estrés del recién nacido.
  • Nutricional: Según estudios realizados, existe un efecto analgésico de la lactancia materna, iniciado tras > 5 minutos del amamantamiento, en la toma sanguínea del talón en el recién nacido. Es más efectiva que la contención y succión no nutritiva. El mecanismo analgésico de la lactancia materna no es completamente conocido, aunque pueden estar relacionados varios mecanismos que se ponen en marcha como son la contención, el tacto, el contacto piel con piel, la estimulación de la succión y el gusto azucarado, junto con la distracción y la inducción hormonal.

También la sacarosa vía oral como otros líquidos dulces como