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Cuidados durante las primeras semanas de vida del neonato con peso bajo al nacimiento

Cuidados durante las primeras semanas de vida del neonato con peso bajo al nacimiento

El nacimiento de niños/niñas de bajo peso es algo que se ha incrementado en el curso de los últimos años, ocasionando un problema de salud colectiva, lo cual esta relacionados en muchos casos con problemas de salud de la madre, situaciones sociales y condiciones de salud pública bajo las cuales se desarrolla el embarazo de la madre.

Cuidados durante las primeras semanas de vida del neonato con peso bajo al nacimiento

Reina X. Ferrer D. (1)

Reyna P. Hernández F. (2)

1 Autora: Dra. Concentración el Área de Salud y Cuidado Humano (1) Reina Xiomara Ferrer Díaz Profesora del Departamento de Salud Reproductiva y Pediatría, Coordinadora de la Maestría Salud Reproductiva Escuela de Enfermería Universidad de Carabobo. Valencia-Venezuela. 2014

2 Autora: Estudiante de 3ero año de Medicina FCS Facultad de Ciencias de la Salud (2) Reyna Pastora Hernández Ferrer. Universidad de Carabobo. Área clínica (HUAL) Hospital Universitario Ángel Larralde Valencia-Venezuela. 2014

Resumen

Los defectos fetales que resultan de las enfermedades o de los factores ambientales hereditarios pueden limitar el desarrollo normal. Los bebés nacidos de embarazos múltiples gemelos, trillizos, entre otros. A menudo son de bajo peso al nacer, aun habiendo nacido a término. Los problemas médicos de la madre influyen en el peso al nacer, especialmente si tiene presión arterial alta, diabetes, ciertas infecciones, problemas del riñón, del corazón o del pulmón. Un útero o cuello uterino anormal puede aumentar el riesgo de la madre de tener un bebé de bajo peso al nacer.

Las infecciones que durante el embarazo afectan al feto, como la rubéola, citomegalovirus, toxoplasmosis y sífilis, también pueden influir en el peso del bebé al nacer. Algunos hábitos de la madre (como fumar, consumir drogas, abuso del alcohol) y la exposición al plomo y cuidado prenatal insuficiente influyen en el peso del neonato. El bajo peso al nacer es más común en las primerizas y entre embarazadas menores de 17 años y mayores de 35 años.

Palabras clave: cuidados, neonato con bajo peso, embarazo, salud.

Según la Organización Mundial de la Salud, se considera pretermino a los neonatos vivos que nacen antes de las 37 semanas, a partir del primer día del último período menstrual. Históricamente la premadurez ha sido definida cuando el peso al nacer es inferior a 2500 gramos, pero actualmente existen dos categorías de recién nacidos con bajo peso. (1)

– Los que tienen un tiempo de gestación superior a las 37 semanas y pesan al nacer menos de 2 500 gramos (crecimiento intrauterino retardado). Este grupo predomina en países con condiciones socioeconómicas desfavorables.

– Los que sin haber llegado al término del embarazo, nacen adelantadamente y pesan menos de 2 500 gramos (pretérmino). Estos niños presentarán progresivamente, tanto en el período prenatal como en la infancia, la adolescencia y la adultez, múltiples problemas, tales como: trastornos neurológicos en alrededor de 13 – 24% y déficit intelectual en 6 – 13% de ellos, lo cual repercutirá en su adaptabilidad social y calidad de vida.

En comparación con los recién nacidos a término, la incidencia de rehospitalización durante el primer año de vida por secuelas de la premadurez, infección, trastornos psicosociales, entre otros, es mayor en estos lactantes. Resulta imposible separar los factores asociados con la premadurez de los relacionados con el crecimiento intrauterino retardado (CIUR) y las condiciones socioeconómicas. Se ha comprobado que al menos 50% de los recién nacidos con bajo peso mueren, fundamentalmente, en sociedades tercermundistas. (2)

La función de la enfermera es de vital importancia, pues en estos recién nacidos el objetivo es prevenir con un programa de intervención mínimo, dirigido a minimizar las intervenciones estresantes. (3)

El peso al nacer normal tiene carácter vital para la salud y el desarrollo humano futuro. Se le considera un indicador, no solo de la salud de la madre biológica y el estado nutricional, sino también de las posibilidades de supervivencia de un recién nacido, su crecimiento, salud a largo plazo y desarrollo psicosocial. Hay más, las condiciones de un individuo al nacer repercuten acentuadamente en su desarrollo físico e intelectual a lo largo de la vida.

El bajo peso neonatal (BPN), es la expresión de la salud materno-fetal durante su embarazo, además es una variable que va contribuir con la morbilidad y mortalidad neonatal e infantil, también con el bienestar de la madre y su hijo en el período del postparto donde tiene un evidente impacto. De una manera general, las muertes neonatales contribuyen al 37% de la mortalidad de menores de 5 años (MM5), y el bajo peso neonatal (BPN) es la segunda causa de muerte después de la prematuridad en los recién nacidos. De manera que estos niños tienen 5 a 30 veces más riesgo de morir que los que nacen con un peso adecuado, y en consecuencia pueden sufrir de infecciones, desnutrición, parálisis infantil, deficiencias mentales y trastornos del aprendizaje. A largo plazo, en el adulto se le ha asociado a patología cardiovascular, hipertensión arterial y diabetes. (4)

El crecimiento intrauterino es un proceso complejo en virtud del cual a partir de una única célula se forma un ser pluricelular con órganos y tejidos bien diferenciados. Comprende dos períodos: la embriogénesis que se extiende hasta la 12.ª semana durante la cual se forman los diferentes órganos del feto y el período fetal en el que prosigue su maduración funcional hasta alcanzar un grado compatible con la adaptación a la vida extrauterina. Cualquier influencia adversa sobre este proceso puede tener consecuencias cuya magnitud dependerá de la naturaleza, el momento, la duración y la intensidad de la perturbación. (5)

El crecimiento del feto durante la gestación depende especialmente de factores maternos, como el estado nutricional con que la madre enfrenta el embarazo, el ascenso de peso durante el embarazo, el estado de salud materno y el buen funcionamiento de la unidad feto placentaria; así mismo, si la información genética es adecuada y el medio ambiente propicio se darían las condiciones óptimas para obtener un crecimiento y desarrollo de acuerdo al potencial genético familiar. (5)

En vista de la importancia de esta entidad perinatal, la