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El Modelo de Virginia Henderson en voces de las estudiantes de Enfermería

El Modelo de Virginia Henderson en voces de las estudiantes de Enfermería

El trabajo presenta la epistemología y ontología del modelo de Henderson que orientan el aprendizaje del cuidado que es el núcleo central, de competencia y responsabilidad de la práctica de Enfermería, y su aprendizaje para la estudiante en su formación académica es significativo. El conocimiento del citado modelo, especifica que la persona tiene catorce necesidades básicas; con predominio biológico, se desarrolla a través del método analítico, que consiste en dividir los pensamientos y problemas en cuantas partes sea posible y luego disponerlos en un orden lógico.

El Modelo de Virginia Henderson en voces de las estudiantes de Enfermería

“Cuidar con conocimiento”

Mtra. Luisa Bravo Sánchez. Profesora de Carrera Asociada nivel “C” de la Carrera de Enfermería de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma De México

Dra. María del Pilar Gómez Lujan. Profesora principal de la Universidad Nacional de Trujillo, Perú.

Resumen

Objetivo: identificar, la epistemología y ontología del modelo de Henderson, que orientan el aprendizaje del cuidado.

Metodología: investigación cualitativa descriptiva, exploratoria, el grupo de estudio fue de nueve estudiantes, de la Carrera de Enfermería, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la Universidad Nacional Autónoma de México, los datos fueron obtenidos en entrevista a profundidad, con criterios éticos. El proceso implicó transcribir inicialmente la totalidad de las emisiones verbales de las participantes, y posteriormente la elaboración de una categorización. Progresivamente se fueron ajustando hacia el logro de la congruencia entre el nombre y contenido de cada categoría.

Hallazgos: muestran la categoría principal: Aprendizaje epistemológico y ontológico del cuidado. Ésta permite concebir el aprendizaje como un proceso de construcción y traducción de los conocimientos, y éstos son divididos, desunidos en relación al modelo de Henderson, de la valoración de la persona con las catorce necesidades básicas, el conocimiento es disyuntivo (separa lo que está unido) Subcategoría I: Aprendizaje Epistemológico del cuidado, y Subcategoría II: Aprendizaje Ontológico del cuidado. Por tal motivo se requiere de paradigmas emergentes, dentro de ellos el pensamiento complejo, que permite visualizar el conocimiento en el mundo de relaciones, como una red de fenómenos interconectados para que el aprendizaje del cuidado, tenga otros horizontes epistemológicos, y ontológicos, que se enlacen, para integrar el pensamiento lineal y el pensamiento complejo, a través del método analítico y del método sintético, para lograr la totalidad del conocimiento.

PALABRAS CLAVE: epistemología, ontología, Henderson, aprendizaje, cuidado.

Introducción

La Enfermería es una disciplina teórica práctica, que precisa desarrollar sus propias corrientes de pensamiento, como lo describe KÉROUAC, S. 1996:117 y señala que la disciplina enfermera ha evolucionado en el contexto de los acontecimientos históricos y movimientos sociales, que han sucedido durante estos últimos siglos. Se han marcado la evolución de los conocimientos; con el enfoque del paradigma de la categorización, la persona aparece como un objeto dividida en partes se le conoce por el órgano afectado, los fenómenos son divisibles en categorías, clases o grupos definidos, considerados como elementos aislables o manifestaciones simplificables. Aplicado en el campo de la salud, este paradigma orienta el pensamiento hacia la búsqueda de un factor causal responsable de la enfermedad. Por tanto, el paradigma de la categorización ha inspirado particularmente dos orientaciones en la profesión enfermera, una orientación centrada en la salud pública se sitúa en el alba de la sociedad moderna occidental, desde el siglo XII al XIX.

La necesidad de mejorar la salubridad y de controlar las enfermedades infecciosas en los medios clínicos y comunitarios caracteriza esta orientación, la erradicación de las enfermedades transmisibles es la prioridad de los años 1900 a 1950. Más tarde, una orientación centrada en la enfermedad y estrechamente unida a la práctica médica. Es evidente, que la orientación hacia la enfermedad se sitúa a finales del siglo XIX en un contexto marcado por la expansión del control de las infecciones, es decir la mejora de los métodos antisépticos, para la asepsia y técnicas quirúrgicas. Aparece igualmente la formulación de diagnósticos médicos basados en la asociación de síntomas observables, las enfermedades físicas son consideradas una realidad independiente del entorno, de la sociedad y la cultura. La salud es concebida como la ausencia de enfermedad; el origen de la enfermedad se reduce a una causa única. Según esta orientación, los cuidados están estrechamente unidos a la práctica médica, se orienta al control de la enfermedad. La enseñanza formal de las estudiantes presenta un contenido orientado hacia los conocimientos médicos, lo que las lleva a identificarse con el modelo médico.

Posteriormente en América del Norte, se sitúa el paradigma de integración reconociendo los elementos y las manifestaciones de un fenómeno e integrando el contexto, donde se sitúa la orientación hacia la persona, por Virginia Henderson. Según esta orientación, el cuidado va dirigido a mantener la salud de la persona en todas sus dimensiones; salud física, mental y social. El modelo de Henderson es representante de la escuela de necesidades, cuya característica fundamental, define la acción de la estudiante, en la satisfacción de las necesidades básicas de la persona.

En este sentido, el conocimiento está más enfocado a la enfermedad porque se busca y se trata de lograr la independencia de la persona. Por consiguiente, la estudiante evalúa las necesidades de ayuda de la persona, para intervenir y actuar con la persona, a fin de responder a sus necesidades. La estudiante planifica y evalúa sus acciones en función de las necesidades no satisfechas. De acuerdo a esta orientación a la persona, la salud y la enfermedad son dos entidades distintas que coexisten y están en interacción dinámica. El entorno está constituido por los diversos contextos (histórico, social, político) en el que la persona vive. Cabe señalar, que la orientación hacia la persona, se caracteriza por el reconocimiento de una disciplina enfermera distinta de la disciplina médica.

Como los conocimientos evolucionan y las necesidades de salud se vuelven más complejas, la necesidad de una formación básica más progresista se impone. La perspectiva de ese tiempo