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Miasis Forunculoide

Miasis Forunculoide

Resumen:

La miasis es una enfermedad producida en tejidos o en cavidades corporales por la infestación de larvas de algunas especies de dípteros; su clasificación se hace según el sitio anatómico de infestación o de acuerdo al ciclo vital de la especie. En Venezuela, la mayoría de los casos reportados presentan las lesiones en el tronco y extremidades. Se reporta el caso de un lactante con diagnostico presuntivo de piodermitis en el cuero cabelludo, que al ser descostradas se extraen larvas vivas Dermatobiahominis. Se hace una revisión sobre este tema.

Miasis Forunculoide

Autores:

Dr. Jesús Manuel Castellano Ibañes 1

Dr. Elio Goide Linares 2

Lic. Jacqueline Ochando Guerra 3

Dr. Pedro Fermín Reyes García 4

Dra. Marelis Martín Jimenez 5

  1. Especialista de Primer Grado en Pediatría. Máster en Atención Integral al niño. Profesor Instructor.
  2. Especialista de Segundo Grado en Pediatría. Máster en Atención Integral al niño. Profesor Auxiliar.
  3. Licenciada en Enfermería, Máster en asesoramiento genético.
  4. Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Instructor.
  5. Especialista de primer Grado en Higiene y Epidemiología. Máster en enfermedades infecciosas.

Hospital General Docente “Juan B. Viñas González.” Palma Soriano. Santiago de Cuba.

Palabras clave: miasis, piodermitis, lactante.

INTRODUCCIÓN:

Las infestaciones por las larvas de las moscas (Díptera),se conoce con el término de Miasis. Entre los agentes etiológicos más comunes están las moscas de los géneros: Sarcophaga, Dermatobia, Oestrus, Gastrophilus, Cochliomyia, Lucila, Chrysomya y Musca. Específicamente parasita humanos, ganado bovino y ovino, gatos, perros y conejos.

La enfermedad se conoce comúnmente con el nombre de “bichera” o “gusanera” es de distribución mundial, principalmente en las regiones tropicales y subtropicales, en América se le considera endémica desde México hasta el norte de argentina. En Venezuela desde 1963 se han reportado casos de infestación humana  (1)

En particular la Dermatobiahominis (Nuche), produce una miasis forunculoide.

En 1840 el Dr. Frederick W. Hope propuso el término “miasis” para definir esta entidad nosológica y pueden ser clasificadas topográficamente, según los tejidos que afectan en: cutáneas, las que afectan piel con o sin efectuar migración por los tejidos, se alimentan de tejidos vivos o muertos del huésped, líquidos corporales, provocando molestias y dolor y sistémicas, las que aunque su localización inicial sea la piel, estas realizan una migración y desarrollo final en tejidos como gástrico, intestinal, rectal, urinario, auricular y oftálmico (2).

Las moscas productoras de miasis pueden clasificarse en función de su relación parasitaria en tres categorías; los parásitos obligatorios que requieren tejido vivo para su desarrollo, los parásitos facultativos que usualmente se desarrollan en carroña o desperdicios pero pueden invadir heridas o tejido necrótico y los parásitos accidentales que sólo producen miasis tras la ingestión accidental de huevos o larvas.

Durante el verano la infestación es más frecuente, condicionado por los suelos húmedos y las temperaturas entre 18 8 y 24ºC que se alcanzan durante el invierno favorecen el desarrollo de la pupa, lo que aumenta la población de moscas en los meses subsecuentes

Su distribución geográfica hacen de la miasis forunculosa una patología frecuente en el medio rural, especialmente entre la población campesina e indígena antecedentes de gran importancia para el diagnóstico precoz. Actualmente sólo se reportan casos humanos de manera esporádica y aislada aunque en algunas regiones de Panamá se estima que 6 de cada 7 hombres contraen la enfermedad durante su vida. (4-6)

La mosca adulta captura otros insectos (vectores), generalmente un hematófago como mosquitos y moscas picadoras y deposita 10 a 50 huevos sobre su abdomen sin afectar su capacidad de vuelo. Se nombran como portadores conocidos a 48 especies de dípteras y una garrapata (Amblyommacajennense). Posteriormente el vector pica al huésped y las larvas, al sentir el cambio de temperatura, se liberan y penetran por el orificio causado por la picadura o por un folículo, sin causar molestias.

La larva de Dermatobia permanece en el tejido subcutáneo del huésped por 1 a 4 meses, creciendo, mudando dos veces, larva madura se adhiere con dos garfios y respira por el agujero de penetración. Cuando se presenta en sitios no endémicos y si no se consideran los antecedentes epidemiológicos, sociales y ambientales que pueden estar asociados al cuadro clínico del paciente se puede retardar el diagnóstico y realizar tratamientos incorrectos, generalmente porque pueden confundirse fácilmente con furúnculos de causa bacteriana como en el caso motivo de esta comunicación y en otros diagnosticados

Al inicio se presenta una pápula y el paciente refiere prurito, después dolor local y sensación de movimiento de la larva, posteriormente desarrolla una lesión parecida a un furúnculo e inflamación dolorosa en el punto de penetración por la piel, al exprimir estos nódulos se expulsa la larva característica de Dermatobia. Se cita que en cada paciente puede haber de 1 a 15 larvas aunque en un mismo paciente se observó 28 según estudio realizado. (7)

Las lesiones pueden presentarse en varias partes del cuerpo, principalmente de la cabeza, brazos, espalda, abdomen, glúteos, muslos y axilas y constatarse adenopatías regionales y síntomas sistémicos como malestar general o fiebre. La complicación más frecuente es la infección secundaria, pero existe un caso de muerte de un niño, por migración del insecto al cerebro. (8)

En los exámenes de laboratorio sólo se encuentra leucocitosis y eosinofilia Se recomienda dirigir el tratamiento al alivio del dolor, el uso de antibióticos tópicos para prevenir infecciones y local mediante la oclusión del orificio de entrada de la larva con vaselina, resina de árbol, trozos de tocino, carne o grasa, aceite mineral, petrolato, cera, pegamento, yeso, barniz de uñas, tabaco, ceniza,