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Bienestar, nutrición y nivel de salud de enfermos con cáncer

Bienestar, nutrición y nivel de salud de enfermos con cáncer

El progresivo aumento de la población y de su expectativa de vida, unido a los avances científico-técnicos, está generando un incremento de morbimortalidad por cáncer y otras patologías en los últimos años de la vida. El cáncer sigue representando uno de los principales problemas de salud pública en los países desarrollados que genera elevados costes, tanto sanitarios como de índole afectiva y social, y requiere de un abordaje multidisciplinar y coordinado.

Bienestar, nutrición y nivel de salud de enfermos con cáncer

Autor: Luis Villarejo Aguilar. Diplomado en Enfermería.

Palabras clave: calidad de vida, enfermedad terminal, atención oncológica, cáncer, desnutrición, Enfermería

INTRODUCCIÓN

En los países desarrollados el cáncer es la segunda causa de muerte tanto en hombres como en mujeres tras las enfermedades cardiovasculares. En términos globales (ambos sexos), el cáncer colorrectal es el tumor que presenta mayor incidencia en nuestro país (25.600 casos anuales) seguido del cáncer de pulmón con 18.800 nuevos casos, cáncer de mama con 16.000 y el de próstata con 13.300 nuevos casos anuales. En cuanto a los tipos de tumores por sexo, en los hombres, los tumores más importantes son los de pulmón, cáncer colorrectal y de próstata, y en las mujeres el cáncer de mama, colorrectal y cuerpo de útero.

En Andalucía el cáncer es la causa más frecuente de muerte en hombres y la segunda en mujeres y, entre los rangos de edad comprendido entre los 34 y los 75 años, resulta la primera causa de muerte en ambos sexos. Se estima que por cada millón de habitantes, fallecen anualmente en nuestro país 10.000 personas, de las cuales, 2.500 fallecen por cáncer. De éstas, necesitarán Cuidados Paliativos aproximadamente unas 2.000.

Para dar respuesta a esta situación se creó en nuestra comunidad Autónoma el I Plan Integral de Oncología (PIOA 2002-2006) que sentaba las bases de la atención al problema de cáncer y que continua hoy en día, con el II PIOA 2007-2012 en el que se plantea una estrategia global para integrar las intervenciones más adecuadas en orden a prevenir, curar o asistir, así como formar e investigar sobre las causas y soluciones de la enfermedad. De esta manera han surgido unos procedimientos de trabajo (Procesos Asistenciales Integrados) que permiten abordar esta enfermedad de una manera integral evitando la variabilidad entre profesionales y mejorando la continuidad asistencial.

Los PAI del ámbito oncológico son en este momento 11: cáncer de mama y subproceso de diagnóstico precoz, cáncer de cérvix y endometrio, cáncer de próstata (e hipertrofia benigna), disfonía (incorpora el cáncer de cuerda vocal), cáncer de piel, cáncer colorrectal, cáncer de pulmón, cáncer de vejiga (pendiente de finalizar), cuidados paliativos y red de bancos de tumores de Andalucía.

Con la elaboración de estos planes, los profesionales de Atención Primaria (AP) estarían implicados en el seguimiento de los pacientes oncológicos y aún más cuando por causa de la evolución de la enfermedad, los cuidados pasan a ser domiciliarios. El domicilio debe ser el entorno habitual para el cuidado de pacientes terminales cuando sus problemas de salud no precisan de cuidados especialmente complejos, y cuando el soporte familiar es el adecuado para la realización de dichos cuidados. En estos casos, indudablemente, la atención domiciliaria es una opción asistencial totalmente válida como alternativa a la hospitalización prolongada o a la institucionalización del paciente. El cuidado en el domicilio va a aportar al sujeto, fundamentalmente, una mejora de su sensación de autonomía, en relación con su no dependencia continua de los profesionales sanitarios; y la posibilidad, por tanto, de fomentar su actividad de autocuidado.

 Se acepta, por tanto que los cuidados en el domicilio a las personas en fase terminal mejora la calidad de vida de los pacientes respecto a los cuidados hospitalarios.