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Artritis Reumatoide, presentación de caso

Artritis Reumatoide,  presentación de caso

Resumen: Presentamos el caso de una paciente de 68 años con larga evolución de artritis reumatoide que llevo tratamiento convencional de esta enfermad. Presenta deformidades severa de las pequeñas articulaciones tanto de la manos como de los pies, así como las mayores tobillo, rodilla, lumbares y eterno clavicular.

Artritis Reumatoide,  presentación de caso

Artículo original

Autores: Dr. Eusebio Castillo Marcial (1) Alfredo de la Asunción Izquierdo Hernández (2) Adriana Torres Cervera (3)  Elba Iribar Abreu (4) Estrella Marsh Ortiz

  1. Especialista de I Grado Medicina General Integral, Máster Atención Integral al Niño, Profesor asistente. Dr. C. Metodólogo de formación académica. Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo.
  2. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor.
  3. Licenciada en Enfermería. Profesor Instructor.
  4. Licenciada en Enfermería. Profesor instructor

La paciente presentó síntomas de insuficiencia cardiaca dado por taquicardia, edema en miembro y hígado que rebasa el reborde costal de más menos 2 cm de borde romo, congestivo y disnea a los pequeños esfuerzos. Se le realizó además una videoendoscopia evidenciándose una ulcera péptica. Se impuso tratamiento y se compensó las patologías descriptas.

Palabras clave: artritis reumatoide, deformidad poliarticular,  anquilosis, insuficiencia cardiaca, ulcera péptica. Helicobacter pylori.

Introducción

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria sistémica autoinmune, caracterizada por una inflamación persistente de las articulaciones, típicamente afecta a las pequeñas articulaciones de manos y pies, produciendo su destrucción progresiva y generando distintos grados de deformidad e incapacidad funcional, la autoinmunidad juega un papel primordial en su origen, en su cronicidad y en la progresión de la enfermedad. La enfermedad se asocia con la presencia de autoanticuerpos, particularmente el factor reumatoide y los anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados; tienes manifestaciones extraarticulares, en diversos órganos y sistemas, entre los que podemos citar: ojos, pulmones, corazón, piel, vasos sanguíneos, entre otros. (1,2)

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica y degenerativa que se caracteriza por provocar la inflamación de la membrana sinovial (membrana que alimenta, protege y cubre los cartílagos) de las articulaciones y en los tejidos circundantes,  puede tener un comportamiento extraarticular y dañar órganos y sistemas como el corazón, el riñón y el pulmón. Por este motivo es una enfermedad sistémica. (3,4)

Afecta con mayor intensidad a unas articulaciones que a otras, principalmente a las más móviles,  como las manos y los pies, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos. La inflamación de  las membranas sinoviales  es la responsable del dolor, la hinchazón, la sensación de rigidez que los pacientes pueden sentir por las mañanas y de la pérdida de la movilidad articular. (3, 4, 5)

Se estima que a nivel mundial esta patología afecta entre un 0,5 y un 0,8 por ciento de la población, es decir, aproximadamente a cinco personas por cada mil a nivel mundial. Su incidencia es mayor en las mujeres que en los hombres. De hecho, por cada 3 diagnósticos en mujeres se realiza sólo uno en los hombres. Aunque puede afectar a cualquier persona y aparecer a cualquier edad, se suele manifestar con más frecuencia en mujeres de 30 a 50 años. (3, 5,6)

La artritis reumatoide (AR) es la forma más común de artritis autoinmune y afecta a más de 1,3 millones de estadounidenses. De este grupo, aproximadamente el 75% son mujeres. De hecho, entre el 1 y el 3% de las mujeres pueden desarrollar artritis reumatoidea durante el transcurso de su vida. Generalmente, la enfermedad comienza entre los cuarenta y los sesenta años. Sin embargo, la artritis reumatoide (AR) puede comenzar a cualquier edad. (6,7)

Como toda enfermedad el diagnostico depende de una correcta aplicación del método clínico epidemiológico, con una exhaustiva anamnesis tanto próxima como remota, las cuales aportan infinidades de síntomas de gran importancia para el diagnóstico de la patología, los se complementaran con un minucioso examen físico que evidenciaran un rico cortejo de signos no menos útiles y necesarios. Finalmente los exámenes complementarios reforzaran nuestras hipótesis o presunción diagnostica.

Dentro de los exámenes se invocan: en el hemograma podemos encontrar anemia, normocítica hipocrómica; el factor reumatoideo suele ser positivo en el 80% de los casos, pero en los inicios de la entidad este pude ser de solo el 30%; los anticuerpos contra péptidos cíclicos citrulinados  (anti PCC), se encuentran en el 60 o 70% de los pacientes con artritis reumatoide (AR); la velocidad de sedimentación globular generalmente se encuentra acelerada, lo que confirma el nivel de inflamación en las articulaciones (7)

 Los rayos X pueden ayudar en la detección de la artritis reumatoide (AR), pero podrían no mostrar nada anormal en la artritis temprana. Aun así, estas primeras radiografías pueden ser útiles más adelante para indicar si la enfermedad está