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Acción enfermera en la artritis reumatoide

Acción enfermera en la artritis reumatoide

RESUMEN.

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que precipita causa la inflamación articular produciendo la incapacidad del paciente. Es necesario detectarla de forma temprana para actuar sobre ella y frenar su evolución. En este artículo se realiza un estudio de la artritis reumatoide así como la implicación que tiene la Enfermería en tal patología.

Acción enfermera en la artritis reumatoide

Autores:

Pedro Luis López Carmona. (Enfermero).

José Iglesias Moya. (Enfermero).

Palabras clave: Artritis reumatoide, Enfermería en artritis reumatoide.

INTRODUCCIÓN

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria autoinmune sistémica crónica de causa desconocida, siendo la poliartritis inflamatoria que más frecuente se produce en el adulto, afectando en el sexo femenino más que en el masculino y apareciendo en edades comprendidas entre los 30-50 años. Produce la incapacidad ya que tras un periodo de unos 3 años entre un 33 al 40% de los pacientes que sufren tal patología presenta una disminución de su capacidad para desarrollar la actividad profesional generando consecuentemente gasto a nivel sanitario, por lo que su diagnóstico y tratamiento precoz se podría reducir los costes en torno al 20% (1).

MECANISMO FISIOPATOLÓGICO.

Se produce una inflamación en la membrana sinovial de las articulaciones pudiendo afectar otras zonas cercanas como son las vainas tendinosas y las bursas sinoviales. La presencia de la inflamación da lugar a la liberación de enzimas proteolíticas produciendo la erosión y destrucción de la articulación así como su deformidad (2). Resulta importante eliminar tal inflamación ya que así evitaría daño articular por lo que actuar sobre el período inflamatorio llamado período “Ventana de Oportunidad Terapéutica”, mejoraría el pronóstico de la enfermedad. Cuanto menos sea la duración de los síntomas, mayor es la respuesta al tratamiento (3).

MANIFESTACIONES.

Como manifestaciones clínicas que presenta la artritis reumatoide, además de presentar daño articular, frecuentemente se caracteriza con la presencia de mialgias, cansancio, malestar, rigidez matutina en las articulación, fiebre, pérdida de peso y de apetito (4).

La artritis reumatoide puede darse lugar en cualquier articulación aunque hay articulaciones donde su presencia en más frecuente como son las articulaciones metacarpofalángicas, interfalángicas proximales y las articulaciones metatarsofalángicas con una frecuencia de afectación del 90%, siguiéndole los carpos, rodillas y rodillas con una frecuenta del 80% (5).

MEDIOS DIAGNÓSTICOS.

En la exploración física suelen hallarse las articulaciones rígidas, hinchadas, dolorosas a la palpación y calientes, manos frías, sudorosas y con pérdida de la fuerza de prensión, deformidad de la articulación metacarpofalángicas. Una vez la enfermedad avanzada puede dar lugar a dar subluxaciones y deformidad en la flexión de rodillas, tobillos, codos, muñecas, hombros, manos o pies

Los datos obtenidos de laboratorio en pacientes con artritis reumatoide se halla el factor reumatoide positivo en la mayoría de los casos, además de anemia normocrómica normocítica, aumento de eritrosedimentación, leucocitosis, disminución de viscosidad y baja concentración de glucosa en el líquido sinovial.

En las pruebas radiológicas suelen presentar osteopenia yuxtaarticular. Una vez que la enfermedad se encuentra ya avanzado se encuentran un angostamiento de los espacios intraarticulares, erosiones de los bordes de la articulación y subluxación

Según American American Rheumatism Association utiliza 7 criterios como son: rigidez matutina, artritis en 3 o más articulaciones, artritis en las articulaciones de la mano, artritis simétrica, nódulos reumatoideos, factor reumatoide sérico y cambios radiológicos (6).

PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA.

Eli pilar básico de los cuidados de Enfermería en los pacientes con artritis reumatoide se basa en el autocuidado del paciente a través de la educación del paciente para conocer la enfermedad, su tratamiento así como medidas para manejar la enfermedad.

En la actuación de Enfermería se centrara básicamente en tres puntos claves:

Dolor crónico: Las instrucciones que se darán al paciente son:

– Recomendar el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y analgésico según síntomas.

– Preservar el uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para estados inflamatorios.

– Abandonar el uso de medicación antiinflamatoria de forma progresiva para evitar la aparición de brotes.

– Uso controlado de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para evitar efectos adversos.

– Uso de coxib en caso de no respuesta de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).

– Informar del tratamiento no farmacológico al paciente.

– Pacientes con tratamiento con Metotrexato evitar la ingesta de bebidas alcohólicas y la administración de ácido fólico al día siguiente debido a la gran toxicidad.