Uso de anticoagulantes-antiagregantes en cirugía cardiaca
Las plaquetas son un componente sanguíneo cuya misión prevenir hemorragias, mediante la formación de un coágulo, impidiendo de esta manera la pérdida de sangre e iniciando tareas de reparación. Sin Embargo, reste mecanismo de defensa puede ser perjudicial si se pone en marcha dentro de un vaso sanguíneo, debido a que el coagulo puede obstruir la circulación de la sangre.
Uso de anticoagulantes-antiagregantes en cirugía cardiaca
Manuela Ordóñez Expósito
Mª Virtudes Osorio Areu
La antiagregación
- Introducción y definición.
Introducción:
Las plaquetas son un componente sanguíneo cuya misión prevenir hemorragias, mediante la formación de un coágulo, impidiendo de esta manera la pérdida de sangre e iniciando tareas de reparación. Sin Embargo, reste mecanismo de defensa puede ser perjudicial si se pone en marcha dentro de un vaso sanguíneo, debido a que el coagulo puede obstruir la circulación de la sangre.
Si el coagulo se forma en una arteria coronaria el resultado es el Infarto de Miocardio, por interrupción del flujo sanguíneo al corazón, de ahí la importancia de los fármacos antiagregantes. Los fármacos antiagregantes plaquetarios actúan sobre las plaquetas impidiendo que se inicien los procesos que llevan a la formación del trombo, por lo que son una parte fundamental del tratamiento de la enfermedad cardiovascular.
Definición:
Un antiagregante plaquetario es una sustancia o fármaco cuyo principal efecto es inhibir la agregación de plaquetas, y por tanto la formación de trombos o coágulos en el interior de venas y arterias.
Pueden ser:
- Endógenos: Que actúan durante la activación plaquetaria y la generación de la fibrina mientras se está formando el trombo. Previene la coagulación sistémica. Entre ellos Prostaciclina, Óxido Nítrico y Proteína C.
- Exógenos: O fármacos propiamente dichos. Como la Aspirina, Trifusal y Tienopiridinas (Clopidogrel, Ticlopidina y Prasugrel).
Los antiagregantes plaquetarios se utilizan con carácter preventivo dada la participación de las plaquetas, tanto en la formación precoz de placas de ateroma, como en la trombosis arterial.
El uso de antiagregantes es muy relevante en la prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular, como trombosis arteriales, IAM, y trastornos cardiovasculares.
- Fármacos más utilizados como antiagregantes
- Aspirina
- Clopidogrel
- Trifusal
- Ticlopidina
Estos fármacos evitan la formación de coágulos y son vitales en el tratamiento de la enfermedad cardiovascular.
Hablaremos de algunos ejemplos como por ejemplo la Aspirina que es la más conocida, y el Clopidogrel que es el más utilizado actualmente.
- Aspirina (AAS).
Se utiliza como antiagregante plaquetario en personas con riesgo de formación de trombos sanguíneos, principalmente en individuos que han sufrido un Infarto Agudo de Miocardio. Según un estudio del 2.008 no reduce el riesgo de un primer ataque cardiaco primario o ACV, sino que reduce el riesgo de una reaparición de este ataque. En mujeres y a dosis muy baja de Aspirina cada 2 días se disminuye el riesgo de ACV, pero no es un tratamiento que pueda alterar sustancialmente el riesgo de un Infarto o muerte cardiovascular. En general para un paciente que no tiene enfermedad cardiaca el riesgo de sangrado supera cualquier beneficio de la aspirina.
Efectos adversos:
- Ulceras pépticas
- Sangrado estomacal
- Nefritis
- Acufenos
Estos efectos no son iguales en todas las personas y, según algunos estudios, las mujeres son más resistentes a padecerlos.
Interacciones:
Fármaco – Resultados de la interacción.
Antinflamatorios no esteroideos (AINE): Puede incrementar el riesgo de úlceras y de hemorragias gastrointestinales, debido a un efecto sinérgico.
Corticoides: Puede incrementar el riesgo de úlceras y de hemorragias gastrointestinales, debido a un efecto sinérgico.
Diuréticos: La administración conjunta puede ocasionar un fallo renal agudo, especialmente en pacientes deshidratados. En caso de que se administren de forma simultánea ácido acetilsalicílico y un diurético, es preciso asegurar una hidratación correcta del paciente y monitorizar la función renal al iniciar el tratamiento.
Anticoagulantes orales: Aumenta el riesgo de hemorragia, por lo que no se recomienda. Si resulta imposible evitar una asociación de este tipo, se requiere una monitorización cuidadosa del