Revista Electronica de PortalesMedicos.com - https://www.portalesmedicos.com/publicaciones
Sexualidad en adolescentes. Riesgo para VIH/SIDA. Problema etico o moral
https://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/744/1/Sexualidad-en-adolescentes-Riesgo-para-VIHSIDA-Problema-etico-o-moral.html
Autor: Dra. Yadira Salazar Vásquez
Publicado: 11/10/2007
 


A nivel mundial la epidemia del SIDA se ha convertido en un problema de salud pública, y cada día se torna más difícil hacer entender a la población en riesgo la gravedad del problema. Si consideramos la epidemia del SIDA no solo como un problema de salud sino como un problema ético, y hacemos énfasis en la práctica de los valores morales que dan formación al individuo como persona, es probable que se pueda incidir en la prevalencia de la enfermedad. Una sexualidad mal entendida, e irresponsable en el desarrollo de la adolescencia, es una causa de riesgo para contagio de VIH/SIDA entre los adolescentes y jóvenes.


Sexualidad en adolescentes. Riesgo para VIH/SIDA. Problema etico o moral.


Sexualidad en adolescentes, riesgo para VIH/SIDA: ¿Problema ético o moral?

Dra. Yadira Salazar Vásquez. Q.F.B. Juan Constantino Torres.

 

RESUMEN: A nivel mundial la epidemia del SIDA se ha convertido en un problema de salud pública, y cada día se torna más difícil hacer entender a la población en riesgo la gravedad del problema. Si consideramos la epidemia del SIDA no solo como un problema de salud sino como un problema ético, y hacemos énfasis en la práctica de los valores morales que dan formación al individuo como persona, es probable que se pueda incidir en la prevalencia de la enfermedad. Una sexualidad mal entendida, e irresponsable en el desarrollo de la adolescencia, es una causa de riesgo para contagio de VIH/SIDA entre los adolescentes y jóvenes.  

 

 

 “También me atemorizo, confundo y equivoco

- ser humano fallido-

 tratando cada día de escudriñar mi alma

 sostenerme como viendo al Invisible

 conseguir ser más de lo que soy

 y con la cara al viento para alcanzar los sueños anhelados

 escritos entre líneas     diseños tan complejos

 inmersos en la nada del todo y explicar sin decir lo que soy 

 -sabiendo de quién soy  y quien me creó-

para llegar a ser el responsable hombre de mis sueños…”

 

                                       Juan Constantino Torres

                                       

                                                                         

INTRODUCCION

 

La epidemia del VIH/SIDA ha marcado a los jóvenes como la generación del SIDA, pues nunca han conocido un mundo sin SIDA. Las estadísticas confirman que millones de ellos ya han muerto. Pero tanto para los adultos como para los jóvenes, y principalmente para estos últimos, la epidemia parece ser invisible. Ante tal situación debemos comprender que se necesitan estrategias a nivel global que se centren en la juventud.

 

La sexualidad, aunque es parte natural de los procesos de desarrollo en los adolescentes, es a la vez factor importante que hace aumentar el riesgo de contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH/SIDA. Aunado a esto, la promiscuidad, y la poca utilización de métodos preventivos, así como la falta de una correcta educación sexual, son los puntos clave que hay que atender para fomentar una cultura libre de riesgos para estas infecciones.

 

Notablemente se puede constatar el auge de prácticas irresponsables en la sexualidad de los grupos de adolescentes y adultos jóvenes. Prácticas que quedan al margen de la ética que rige los principios morales de una sociedad en decadencia, a pesar de los grandes avances científicos y tecnológicos que distinguen la era postmoderna.

 

¿Cómo considerar la situación cuando las conductas de riesgo para las infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA en adolescentes dan pauta a la permanencia de la epidemia? ¿Podremos encontrar mejor solución para evitar la incidencia de contagio si se confronta desde la perspectiva de un problema ético y/o moral? ¿En qué ha fallado la ética? ¿Qué nos dicta la moral cuando una sociedad hedonista se ha desviado del fin final que implica una sexualidad responsable?

 

EL RIESGO DE LA SEXUALIDAD                             

 

Significado de la sexualidad

De las principales conductas de riesgo para el contagio de las ITS y el VIH/SIDA son la vida sexual coital, y el uso de drogas intravenosas en adolescentes y jóvenes - y en los no jóvenes también. Una y otra vez, de manera constante, los medios difunden las diferentes campañas de prevención manteniendo la alerta entre la población, a nivel mundial.

 

 De manera enfática, el análisis correspondiente se enfoca desde la perspectiva de una sexualidad irresponsable, como la causante en la incidencia de las ITS y el VIH/SIDA entre adolescentes y jóvenes. Por ello, es importante enseñar a los adolescentes y jóvenes, el correcto significado de la sexualidad. Que los padres tomen la responsabilidad de explicarles a los adolescentes los cambios que conlleva su desarrollo biológico; específicamente, los cambios que comienzan a surgir con respecto a su sexualidad. Hacerles ver que hacerse adulto es, entre otras cosas, un proceso mediante el cual los individuos dicen sí o no a la sexualidad y al amor, de acuerdo a sus convicciones íntimas.

 

Una de las finalidades de la educación en cuanto al desarrollo de las relaciones personales es ayudar a crear una ética personal. Al tener un fundamento ético en su formación los adolescentes pueden entender que la sexualidad no es solamente el ejercicio de los actos sexuales, pero estos también, en sus aspectos positivos, pueden entrañar amor, diversión, identidad o deseo de reproducirse, pero no tienen porque ser todo a la vez. Si esta es  la cuestión, entonces cabe sentido preguntarse: ¿cuál es entonces el valor de las prácticas sexuales?

 

La respuesta a esta pregunta implica algunas consideraciones pertinentes. A saber, el impulso sexual se desarrolló durante el proceso evolutivo como medio de asegurar la reproducción. Por lo tanto el deseo de reproducirse puede dar un significado especial a la sexualidad. Este punto de vista se acomoda más a la forma de ver la reproducción en las sociedades occidentales del pasado inmediato. Pero, actualmente la sexualidad ha alcanzado su propio significado, independientemente del deseo de reproducirse1.

           

La actual perspectiva de la sexualidad (vida sexual coital y no coital) es más bien egoísta y carente de valor (en cuanto a lo que vale y en cuanto a lo moral), no un fin en sí misma -desde el punto de vista constructivista en una relación de pareja- sino un medio para obtener el personal beneficio del placer (hedonismo) reflejado en la propia experiencia (egoísmo) de una satisfacción sexual pasajera.

 

El verdadero significado de la sexualidad se fundamenta, por tanto, en una educación sexual que se basa en argumentos científicos, que expliquen el desarrollo y cambios  biológicos  de la naturaleza humana en adolescentes y jóvenes. Así como, el desarrollo de la propia personalidad que se fundamenta en una moral bien encauzada. Sobre todo esto último, como lo explica Leandro Romero en su documento < Sexualidad y Educación sexual irresponsable >:

 

“ Desde la perspectiva de la promoción del bienestar sexual será mucho más importante educar  aprender a amar, para aprender actitudes, valores y habilidades para la maternidad responsable y eficaz, para ser padre y madre como consecuencia de una opción consciente, para ser padres y madres de mayor calidad, para aprender a ser mejores hombres y mujeres, para aprender a ser mejores parejas, para ser seres felices y realizados a partir de la sexualidad, el afecto, el amor y el erotismo” 2.

 

 

La educación sexual

Primeramente consideremos una definición, entre otras, acerca de Educación Sexual:

 

La Educación Sexual es la parte de la educación general que incorpora los conocimientos bio-psico-sociales de la sexualidad, como parte de la formación integral del educando. Su objetivo básico es lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarlo para que se cree sus propios valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir su sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su cultura, su época y su sociedad3.

 

Tomando como base la anterior definición, es lamentable darnos cuenta que el significado de la sexualidad se ha tergiversado, en mayor parte, por una ‘educación’ sexual basada en experimentos científicos y fraudulentos, como dicen Chaviano-Llaguno-Castañeda en su documento < El Fraude de Kinsey y sus consecuencias para la sociedad >:

 

“… lo que ha servido como base para los programas de “educación” sexual en las escuelas públicas, tuvo sus raíces en experimentos científicos fraudulentos y depravados, y en actividades inmorales y hasta crueles por parte de los investigadores.

Les sorprenderá saber que el primero de estos "investigadores" fue Alfred C. Kinsey, seguido por sus colaboradores y colegas, Wardell B. Pomeroy, Clyde E. Martin y Paul Gebhard. Sin lugar a dudas, sus investigaciones y estudios moldearon las actitudes y creencias en lo que concierne a la sexualidad humana, y pasaron a formar parte de los actuales programas de "educación" sexual, no sólo en los países "desarrollados", sino también en los del tercer mundo4.”


 

Ante tal realidad no nos queda más que asumir, cada uno de nosotros (individuos, familia, instituciones, estado, sociedad), la tarea que nos corresponde en nuestra responsabilidad en la educación sexual.

 

La responsabilidad primaria en la educación –en los aspectos básicos- para la formación de los individuos que han de llegar a ser los adultos del mañana, es la familia. Es necesario abiertamente conversar sobre temas, que quizás todavía sean tabú. Así como, obtener información actualizada, con fundamento y que pueda ilustrar con realidad la problemática cuando se vive una sexualidad irresponsable5.

 

Las escuelas e instituciones de salud, en base a los lineamientos gubernamentales (estado), deben dar seguimiento en la formación de de valores familiares, de conducta e identidad individual entre los adolescentes y jóvenes. Por último  y de igual importancia, también la sociedad en general debe fomentar una cultura centrada en la promoción de valores y actitudes para una sexualidad responsable, realizante y constructiva6.

 


Sexualidad en adolescentes. Riesgo para VIH/SIDA. Problema etico o moral 2.


ELECCION POR EL HEDONISMO

 

Definición

¿Por qué los adolescentes y jóvenes –hombres y mujeres-  (y las personas de cualquier edad) se dejan llevar fácilmente por la gratificación temporal que ofrece la sexualidad sin considerar los riesgos…? Para entender mejor la manera de pensar, y por lo tanto de actuar, de los adolescentes y jóvenes es necesario hacer un breve análisis de la moral que rige la conducta en un gran número de ellos. Conducta que tiene fundamento en una de las doctrinas filosóficas más antiguas: el hedonismo.

 

El Hedonismo es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser de la vida7. Epicuro de Samos (341-270 AC) se lo considera universalmente como el filósofo campeón del hedonismo. Abogaba por una vida de continuo placer como la clave para la felicidad -el objetivo de sus enseñanzas morales. El hedonismo es una teoría moral que constituye al placer (hedoné) el bien último o supremo fin de la vida humana. Infiere que el individuo encamina todos sus esfuerzos  en la búsqueda del placer8.

 

No es difícil entender que las personas equivocan, al elegir el placer como meta final en la vida. Si hemos de confrontar el peso del “placer” contra el peso de la “felicidad”, fácilmente podemos darnos cuenta del valor que cada concepto contiene en sí mismo. Por un lado el placer es fugaz, mientras que la felicidad es duradera. El placer se vuelve adicción mientras que la felicidad nos permite gozar de libertad. Los placeres, por si solos, no garantizan felicidad alguna. Ese es el error cuando las personas eligen el placer por la felicidad9.

 

Su influencia en la actualidad

Ante la fuerza que vemos de tan persistente doctrina y la facilidad con que es asimilada por una generación que está más acostumbrada a imitar (copiar) que a reflexionar, podemos entender que es difícil a los tales, esquivar sus impactos. El hedonismo nos rodea por completo en nuestra actual civilización. La mercadotecnia y su acoso directo al “ego”, en términos morales, sugieren de manera preponderante la adquisición del placer. Sea por la elección del mejor o el más caro producto, o sea pregonando un estilo de vida “más” fácil, con una conducta laxa y no comprometida, irresponsable.

 

Al considerar tal doctrina podemos fácilmente identificarla como algo prioritario en el patrón de vida del adolescente; demostrando así un común denominador universal. Donde la vida se  toma como se la presenta, en su andar cotidiano, atento a su “ego” e indiferente a lo(s) demás. La mayor parte del tiempo, influenciado por los diversos medios que pregonan la cultura del placer fácilmente asequible. Y alejados totalmente de la realidad de la vida. En la actualidad, “…los teóricos no-hedonistas… comparten el rasgo común de afirmar que el fin de la vida humana no es la obtención del placer, sino alcanzar otras metas que no siempre proporcionan una satisfacción sensible…”10.      

 

VIH/SIDA: ¿PROBLEMA ETICO O MORAL?

 

La Ética como Filosofía de la moral

La ética es la parte de la filosofía que se dedica a la reflexión sobre la moral. Al ser de esa manera le ayuda al individuo a investigar el por qué de sus actos, llegando así a dar razón de la moral. La ética, la Filosofía moral, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos en relación a los actos que hacemos o dejamos de hacer; la expresión de la moral en sí misma. La ética es ese saber que pretende orientar las acciones de los seres humanos11.

 

Es interesante señalar que el hombre por su capacidad racional no puede evitar el pensar. En su libro Un Enfoque Cristiano a la Filosofía, Warren C. Young (1986) hace esta reflexión y comienza citando a Aristóteles cuando dijo: “Queramos o no filosofar, tenemos que filosofar”12. Así, el hecho de pensar ubica al hombre como un ser muy especial en la creación. Su capacidad intelectual, por tanto, le permite llegar a encontrar las soluciones a los problemas que se le presenten en la vida diaria. Lo cual lo hace responsable de sus actos.

 

La conversión hacia una alta moral implantada en la esencia misma del ser –ya sea por un fundamento ético y/o valores morales bien inculcados, o el apego a la ética según los preceptos divinos (ética cristiana)-  ha de señalar la solución a la problemática del individuo; quien con sus propias debilidades y fortalezas,  es y será el actor principal de una sociedad propositiva, inteligente, y constructiva. Es el hombre, y  la mujer, que ha de actuar teniendo como base los valores morales y cuya meta final es alcanzar el bienestar, la felicidad, y el éxito en todo lo que se propone así para el progreso de la colectividad, tanto como de sí mismo -recordando que la esfera completa de su ser no solo es física y emocional, sino también espiritual.

 

¿Ética o moral?

Es obvio que las conductas de riesgo para VIH/SIDA en adolescentes es un problema de salud pública. ¿Pero que dio origen a la problemática? En realidad, siendo sinceros, no fue un problema de salud lo que originó la epidemia del SIDA. Y aunque nos pese decirlo, la verdad sea dicha, el problema surge cuando los principios morales fueron quebrantados y la moralidad se identificó de manera negativa, incriminatoria, en aquellos primeros reservorios de la infección. Lo demás, es historia… por ello, hemos de referirnos al asunto que nos concierne, desde la perspectiva de… si no es, acaso, un problema ético o moral.

 

Al hablar de valores o de normas, estamos entrando en el campo de la filosofía. Hunter Mead habla de la filosofía diciendo que es “en esencia la búsqueda del conocimiento completo relacionado con el carácter, el significado y, acaso, el valor de la experiencia”13. Y aunque el asunto que nos compete no es un estudio sobre la filosofía, no obstante, es interesante hacer notar su importancia pues de ahí surge la ética. Antonio Caso, por ejemplo, nos dice que, la Filosofía tiene que responder fundamentalmente a éstas dos grandes preguntas… “¿qué es el ser?” y…“¿qué valor tiene el ser? La respuesta a la primera interrogación constituye la Ontologíaóntos, ser- y la segunda engendra la Axiologíaaxú, pesar, medir-14. Tanto la ética (del griego ethos: costumbre o modo de ser) como la moral (del latín: mor, moris: carácter o modo de ser) dan las pautas en la realización del ser como individuo útil, de beneficio, tanto en su entorno próximo como en la sociedad en que se desenvuelve. La primera, estableciendo lo que “debe ser”, y la segunda dictando a la conciencia lo que “es”15.

 

Una sexualidad responsable se da cuando las personas se hacen sordas a los gritos comunes, de personas mediocres, que a toda costa tratan de arrastrar a todo aquel que puede. La conciencia de aquel que vence la mediocridad está gratamente saturada de los principios morales -su propia ética- que rigen y conforman su personalidad.  Si los valores morales persisten en la razón y norman las acciones de cada individuo, la ética ha cumplido su parte. Por el contrario si

la acción carece de moral,  es reprobada y merece el calificativo de inmoral16.

 

CONCLUSION


No es congruente pregonar el éxito en todos los ámbitos del positivismo humano cuando el ser interior convive consigo mismo -y con quienes le rodean- inmerso en un negativismo que le lleva cuesta abajo en una carrera marcada por el  deterioro de sus propios valores morales. Tal perspectiva revela la frustración del ser. Ese ser que convive arraigado a los vicios, ignorancias, y mitos mal trazados en una sociedad, desde ya, nombrada postmoderna y que nos lleva a pensar en la ausencia misma de esa modernidad que nos hace enorgullecernos como seres exitosos.

 

En  una nueva educación sexual, fundamentada en una ética vinculada a los derechos humanos, se propone enseñar que la sexualidad es algo maravilloso que merece vivirse, no de cualquier forma, o de manera mediocre, sino de manera responsable.

 

Podemos decir que se vive una sexualidad en forma responsable cuando en base a una moral bien aprehendida…

·         La persona (adolescente, joven o adulto) se hace cargo de los propios actos y decisiones.

·         Tiene en cuenta los riesgos y consecuencias de los propios actos sobre sí mismo y los demás.

·         Cuando se toma en cuenta los propios sentimientos, valores y actitudes para tomar decisiones respecto a la vida sexual coital o no coital.

·         Cuando se tiene el valor para decidir aplazar el placer y la gratificación en situaciones que ocasionarían problemas  y consecuencias negativas para sí mismo y otras personas; mayormente ante el  riesgo de contagio para ITS y el HIV/SIDA en la actualidad.

·         Cuando decide libre, consciente y autónomamente, como resultado de una adecuada autoestima.

·         Cuando la propia vivencia sexual está asociada a un sentido que le da significado a la experiencia sexual y amorosa.

·         Cuando decide mantener relaciones sexuales con una sola persona toda la vida.

·         Cuando su conducta se rige por la moral que la ética le dicta, o la inculcación de los valores morales familiares, o los valores apegados a la ética cristiana.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

(1) Barranco C. Enriqueta. Manual de Salud Reproductiva en la Adolescencia. España. INO Reproducciones, S.A. 2001. Cap. 17 p. 623
(2) Romero S., Leonardo (2006) Sexualidad y educación sexual irresponsable, Documento, Barranquilla - Colombia.
(3) EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO DEL INSTITUTO NACIONAL DE EDUCACION SEXUAL: Metodología y Educación Sexual. Editor INES. Vol. VII. Sto. Domingo. 1976. p. 14
(4) Chaviano, R., Llaguno, M., Castañeda, A. Documento: El fraude de Kinsey y sus consecuencias para la sociedad. Website: "The Truth About Alfred Kinsey”: www.cwfa.org/kinsey.asp y el de la Dra. Judith A. Reisman, experta en este tema: www.drjudithreisman.org.
(5) http://www.cenesex.sld.cu/webs/diversidad/hablar%20si%20da.htm CENESEX. Centro Nacional de Educación Sexual y Centro Nacional de Prevención ITS-VIH/SIDA.
(6) Romero S., Leonardo (2006) Sexualidad y educación sexual irresponsable, Documento, Barranquilla – Colombia.
(7) Wikipedia, la enciclopedia libre.
(8) http://www.atomic-swerve.net/jardin/hedonismo.html El Hedonismo y la Vida Feliz: La teoría epicúrea del placer.
(9) Interrogantes.net (2000-2006) Sexo, Placer y Felicidad, Documento, Madrid – España.
(10) Cortina A. y Martínez E. ETICA. Madrid, España: Ed.AKAL. Cap. II p. 34
(11) Mismo autor. Cap. I p. 9
(12) Young, W. C. Un Enfoque Cristiano a la Filosofía. Grand Rapids, Mi: Editorial Mundo Hispano, 1986. p.13, 14.
(13) Mismo autor. P. 17.
(14) Baeza, L. ETICA. México: Editorial Porrúa, S.A. 1959. p. 27, 28.
(15) Mismo autor. p. 29.
(16) Cortina A. y Martínez E. ETICA. Madrid, España: Ed. AKAL. Cap. I p.1


Autores:

Dra. Yadira Salazar Vásquez.

Maestría: Salud Ocupacional. U.A.T.; Salud Publica (en curso). Instituto Nacional de Salud Pública.
Coordinador de Salud Rural y del Programa Oportunidades, Jurisdicción No. IV. Cd. Reynosa, Tam. México.
Médico de consulta privada.
Actualización Médica continua en Congresos, Talleres, Diplomados, Cursos varios y Conferencias.
Miembro activo del Colegio de Médicos Generales de Reynosa A.C.

Q.F.B. Juan Constantino Torres.
Licenciatura: Químico Farmacéutico Biólogo. U.A.T.
Maestría en Teología. Universidad Logos. Florida, USA
Miembro activo del Colegio de Químicos Clínicos del Noreste A.C. Cd. Reynosa Tam.
Director de Laboratorio de Análisis Bioclínicos LAB. Cd. Reynosa, Tam.
Educación continua en Química Clínica a través de Congresos, Cursos, Diplomados, Talleres, y Conferencias.

Cd. Reynosa, Tamaulipas (México). Mayo de 2007