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Enseñar a hacer, enseñar a actuar

Enseñar a hacer, enseñar a actuar

La enseñanza de habilidades y, el desarrollo de hábitos y capacidades profesionales constituyen un serio problema de la educación en todos los niveles de enseñanzas y en todas las disciplinas, por cuanto están indisolublemente concatenadas con la esencia misma o médula da cada profesión, o sea, de la razón de ser de cada una de ellas: egresar a un profesional altamente calificado, y competente, portador de un rol y un estatus social.

Enseñar a hacer, enseñar a actuar. Una alternativa cooperativa. Tratamiento didáctico para el aprendizaje de habilidades y desarrollo de hábitos y capacidades.

Artículo de reflexión

Autores: Dr. Eusebio Castillo Marcial (1), Dr. C. Alfredo de la Asunción Izquierdo Hernández (2)

  1. Especialista Primer Grado en Medicina General Integral. Máster en Atención Integral al Niño. Profesor Asistente
  2. Doctor en ciencias. Profesor titular. Metodólogo de formación académica de la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo

Policlínico Universitario Ramón López Peña. Municipio Caimanera.

Resumen

En el presente artículo se reflexiona sobre enseñar a hacer, enseñar a actuar. Una alternativa cooperativa. Tratamiento didáctico para el aprendizaje de habilidades y desarrollo de hábitos y capacidades médicas, a través de una propuesta metodológica donde los integrantes de la organización aplican la tesis del constructivismo de vigotskiano, que define la zona de desarrollo potencial como la distancia entre el nivel de resolución de una tarea que una persona puede alcanzar actuando independientemente y el nivel que puede alcanzar con la ayuda de un compañero más competente o experto en esa tarea. Y la zona de desarrollo próximo que puede describirse como el espacio en que gracias a la interacción y la ayuda de otros, una persona puede trabajar y resolver un problema o realizar una tarea de una manera y con un nivel que no sería capaz de tener individualmente y su repercusión en los niveles de competencia del equipo.

Palabras clave: enseñar a hacer, enseñar a actuar, competencia, aprendizaje, habilidades, hábitos, capacidades, alternativa, didáctica.

Introducción

De nuestra experiencia observamos que al impartir los conocimientos teóricos de matemática el profesor utilizaba, en aquel entonces, métodos tradicionales semejantes a las otras ciencias, pero para el aprendizaje de las habilidades y desarrollo de hábitos, todo esos conocimientos se expresaba en situaciones problémicas, ecuaciones y funciones, los cuales eran sistematizadas en varios encuentros siguientes hasta que los alumnos asimilaran los procedimientos o modos de actuación para su solución, todas vez más complejos, cuantos más se consolidaban el sistema de conocimientos.

En este complejo proceso de la enseñanza de habilidades y desarrollo de hábitos tenían un peso capital tanto los monitores de las asignaturas como los alumnos con rápido aprendizaje, que interactuaban con los de aprendizaje lento y, en grupo de pares o equipos de trabajo realizados de forma volitiva, para explotar el importante componente afectivo, interactuaban facilitando la aprehensión de los conocimientos. Esta situación encontró su tiempo espacio ideal durante la realización del estudio independiente.

Este sistema de trabajo ha sobrevivido al tiempo por los siglos de los siglos y perdura hasta el día de hoy, contribuyendo al aprendizaje desarrollador de los educandos, lo que sí es indispensable que el sistema de evaluaciones este concatenado a la metodología empleada en impartir los conocimientos. En otras palabras, las ciencias matemáticas exigen que para que el alumno demuestre que tiene vencido los conocimientos tiene que demostrarlo en las evaluaciones sistemática de cada tema, a través de la solución de problemas para los que la mayoría de las veces, tienes que expresarlos en funciones y ecuaciones de mayor o menor complejidad siguiendo una ruta crítica e infinitos despejes de las distintas variables hasta arribar a la resolución de los mismos.

Estas metodologías y procedimientos de las ciencias matemáticas han garantizados para enseñar habilidades y desarrollar hábitos en los estudiantes, desde la primaria, secundaria, preuniversitario, su ingreso a la educación a la educación superior hasta su egreso en cualesquiera de los niveles de enseñanza medio o superior, donde esta disciplina se imparte y forma parte del pensum de estudio de la carrera. También ha el método utilizado para medir el aprendizaje a través de la categoría didáctica más importante para medir el resultado de lo enseñado: la evaluación.

Este fenómeno como hemos constituye una teoría probada, fidedigna, útil, indispensable tanto para enseñar habilidades, desarrollar hábitos y capacidades y demostrar el impacto de lo enseñado y lo aprendido, emitir criterio, juicio, arribar a conclusiones con alto nivel de fidelidad, pues si el estudiante no domina el sistema de conocimiento científico de la disciplina jamás podrás resolver los millones sistemas de ejercicios matemáticos, que no es otra cosa que demostrar el dominio del contenido, las habilidades y desarrollo de hábitos y capacidades.

Sin embargo, este sistema de trabajo, que la humanidad ha creado y perfeccionado durante millones de años y, para lo cual el estudiante se ha preparado durante 12 años de oro de su vida, en nuestro medio cuyo punto culminante es la estresante prueba de ingreso a la educación, se abandona o no se le da continuidad a su ingreso a la educación superior, específicamente en las ciencias biomédicas, lo que constituye una fractura grave entre la enseñanza y aprendizaje de habilidades clínicas; desarrollo de hábitos y capacidades

De como ocurre este fenómeno en la educación en cuba se encarga la educación, que tiene como sustento el constructivismo social y la escuela histórico cultural de Vygotsky y, para lo cual hay suficiente material didáctico, se ha investigado y se investiga, se cursan maestrías y doctorados en ciencias de la educación a lo largo y ancho del país. De