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Revisión bibliográfica sobre parálisis de Bell y plan de cuidados estandarizado de Enfermería

Revisión bibliográfica sobre parálisis de Bell y plan de cuidados estandarizado de Enfermería

Resumen:

La parálisis de Bell es una enfermedad de causa desconocida en la que el nervio facial se inflama y por lo que se pierde temporalmente la función contráctil de los músculos de la cara del lado afectado.

Revisión bibliográfica sobre parálisis de Bell y plan de cuidados estandarizado de Enfermería

Autores:

Allo Burguete, Aitziber- Enfermera de Otorrinolaringología del Complejo Hospitalario de Navarra.

Ciaurriz Apostua, Maite- Enfermera de Otorrinolaringología del Complejo Hospitalario de Navarra.

La mayoría de los casos revierten al cabo de unas pocas semanas, pero en los casos más graves será necesario tratarla con medicamentos y otras terapias. El papel de Enfermería es clave, ya que muchos pacientes experimentan cambios físicos en el lado afectado en los que será necesario mantener una serie de cuidados.

Palabras clave: parálisis de Bell, cuidados de Enfermería.

INTRODUCCIÓN

La parálisis facial o parálisis de Bell consiste en un trastorno del nervio facial o séptimo par craneal, que se ocupa de los movimientos musculares voluntarios, reflejos y automáticos de dichos músculos. Este tipo de parálisis recibe el nombre del cirujano escocés Sir Charles Bell que fue el primero en describir esta patología. En el 99% de los casos la parálisis es unilateral. En el caso de ser bilateral hay que realizar un estudio completo para buscar la etiología.

Cada nervio facial controla los músculos de un lado de la cara y transporta impulsos nerviosos a las glándulas lacrimales, las glándulas salivares, y estribo (hueso del oído medio). El nervio facial también transmite sensaciones del gusto provenientes de la lengua. (Imagen 1). Cuando se produce la parálisis de Bell, se interrumpe la función del nervio facial, causando la interrupción de los mensajes que el cerebro le envía a los músculos faciales junto con alteraciones de la secreción lagrimal y salival, disminución de la sensibilidad gustativa, e incluso hiperacusia, dependiendo del trayecto del nervio que se haya lesionado. De esa forma la persona no es capaz de mover algunos o ninguno de los músculos de la cara. Tiene un inicio brusco y es de causa desconocida.

Su incidencia es de unos 23 casos por cada 100.000 (*) habitantes por año. Afecta de igual forma tanto a mujeres como a hombres. La edad habitual de parición es entre los 18 y los 50 años.

(*)[1] SEMERGEN- Medicina Familiar- Parálisis facial periférica en Atención Primaria. Cinesi Gómez a, MM Caballero Sánchez a, F Álvarez de los Heros b

ETIOLOGÍA

La sintomatología comienza tras la inflamación del nervio facial dentro del conducto de Falopio, dificultando el retorno venoso y dañando así el nervio. Aunque su etiología en la mayor parte de los casos es desconocida, la mayoría de científicos creen que el desencadenante es el virus herpes simple.

Existen otras causas por las que se podría desarrollar una parálisis como infecciones por virus y bacterias, traumatismos en la base del cráneo, tumores craneales que compriman el nervio, otitis media…

SINTOMATOLOGÍA

Debido a la complejidad de este nervio la sintomatología es muy variada. A veces puede presentar un pequeño resfriado, cefalea o dolor retroauricular días antes de que se produzca la parálisis. Los signos y síntomas suelen empezar de forma repentina, aunque hay casos en los que empiezan a los 2-3 días. Esto no quiere decir que sea de mayor gravedad.

  • Signo de Bell: incapacidad de cerrar completamente el ojo. (Imagen 2).
  • Signo de Vela: desviación de la comisura de la boca al intentar soplar. (Imagen 3).
  • Hemiparesia del lado afectado: Debilidad de los músculos en la cara. Descolgamiento de la cara, como el párpado o la comisura de la boca.
  • Dificultad para comer y beber; el alimento se sale por un lado de la boca.
  • Ageusia: Problemas para saborear alimentos con la parte anterior del lado afectado de la lengua.
  • Babeo debido a la falta de control sobre los músculos de la cara. Boca seca.
  • Problemas para sonreír, hacer muecas o hacer expresiones faciales. (Imagen 4).
  • Sonido que es más fuerte en un oído (hiperacusia).

Este tipo de parálisis solo afecta a la cara. Si la persona tiene debilidad u otra sintomatología en algún lado del cuerpo probablemente tendrá otra causa.

DIAGNÓSTICO

Generalmente la parálisis de Bell se diagnostica por la clínica y el examen médico completo. Es recomendable acudir al especialista en cuanto se presente algún síntoma. Es importante saber cuánto tiempo lleva con esos síntomas, si ha pasado alguna enfermedad o si ha tenido algún traumatismo hace poco, y si se ha tenido cualquier otro problema, como debilidad o parálisis en otras partes del cuerpo.

Se realizará una anamnesis completa del paciente con el fin de recaudar la mayor información posible a la entrada en urgencias. Se hará hincapié en la movilidad facial, alteraciones sensitivas, disfunciones secretoras y el tiempo transcurrido desde el primer síntoma. El médico completará la anamnesis y le realizará la exploración neurológica. Se debe valorar los músculos faciales que inerva el nervio facial para ver posibles asimetrías.

Pruebas complementarias:

  • Se puede realizar analítica de sangre para buscar problemas médicos.
  • Electromiograma y prueba de la conducción nerviosa para ver la conducción de los nervios.
  • Escáner o resonancia magnética para descartar patología cerebral.

TRATAMIENTO

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