Inicio > Geriatría y Gerontología > Funcionalidad física y mental en adultos mayores que realizan ejercicio

Funcionalidad física y mental en adultos mayores que realizan ejercicio

Funcionalidad física y mental en adultos mayores que realizan ejercicio

Introducción: El ejercicio tiene gran importancia para la salud por los beneficios que aporta. Estudios demuestran que la falta de ejercicio es riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas y declive orgánico, por lo que es importante promover ejercicio físico y mental en el adulto mayor.

Funcionalidad física y mental en adultos mayores que realizan ejercicio

Autores: * MCE. María Flor López Ariza * MCE Minerva Peña López * Dra. Josefina González Beristaín ** Lic. Elia Huerta Merino **Lic. María del Carmen Trujillo López

*Académicos de Carrera de Tiempo Completo. Facultad de Enfermería Región Córdoba Orizaba. Universidad Veracruzana

** Egresadas Facultad de Enfermería Región Córdoba Orizaba. Universidad Veracruzana

Resumen

Objetivo: Identificar beneficios en la funcionalidad física y mental en adultos mayores de 60 años que practican ejercicio en relación con quienes no lo practican.

Metodología: Se realizó un estudio prospectivo, comparativo y descriptivo en un Centro de Seguridad Social IMSS con una muestra de 60 adultos mayores, 30 practicaban ejercicio y 30 no. Para evaluar la funcionalidad física y mental, se aplicaron test de la valoración geriátrica funcional y un cuestionario para identificar beneficios del ejercicio. Los datos se analizaron mediante distribución de frecuencia y porcentaje.

Resultados: 97% del grupo que practica ejercicio es independiente en actividades básicas de la vida diaria (ABVD). En actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) 91% de mujeres y 100% de hombres son independientes, 93% presentan estado mental normal. De sujetos que no realizan ejercicio 83% son independientes en actividades básicas de la vida diaria (ABVD). En actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD), 68% de mujeres y 63% de hombres son independientes. En relación a estado mental 73% es adecuado y 27% tiene trastorno cognitivo.

Discusión: Estudios realizados demuestran que el ejercicio mantiene, prolonga y/o recupera la funcionalidad física y mental.

Conclusión: Los resultados indican que, adultos mayores que practican ejercicio mantienen una mayor funcionalidad física y mental en comparación con los que no lo realizan.

Palabras clave: Beneficios, Ejercicio, Funcionalidad, Adulto mayor, Actividades instrumentales.

México ha experimentado una serie de cambios en su pirámide poblacional, paulatinamente se han incrementado las personas mayores de 60 años. En 1930, la población de adultos mayores era inferior al millón de personas, esto es, 5.3% de la población total, sin embargo, el Censo de Población y Vivienda en 2010, contabilizó 10.1 millones de adultos mayores lo que representa 9.0% de la población total. (INEGI, 2010)

La población de adultos mayores de 60 años y más, crece a un ritmo mayor que el total de la población, en 2010 tuvo una tasa de crecimiento de 3.6%, contrario a lo que sucede con la tasa de crecimiento de la población total que fue de 0.880, por lo que se espera que en el 2020 alcance un crecimiento de 4.2%, con 14 millones, lo que representaría el 12.1% del total de la población, y que para el 2050, serán cerca de 34 millones, lo que representaría el 27.7 % de la población total. (Villagómez, 2010)

El proceso de envejecimiento es altamente complejo y variado, involucra cambios en la célula y en el tejido y el organismo. Se cree que dicho proceso se inicia por procesos internos, como lo es la programación genética e influenciada por factores externos, como el medio ambiente, estilo de vida capacidad de adaptación, existencia o falta de apoyos sociales sensaciones de utilidad y bienestar consigo mismo (Badd, 1998), agrega que este proceso no se da de igual manera en todos los individuos, ya que es un proceso irregular y asincrónico.

(Brigeiro, 2004) en Rice y Lockenhoff (2002, p. 123-131), afirma que envejecimiento exitoso y tercera edad son, teóricamente, nociones relacionadas y, se puede decir que comparten muchas perspectivas y significados, agrega que envejecimiento exitoso, antes que un concepto, enmarca desde hace mucho, una importante aspiración humana. Comenta que los individuos deseamos envejecer bien, sin dolor o con el mínimo de sufrimiento, que usualmente, miramos con admiración a aquellos que atraviesan los años revelando bienestar, realización.

 Retoma las connotaciones que hacen Neri y Cachioni (1999, p. 113-140), a la definición de envejecimiento exitoso, ellos señalan tres, la primera se refiere a la realización del potencial individual capaz de generar satisfacción física, psicológica y social según el individuo y su grupo de edad. Esta es evaluada de acuerdo a condiciones objetivas disponibles, por la visión que la gente e instituciones poseen sobre tales condiciones y por lo que se considera necesario para la realización plena de este potencial.

 La segunda significación toma como parámetros de envejecimiento exitoso el funcionamiento que más se acerque al de la media de la población más joven, siendo adoptada por las prácticas de salud, educativas y estéticas destinadas a preservar la juventud y retardar los efectos del envejecimiento. La tercera idea de envejecimiento exitoso se relaciona con la identificación de comportamientos para los cuales los individuos poseen un buen desempeño, y de optimización de su ejecución por medio de mecanismos de entrenamiento y motivación.

 Mediante tales estrategias se compensarían las pérdidas identificadas en el proceso de envejecimiento y se mantendría la estimulación para realizar comportamientos en otros dominios de la vida cotidiana. En esta tercera connotación, los ejemplos para lograr un envejecimiento exitoso suenan afines a la perspectiva de la promoción de la salud: si un adulto mayor tiene una buena capacidad física, la preservación de este potencial y su estimulación a través de la práctica deportiva puede reforzar el sentido de bienestar y favorecer la manutención de vínculos sociales.

 Es en este sentido que el proceso de envejecer exitosamente dependería mayoritariamente de acciones en prevención y promoción de la salud, ya que la desdicha de la vejez asociada al deterioro físico y mental estaría supuestamente bajo el control del propio individuo. Las pérdidas, según este paradigma, están asociadas a factores tales como hábitos cotidianos, alimentación, práctica de