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Valoración y cuidados de Enfermería en el síndrome varicoso

Valoración y cuidados de Enfermería en el síndrome varicoso

El síndrome varicoso es la dilatación permanente de las paredes de las venas, con alteración irreversible de su pared. Se desarrolla su etiología, patogenia, clínica, diagnóstico, tratamiento, valoración de Enfermería, principales diagnósticos enfermeros y cuidados de Enfermería.

Valoración y cuidados de Enfermería en el síndrome varicoso

Mari Carmen García García. Diplomada en Enfermería, Servicio Andaluz de Salud.

Resumen

Se ha realizado una revisión de la literatura científica en las bases de datos Scielo, Cuiden, Cochrane y Elsevier con los descriptores: varices, extremidad inferior, atención de Enfermería.

Síndrome varicoso

El síndrome varicoso es la dilatación permanente de las paredes de las venas, con alteración irreversible de su pared. En cuanto, a la etiología, es muy frecuente, sobre todo en miembros inferiores y pueden ser:

  • Postflebíticas: Tras enfermedades tromboflebíticas.
  • Sintomáticas: Embarazo, tumor, fistula arterio-venosa.
  • Esenciales: En función de la cantidad del sistema venoso que este afectado. Simples, si hay sólo afectación del sistema superficial (safenas) y completas, si hay afectación del sistema profundo junto al superficial.

En relación a la patogenia podemos distinguir:

  • Factor constitucional: Mesénquima débil (incidencia familiar). No bien sabido.
  • Factor adquirido: Son aquellos factores que aumentan la presión venosa (ortostática, profesión, sedentarismo) o dificultan el retorno (embarazo, tumores, obesidad).

Tanto el factor constitucional como el adquirido producen una sobrecarga en el sistema superficial dando lugar a una insuficiencia valvular produciendo dilatación crónica con alteración en las válvulas siguientes y de toda la vena como resultado final.

Con respecto a la clínica los síntomas van aumentando poco a poco.

  • Preclínica: Pesadez de miembros inferiores, calambres, pruritos, edema maleolar, varículas (pequeñas varices en forma de red superficiales). Estos se presentan a última hora del día, que se calman con el reposo.
  • Varices: Dilataciones venosas (más en los pies), estas desaparecen si la persona está acostada con los pies más altos; edema maleolar (que no aparece por la mañana), esclero-melanodermia (esclerodermia; la piel se pone más gruesa, melanodermia; oscurecimiento de la piel).
  • Complicaciones: Son más frecuentes con el tiempo evolutivo de la enfermedad. Mayores: tienen más trascendencia. Aparecen úlceras, varicoflebitis, varicorragia. Menores: Eczema, linfagitis, afectación de la piel.

La exploración consiste en la localización de la fase por signos y síntomas como la intensidad, número de varices y de los sistemas afectados. Se realiza con el paciente de pie y en decúbito supino.

El diagnóstico tiene que ser lo más completo posible, cuando el diagnóstico es incompleto se producen recidivas. Están basados en la historia, exploración y flebografía que consiste en inyectar contraste en vena y ver el drenaje venoso. Estos diagnósticos deben cubrir una serie de aspectos:

  • Localización y número de comunicantes afectados.
  • Participación o no del sistema arterial.
  • Estado del sistema profundo.

El tratamiento puede ser médico, esclerosante y quirúrgico.

  1. Médico: Esta indicado y es complementario. Este detiene o mejora el síndrome, pero no lo cura. Consiste en:
  • Evitar factores que potencian el síndrome (obesidad, estreñimiento, ortostático).
  • Medidas locales: medias, postural, etc.
  • Ejercicio de miembros inferiores, hidroterapia, masajes, etc.
  • Fármacos: flebotropos, antihistamínicos, pomadas, sintomáticos, antiedematosos.
  1. Esclerosante: Consiste en provocar flebitis y fibrosis localizada para que se produzca una oclusión de la luz del vaso. Este tratamiento produce una irritación de la pared de la vena seguida de coaptación y anulación funcional. Este tratamiento está indicado en varices escasas es complementario y postoperatorios. Es una modalidad paliativa y no curativa. Los métodos más utilizados son fármacos, frío, puntos vidal: con hilos comunicantes se atraviesa piel y vena, dejando punto en el interior de las venas, esté la irrita y posteriormente el hilo se reabsorbe.
  2. Quirúrgico: Consiste en la supresión de venas varicosas del miembro inferior. Se realiza asociando técnicas como la safenectomía y ligaduras. Este tratamiento tiene escasas recidivas (sólo se pueden producir por fallo en el diagnóstico o en la técnica)

Valoración de Enfermería

Se basa en un abordaje biopsicosocial. La valoración se realiza en miembros inferiores de forma comparativa. Las posturas en las que se debe realizar la valoración son de pie, decúbito supino, decúbito con los miembros inferiores en alto. Se debe de valorar:

  • Estado de sistema superficial (varices localización y características).
  • En función del tiempo de evolución se realiza exploración a nivel de la piel: color, temperatura, pulsos, edema, uñas, heridas y cicatrices, infecciones, úlceras. El síndrome varicoso comienza en la zona más distal de la pierna (tobillo), con color morado y temperatura alta.
  • Sensibilidad, reflejos, motricidad.

Diagnósticos de Enfermería

  • Intolerancia a la actividad relacionada con molestias en los miembros inferiores.
  • Trastorno de la imagen corporal relacionado con enfermedad crónica.
  • Deterioro de la integridad cutánea relacionado con úlceras varicosas.
  • Déficit de conocimientos relacionado con enfermedad y medidas de autocuidado.

Cuidados de Enfermería

  • Evitar factores que agravan el éstasis (retorno venoso): estos factores son el ortostatismo, obesidad, estreñimiento, ropa, calzado, posturas, embarazo.
  • Favorecer el drenaje venoso: medias, posturas de descanso, ejercicio, higiene, hidroterapia, masajes. Andar una hora aproximadamente por la mañana y por la tarde, pero siempre a última hora para activar la circulación.
  • Proteger miembro de agresiones infecciosas, heridas, recorte de uñas.
  • Farmacoterapia y compresión de efectos secundarios, contraindicación, atención especial si está anticoagulado.
  • Vigilancia ante síntomas de alarma: alteración del color y temperatura, de piel, heridas, atrofia muscular, úlceras.
  • Apoyo psicológico para adaptarse a las circunstancias impuestas por la enfermedad.

Bibliografía

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