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Cuidados enfermeros en el asma bronquial

Cuidados enfermeros en el asma bronquial

Resumen

El asma bronquial es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las vías respiratorias. En el caso de personas asmáticas, las vías aéreas de los pulmones reaccionan ante determinados estímulos, como puede ser el esfuerzo físico o determinadas sustancias, se vuelven hipersensibles y pueden contraerse de forma espasmódica.

Cuidados enfermeros en el asma bronquial

Autores: Luna Aljama, José *; Luna Aljama, María Elena **

* DUE  H.U. Reina Sofía de Córdoba

** DUE  H.U. Reina Sofía de Córdoba

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica en las siguientes bases de datos: Pubmed, Cuiden y Medline, y en los siguientes metabuscadores: Google académico y The Cochrane Library. Para nuestra búsqueda hemos utilizado los DeCs con las siguientes palabras claves: “asma bronquial”, “síntomas”, “diagnóstico”, “cuidados de Enfermería”. Los idiomas aceptados para la revisión han sido castellano e inglés.

El asma es una enfermedad inflamatoria de las vías aéreas, que se caracteriza por un incremento de la respuesta de las vías aéreas respiratorias a varios estímulos y que se manifiesta por estrechamiento de las mismas, cuya severidad varía bien espontáneamente o bajo la acción del tratamiento. Su característica, por tanto, es la de presentar amplias variaciones, durante cortos períodos de tiempo, en la resistencia al flujo aéreo intrapulmonar.

La reversibilidad es la característica principal del asma, que la diferencia de otras enfermedades de las vías respiratorias. A su vez, la presencia de eosinofilia en esputo, habitual en el asma, puede diferenciar a éste de otras enfermedades crónicas que se asocian con broncoespasmo reversible, como sucede con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El trastorno fundamental parece ser la hiperreactividad de las vías aéreas, que en algunos casos está determinada genéticamente, y es un hallazgo persistente y prácticamente constante en los asmáticos. Aunque no todos los pacientes hiperreactivos son asmáticos. La hiperreactividad bronquial pueden también presentarla algunos pacientes (aunque no todos) con fiebre del heno, fibrosis quística, bronquitis crónica e incluso puede detectarse en algunas personas sin enfermedad respiratoria. También puede aparecer de forma transitoria tras infecciones respiratorias o exposiciones a irritantes.

La causa que produce la hiperreactividad bronquial en los pacientes con asma se desconoce, aunque parece que en parte puede ser debida a una ruptura de la integridad de la mucosa bronquial ocasionada por una inflamación persistente, principalmente a base de eosinófilos, que se detecta en todos los pacientes asmáticos, incluso en los mas leves.

La inflamación de la mucosa bronquial además es capaz de producir una reestructuración o remodelado de las vías aéreas que da lugar a la conformación de unas vías aéreas más hiperreactivas y con menor capacidad de reversibilidad. El remodelado es más intenso cuanto más se prolonga en el tiempo la inflamación.

Por lo tanto, los cuatro factores que caracterizan al asma bronquial son :

  • Obstrucción bronquial reversible.
  • Hiperreactividad bronquial.
  • Inflamación persistente de las vías aéreas.
  • Remodelado de las vías aéreas.

CLASIFICACIÓN

Existen diferentes clasificaciones del asma. En cuanto a su origen se puede dividir en asma intrínseca y asma extrínseca o alérgica. El origen del asma intrínseca es desconocido y se detecta con mayor frecuencia en la edad adulta. Tiene un peor pronóstico que el de carácter alérgico y tiende a cronificarse. El asma extrínseca, por su parte, consiste en una reacción antígeno-anticuerpo que desencadena el proceso. Afecta principalmente a niños y adultos jóvenes, se caracteriza por ataques reversibles y breves de broncoespasmos con silbidos y dificultad respiratoria, y se controla con un tratamiento adecuado.

El asma también se puede clasificar como leve, moderada o grave, según la frecuencia e intensidad de los síntomas, la manera en la que repercute en la actividad cotidiana y el grado de obstrucción bronquial. El asma leve se puede controlar mediante tratamiento farmacológico y no suele alterar la vida cotidiana de los enfermos; el asma moderada requiere tratamientos más severos e interfiere con las actividades diarias de los pacientes; y el asma grave exige un control continuo y puede poner en peligro la vida de las personas que la sufren.

SÍNTOMAS

Durante las crisis asmáticas la mucosa bronquial que recubre los conductos respiratorios se inflama y se produce un moco espeso que obstruye los conductos de las vías aéreas. Como consecuencia, los músculos que rodean estos conductos se contraen y estrechan disminuyendo su diámetro, impiden el paso del aire y complican la respiración. Las características básicas de la enfermedad son las siguientes:

  • Inflamación: Aumenta la sensibilidad bronquial y la obstrucción. En ocasiones su origen es alérgico. Produce un incremento de las secreciones y la contracción de la musculatura bronquial.
  • Aumento de la sensibilidad bronquial: Tras la exposición a diversos estímulos (humos, gases, olores, aire frío o ejercicio), los bronquios de los asmáticos se contraen produciendo el estrechamiento de la vía aérea.
  • Obstrucción bronquial: Es variable y reversible de manera espontánea o con tratamiento. Durante las crisis el aire circula con dificultad produciendo pitidos y sensación de fatiga o ahogo. En el momento en el que la crisis se resuelve el aire puede moverse normalmente por los bronquios y desaparecen los síntomas.

DIAGNÓSTICO

– Clínica: signos y síntomas

  • Tos
  • Disnea
  • Sibilancias
  • Opresión o “tirantez” torácica.

– Exploración física: en toda historia clínica de un paciente asmático debería figurar:

  • Peso y talla: importantes para el cálculo de los valores teóricos del flujo espiratorio máximo (FEM) y pruebas funcionales.
  • Auscultación pulmonar: de gran valor la presencia de sibilancias, pero que en otras muchas ocasiones será normal.
  • Auscultación cardiaca: nos permitirá descartar otras patologías.
  • Exploración de piel y mucosas: importante la presencia de dermatitis.
  • Exploración de fosas nasales: descartar la presencia de poliposis nasal, rinitis.

– Pruebas complementarias: no son imprescindibles para poder realizar un diagnóstico de  asma, pero pueden ser útiles para una mejor valoración del paciente.

  • Hemograma: la presencia de un hematocrito elevado nos puede orientar hacia la posibilidad de una EPOC, mientras la eosinofilia podría apuntar a una etiología alérgica
  • Radiología: Ante sospecha de asma no indicada, pero, la radiografía de tórax nos puede resultar de utilidad para descartar otros procesos; la Radiografía de senos igualmente puede ser útil para la comprobación de patología sinusal añadida.

– Otros exámenes de importancia: