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Cuidados enfermeros en la nutrición parenteral domiciliaria (NPD)

Cuidados enfermeros en la nutrición parenteral domiciliaria (NPD)

Introducción: la nutrición parenteral domiciliaria (NPD) consiste en la infusión de nutrientes por una vía central, llevada a cabo en el domicilio del paciente, utilizando una vía de acceso permanente, e indicada de forma transitoria o indefinida.

Cuidados enfermeros en la nutrición parenteral domiciliaria (NPD)

Autores: Luna Aljama, José *; Luna Aljama, María Elena **; Serrano Carmona, José Luis ***.

* DUE Área de Quirófano HU Reina Sofía de Córdoba.

** DUE Cirugía general HU Reina Sofía de Córdoba.

*** DUE Urgencias HU Reina Sofía de Córdoba.

Resumen

Metodología: búsqueda y revisión bibliográfica, en las bases de datos más importantes: Cuiden, Pubmed, Cochrane plus; así como en revistas científicas y libros especializados acerca de la nutrición parenteral domiciliaria.

Conclusión: se trata de un tratamiento seguro y eficaz para mantener un estado nutricional óptimo y mejorar la calidad de vida de los pacientes candidatos a este tipo de soporte nutricional.

Palabras clave: nutrición parenteral domiciliaria, procedimiento, acceso venoso, educación, Enfermería.

La nutrición artificial en el domicilio (NAD) ha cobrado un importante interés en los últimos años, convirtiéndose en una práctica habitual dentro del soporte nutricional. Esta modalidad surge en respuesta a hospitalizaciones prolongadas de pacientes que, generalmente, presentan una estabilidad clínica y/o evolución satisfactoria, e incluso en los que se ha resuelto el problema patológico y siguen sin poder alimentarse de la forma habitual necesitando por ello permanecer hospitalizados; también aquellos que, por el contrario, mantienen una evolución tórpida y crónica de su patología base con reagudizaciones susceptibles de manejo y seguimiento en su propio domicilio y que su única forma de alimentación es a través de una de las modalidades terapéuticas de soporte nutricional artificial.

La atención del paciente en su domicilio es una práctica que aporta una serie de ventajas, no solo para el paciente y su familia (menor posibilidad de presentar complicaciones relacionadas con la estancia hospitalaria y posibilidad de permanecer en un entorno familiar más confortable), sino también para la sanidad en general (mayor disponibilidad de camas hospitalarias y menor coste del tratamiento). La nutrición artificial domiciliaria (NAD) es la administración a domicilio de los nutrientes y demás agentes terapéuticos adjuntos a través de la vía digestiva (nutrición enteral domiciliaria [NED]) o intravenosa (nutrición parenteral domiciliaria [NPD]), con la finalidad de mejorar o mantener, en el ámbito domiciliario, el estado de nutrición de un paciente.

La nutrición parenteral domiciliaria (NPD) consiste en la infusión de nutrientes por una vía central, llevada a cabo en el domicilio del paciente, utilizando una vía de acceso permanente, e indicada de forma transitoria o indefinida. Esta modalidad terapéutica está indicada en aquellos pacientes que no tienen un tracto gastrointestinal funcionante o accesible, o bien, en los que son incapaces de mantener un estado nutricional adecuado con alimentación natural y artificial, oral o por accesos digestivos, y no necesitan estar ingresados en un centro hospitalario para asegurar sus cuidados. Los pacientes candidatos a NPD presentan algunas patologías que condicionan disminución en la superficie y capacidad de absorción intestinal o síndrome de intestino corto que, en definitiva, definen un fallo intestinal, tanto en niños como en adultos, como la enfermedad de Crohn, la isquemia mesentérica, la enteritis rádica, algunos tumores, la enterocolitis necrotizante, y las malformaciones congénitas; o bien patologías que cursan con alteraciones de la motilidad o presencia de fístulas intestinales proximales.

Antes de indicar la NPD se deberá hacer una valoración del enfermo, del sistema sanitario y del entorno familiar de los pacientes.

Referidas al enfermo:

  • Imposibilidad de nutrición adecuada y suficiente por vía oral-enteral.
  • Duración prevista del tratamiento de al menos 4-5 semanas.
  • Situación clínica y emocional que permita su tratamiento a domicilio.
  • En el caso de enfermos autónomos capacidad de adquirir los conocimientos.
  • Expectativa de vida suficiente (igual o superior a 3 meses).
  • Aceptación del tratamiento por el enfermo.
  • En los casos de inicio hospitalario, tolerancia demostrada a la NP .

Referidas al sistema sanitario:

  • Disponibilidad de un equipo multidisciplinario de soporte nutricional con experiencia y capacidad de prescripción, seguimiento y asistencia en NPD.
  • Disponibilidad de una red eficaz de suministro de la fórmula, material y equipamiento.
  • Colaboración del equipo de apoyo en el domicilio.
  • Protocolización de todo el proceso.

Referidas al entorno socio-familiar:

  • Capacidad y motivación del entorno familiar para asumir el tratamiento.
  • Capacidad de algún familiar o allegado para adquirir la formación suficiente.
  • Domicilio con un mínimo de condiciones higiénicas.
  • Este sistema familiar y de domicilio, puede ser sustituido por algún otro sistema de cuidados prolongados, no hospitalarios (residencias, etc.).

La NPD está contraindicada cuando exista otro procedimiento y vía de nutrir al enfermo y cuando no le aporte ningún beneficio en cuanto a prolongación de expectativa de vida y calidad de la misma. Y debe retirarse cuando, una vez iniciada y mantenida, se den las mismas circunstancias.