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Cuidados de Enfermería en un paciente con tracción

Cuidados de Enfermería en un paciente con tracción

Resumen

Se denomina tracción a la fuerza constante aplicada sobre una parte del cuerpo, cuyo objetivo es alinear y mantener el hueso fracturado. Se desarrollan los principios de la tracción, los objetivos, los tipos de tracción y los cuidados de Enfermería en cada una de ellas. Se ha realizado una revisión de la literatura científica en las bases de datos Scielo, Cuiden. Cochrane y Elsevier con los descriptores: tracción, huesos, fracturas óseas, atención de Enfermería.

Cuidados de Enfermería en un paciente con tracción

Mari Carmen García García, Diplomada en Enfermería. Servicio Andaluz de Salud.

Concepto de tracción

Fuerza constante aplicada sobre una parte del cuerpo, cuyo objetivo es alinear y mantener el hueso fracturado. Este tratamiento puede realizarse mediante tracción manual o continua.

Principios de la tracción:

– Mantener la línea de tracción establecida: Los pesos deben colgar libremente sin golpear el lecho ni descansar sobre el suelo, Si se modifica el nivel de la cama, hay que comprobar la posición de los pesos.

– Mantener la contratracción: Debe existir una contratracción, ya que sin ella la fuerza aplicada podría arrastrar el cuerpo del paciente, quedando anulada de este modo la acción de la tracción. Elevar la parte distal de la cama. El pie de un paciente con tracción de Buck no tocara el pie de la cama o si el enfermo tiene una tracción cervical, la cabeza no tocara la cabecera de la cama. Esto podría interferir en la línea de tracción.

– Ausencia de rozamientos: La cuerda de tracción descansa en el canal de la polea y se mueve con facilidad. Se controlará el desgaste de la cuerda. El personal de Enfermería atará con firmeza los nudos y asegurará sus extremos. Los nudos de la cuerda no se alojarán en la polea, ya que ello alteraría la línea de tracción. Por la misma razón la polea, la barra de separación y la placa de los pies no deben descansar sobre los pies de la cama, el rozamiento disminuye el trabajo o fuerza de la tracción.

– Continuidad: Debe preservarse la continuidad, a no ser que se indique otra cosa, de la tracción para evitar cualquier desequilibrio que lleve a la perdida de la situación estable necesaria. Si la tracción es continua no se levantará ni ajustará los pesos para modificar la posición del paciente en la cama. Si la tracción es intermitente los pesos se colocan y retiran suavemente.

– Mantener la correcta alineación del cuerpo: La posición del paciente generalmente debe permanecer en decúbito supino, manteniendo el cuerpo alineado. Que este centrado en la cama, si no es así la línea de tracción se modifica o interrumpe.

Objetivos de la tracción

  • Mantener la reducción mediante la inmovilización que se lleva a cabo.
  • Conseguir una relajación muscular mediante la desaparición del dolor.
  • Mejorar el retorno venoso al mantener elevada la extremidad afectada.

Tipos de tracción

Manual: Utilizada en la reducción cerrada de las fracturas. Su objetivo es recuperar la longitud y alineación normal del hueso ejerciendo fuerza en dos direcciones contrarias. Debe ser lenta y sostenida. Aplicar fuerza con la mano sobre una parte del cuerpo.

Continua: Puede ser cutánea o esquelética.

Tracción cutánea

Aplicación directa de una fuerza de tracción sobre la piel del paciente que actúa indirectamente sobre el hueso. Este tipo de tracción está indicado en algunas situaciones en las que interesa aliviar un espasmo muscular, corregir una deformidad o evitarla, siempre que el paciente no presente lesiones en la piel en cuyo caso estaría contraindicado. Para ejercer esta fuerza deben colocarse en la piel unas bandas adhesivas a ambos lados de la extremidad, con un sistema de poleas, cuerdas y pesos que se conectan a esas bandas adhesivas. La tracción cutánea tiene limitaciones en cuanto a duración y peso a aplicar (no más de 2-4 Kg)

Cuidados de Enfermería en un paciente con tracción cutánea:

  • Mantener la posición en semi-fowler.
  • Valorar las características de las partes distales a la tracción para detectar dificultades circulatorias, controlando pulsos periféricos, coloración de la piel, temperatura de la zona y dolor.
  • Observar el estado del vendaje, comprobando que no presente arrugas ni deslizamientos

Tracción esquelética continua

Aplicación de una fuerza continuada en el sentido de la fractura, mediante la fijación del aparato de tracción a los clavos insertados a través del hueso de la extremidad afecta. Siendo signos y síntomas de intolerancia: el dolor, ya que una tracción bien colocada debe ser indolora y el enrojecimiento o supuración de los orificios donde esta insertado el clavo.

Ejemplos de tracciones

  • De miembros inferiores: tracción de Buck y tracción de Rusell (con tirante de suspensión elevadora).
  • De miembros superiores: tracción superior 90-90 y tracción lateral.
  • Tracción esquelética de suspensión equilibrada: en fracturas femorales en adultos, proporciona contratracción.
  • Tracción cervical: con cabestrillo en barbilla y cabeza.
  • Tracción pélvica (cutánea): cinturón (alivia el dolor lumbar) y cabestrillo (fractura de pelvis).

Cuidados de Enfermería en un paciente con tracción esquelética

Los problemas que pueden surgir en un paciente con tracción esquelética hacen referencia a aquellas alteraciones derivadas de la inmovilidad:

  • Controlar los pulsos distales, para evaluar la posible existencia de un déficit vascular.
  • Revisar el eje mecánico de la tracción, comprobando que la tracción siga el eje del hueso, las pesas cuelguen libremente y la posición de la cuerda y poleas sea correcta.
  • Observa si el paciente se queja de entumecimiento y hormigueo en la extremidad afectada, valorando la posible alteración de la función motora y/o sensitiva.
  • Observar el estado de la piel en la zona de inserción de los clavos, para valorar que no presente signos de inflamación ni exudado. Colocar gasa estéril en los orificios de entrada de los clavos.
  • En el caso de una tracción sobre férula de Braun- Bohler, se debe comprobar que está en una posición correcta, coincidiendo el ángulo de la férula con el hueco poplíteo del enfermo. Verificar la posición del pie de la extremidad afectada para que no sufra equinismo, rotación interna o externa.

Bibliografía

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