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Un recuento de la enfermedad renal crónica avanzada. Su efecto en el individuo y su familia

Un recuento de la enfermedad renal crónica avanzada. Su efecto en el individuo y su familia

La pérdida irreversible de la función del riñón denominada enfermedad renal crónica terminal que para el mantenimiento del paciente requiere terapia de reemplazo durante todo su tiempo de vida. Esta patología se asocia a diversas consecuencias psicológicas debido a la incapacidad que padecen los pacientes, sobre todo aquellos que está en los programas de hemodiálisis, esto determina una gran carga psicosocial en el individuo.

Un recuento de la enfermedad renal crónica avanzada. Su efecto en el individuo y su familia

Comentario Bibliográfico:

AUTOR: Md. Ginger Tamara Goya Rodríguez 1, Dr. Alberto Rigchag Betún 2, Dr. Arturo Eliazer Flores Luna 3, Md. Lyzzy Verónica Carrasco Luzarraga 4, Dr. Jorge Vicente Vásquez Illescas 5.

1 Médico. Residente del tercer año en el Postgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.

2 Dr. en Medicina y Cirugía. Especialista en Cirugía General. Diploma Superior en Docencia Universitaria, Magister en Gerencia en Salud para el Desarrollo Local, Especialista en Gerencia y Planificación Estratégica en Salud, Diploma Superior en Desarrollo Local y Salud. Docente de Emergencia hospitalaria en el postgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Área de Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.

3 Dr. en Medicina y Cirugía. Diploma Superior en Gerencia en Servicios de Salud. Residente del tercer año en el Postgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.

4 Médico General. Diploma Superior en Enfermedades Inmunodeficientes VIH-SIDA. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.

5 Doctor en Medicina y Cirugía. Diploma Superior en Docencia Universitaria. Diplomado en Atención Primaria en Salud. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.

Universidad Nacional de Loja-Ecuador. Área de Talento Humano. Postgrado de Medicina Familiar.

Resumen

Como en toda enfermedad crónica confiere al paciente cambios en su estilo de vida y la adherencia a un régimen terapéutico que de no cumplirse se asocia a mayor mortalidad, cabe destacar que la evolución de la enfermedad a través de la historia y el desarrollo de las ciencias ha permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes; pero, no se puede dejar de lado las consecuencias que la enfermedad causa en el entorno familiar ya que el grupo debe enfrentar una crisis accidental de tipo continuo, que aflige no solo al enfermo, sino a cada uno de sus integrantes y a la familia como un todo.

Palabras clave: enfermedad renal crónica, familia, funcionalidad familiar, calidad de vida.

Introducción

La enfermedad renal crónica en la actualidad se considera como un problema de salud en todo el mundo que se vincula con morbilidad y mortalidad significativas lo que determina un revelador aumento en el número de pacientes que progresan a enfermedad renal avanzada. (Teng et al., 2015)

En las dos últimas décadas el número de muertes por enfermedad renal crónica ha aumentado en un 82,3%, esto es el tercer mayor incremento entre las 25 principales causas de muerte, detrás de VIH / SIDA (396%) y la diabetes, ocupando el puesto 12 para el año 2015.

En el 2010 se documentó en un estudio sobre la “Carga Global de Enfermedades”, para el cual hizo su aporte la Sociedad Internacional de Nefrología, que la enfermedad renal crónica (ERC) es una causa importante de mortalidad a nivel mundial, por lo tanto el reconocimiento temprano de la ERC puede ayudar a prevenir el avance de la enfermedad y la consecutiva disminución de la salud y la longevidad. (Teng et al., 2015).

Se estima que la enfermedad renal en alguno de sus estadíos está presente en uno de cada diez adultos. La “tasa de crecimiento anual” de personas que padecen ERC que lógicamente en algún momento de la enfermedad van a necesitar terapia sustitutiva de la función renal es del 5 al 8% en países desarrollados. Para el año 2.030 se calcula que el 70% de los éstos pacientes vivirán en países en vías de desarrollo. (Akbari et al., 2015).

La “Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión” reporta en América Latina una media de 613 pacientes por millón de habitantes que se beneficiaron de alguna de las alternativas de tratamiento sustitutivo renal durante el 2011. Aunque todavía la asignación de estos servicios es baja y en algunos países ese número estaba por debajo de 200.

En el Ecuador se registran 6.611 enfermos, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Informes publicados por la OPS indican que para el año 2007 Ecuador fue el sexto país de América con mayor mortalidad asociada a Enfermedad Renal Crónica (11,2 por cada 100.000 habitantes), y en el 2009 ocupaba el cuarto lugar (8,7 por cada 100.000 habitantes)

Ante esta problemática el Médico Familiar debe brindar asistencia a una familia que cursa con una crisis paranormativa del tipo de las enfermedades crónicas. (Garza & Gutierréz, 2015). Los desafíos a los que se enfrenta el profesional de salud en primera instancia llegar a un diagnóstico definitivo, luego aplicar un tratamiento para controlar la enfermedad o sus complicaciones y atender las necesidades psicosociales del paciente lo que se conoce como “Atención Integral”. (Álvarez, 2014a).

Abordaje histórico de la Enfermedad Renal Crónica Avanzada.

Cabe mencionar que a través de la historia el conocimiento, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal ha evolucionado, así cabe mencionar que en el año 1773 el químico francés Roulle le Cadet utiliza por primera vez el término urea, la cual describe como una sustancia jabonosa que se encontraba en la orina de animales y en el hombre. A finales del mismo siglo los franceses Antoine Fourcroy químico, que pertenecía a la nobleza y Nicolás Vauquelin naturalista, farmacéutico y químico, consiguieron cristalizar la mencionada sustancia para en lo posterior analizarla con lo que descubren que posee gran contenido de nitrógeno.

En Génova, Italia, en 1821 (siglo XIX), los científicos Jean Baptiste D. y Jean L. Prévost, logran demostrar que en la sangre de algunos animales el incremento de la urea estaba presente antes de morir, dicho descubrimiento es considerado de sublime importancia, pues sirve como punto de partida para el estudio de una enfermedad hasta el momento desconocida.

Después de un corto período W. Prout y J. Bostock en Londres – Inglaterra encuentran la