Educación para la salud como prevención del síndrome de la muerte súbita del lactante
La muerte de un niño siempre supone una difícil pérdida para la familia y la sociedad en su conjunto, pero cuando esta muerte es inesperada se hace especialmente difícil debido al sentimiento de impotencia y fracaso que conlleva. El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es, en muchos países occidentales, la primera causa de muerte en el primer año de vida, aproximándose su incidencia a dos muertes por 1.000 nacidos vivos.
Educación para la salud como prevención del síndrome de la muerte súbita del lactante
Autoras
Noelia Murez Mojica. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.
Arantza Mojica Blanco. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.
María del Pilar Tierra Burguillo. Universidad de Huelva, PHd.
Ante este importante problema sanitario y social, cuyas causas están todavía por aclararse, sólo podemos extraer la necesidad de prevención y educación para eliminar conceptos erróneos y tratar de disminuir su incidencia, labor en la que la enfermera debe participar activamente. La Enfermería forma parte del escenario donde se producen las iniciativas de salud más importantes, ocupando una compleja posición en la asistencia sanitaria y en la sociedad; el reto consiste en definir los requisitos necesarios para que como colectivo puedan desarrollar su potencial en la asistencia a otras personas y más concretamente al niño y su familia.
Estudios recientes ponen de manifiesto la disposición de los enfermeros a colaborar en la detección y en el cuidado del lactante candidato a la muerte súbita, pero también se detecta una falta de conocimientos e información sobre este problema.
De todo ello se deriva la necesidad de una buena formación tanto de pregrado como de postgrado en torno al tema. Otro aspecto que consideramos relevante para la prevención y disminución de la incidencia de casos de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es el desarrollo de un programa o subprograma de prevención de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), de carácter educativo y enmarcado en el programa de atención al niño sano, en el que se especifique la aportación del profesional de Enfermería en la detección, cuidados y asistencia de los niños y las familias afectadas por el SMSL.
OBJETIVO
El principal objetivo es facilitar al personal sanitario y en concreto a los profesionales de Enfermería, información de fácil manejo en cuanto a prevención del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) para que a su vez ejerzan de educadores de la salud y puedan brindar información básica a las mujeres en los primeros días del embarazo, en el parto y en el puerperio, sobre la importancia de las medidas higiénicas para minimizar los riesgos de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
METODOLOGÍA:
Se ha realizado una revisión sistemática de la literatura científica existente en bases de datos: PUBMED, SCIELO Y DIALNET, según los descriptores de salud: muerte súbita; lactante; prevención; SMSL; educación sanitaria.
¿QUÉ ES EL SMSL?
Se denomina síndrome de muerte súbita del lactante al fallecimiento de un niño menor de un año que permanezca inexplicable tras una minuciosa investigación que incluya la realización de una autopsia completa, el examen de la escena de la muerte y la revisión de la historia clínica del niño. A escala mundial la incidencia es del 2/1000 siendo más frecuente la muerte en invierno que en el resto de las estaciones.
Existen grupos más susceptibles de padecerla, como son:
– Niños de 1 mes a 1 año de edad, especialmente en el periodo comprendido entre el segundo y cuarto mes de vida.
– Recién nacidos a término que sufrieron un episodio de apnea importante con riesgo de muerte.
– Recién nacidos a término que tuvieron un episodio anterior de SMIS en el que se logró la reanimación.
– Prematuros.
– Niños de bajo peso para su edad gestacional.
– Hermanos de lactantes que fallecieron a causa de este síndrome.
– Lactantes pertenecientes a familias con bajo nivel socioeconómico.
– Hijos de madres jóvenes, solteras, fumadoras y toxicómanas en especial en mujeres adictas a la cocaína.
– Niños con antecedentes de displasia broncopulmonar.
– Niños con antecedentes de infecciones previas como otitis media, gastroenteritis, infecciones del aparato respiratorio superior…En estos casos es mayor la incidencia en niños que en niñas.
Aunque desde hace años se están estudiando las posibles causas responsables de este síndrome, actualmente siguen sin conocerse. A pesar de las múltiples teorías lo único que se ha podido comprobar es que la apnea infantil está íntimamente relacionada con la muerte de estos lactantes.
El fallecimiento se produce por una parada respiratoria. En el servicio de urgencias la actuación primordial sería intentar sustituir primero y reinstaurar después una ventilación eficaz. Antiguamente se pensaba que los pacientes morían secundariamente a la aparición de ciertas arritmias malignas. Se ha comprobado que estas pueden aparecer en estos lactantes pero sólo secundariamente al paro respiratorio y como paso previo a la inmediata parada cardiaca. Cuando se ha logrado reanimar a niños con síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y se les ha sometido a exploraciones exhaustivas se han apreciado una serie de características comunes como son:
– Hipoventilación.
– Hipoxemia crónica.
– Hipercapnia (PCO2 > 45 mm Hg).
– Ausencia de hiperventilación reactiva ante la inhalación de CO2.
– Episodios de apnea breve de forma frecuente.
– Episodios de apnea prolongada durante el sueño (debe durar más de 15 segundos y debe causar cianosis y/o bradicardia).
– Apnea obstructiva y/o central mixta.
– Aumento de la respiración periódica (pausas de 3 segundos en las respiraciones y después respiración normal durante menos de 20 segundos acompañada de bradicardia).
Las anomalías respiratorias en los lactantes están relacionadas con varios tipos de factores entre los que destacan la apnea central, la apnea obstructiva y la apnea espiratoria.
Otros tipos de factores relacionados con el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) son:
-Factores sociales: recientes estudios demuestran que el SMSL es mucho más frecuente en las familias con bajo nivel