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Actuación de Enfermería en el trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH)

Actuación de Enfermería en el trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH)

El trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) es un cuadro sintomático que se caracteriza por una atención lábil y dispersa, y una impulsividad e inquietud motriz exagerada, sin carácter propositivo. Dicho cuadro repercute clínicamente (si no, no sería considerado un trastorno) no sólo sobre el aprendizaje del paciente, y por tanto sobre su rendimiento escolar, sino también en el óptimo desarrollo evolutivo del niño, tanto a nivel cognitivo, como de relación con la familia e integración con el resto de niños de su edad.

Actuación de Enfermería en el trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH)

AUTORES:

Arantza Mojica Blanco – Diplomada Enfermería

Noelia Múrez Mojica – Diplomada Enfermería

María del Pilar Tierra Burguillo – Diplomada Enfermería.

INTRODUCCIÓN.

El trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) puede tener consecuencias a largo plazo, como el fracaso escolar y social derivado de un mal manejo del trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) además de una persistencia del trastorno en la adolescencia (40-70% de los casos) o en la edad adulta (30-65%)

Afecta a niños con una razón de sexo de 5 a 10 varones por cada niña.

Las investigaciones actuales apuntan a que el trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) es el trastorno de origen neurobiológico más común en la infancia, constituyendo un motivo de consulta frecuente tanto en atención primaria como en especializada (psiquiatría infantil o, más frecuentemente, neuropediatría).

ETIOLOGÍA:

  • Alteraciones neurológicas o del SNC, o neurotransmisión, pre o perinatales, o bien una falta de madurez neurológica.
  • GENÉTICAS: antecedentes familiares de hiperactividad 75% de los casos. Existe una estrecha relación entre el trastorno y una alteración en el gen DRD4*7 (situado en el cromosoma 11) encargado de producir el receptor D4, el cual se activa al unirse a los neurotransmisores dopamina, adrenalina y noradrenalina, y que es defectuoso en el 50-60% de los TDAH.
  • PSICOSOCIALES: ambientes caóticos y desorganizados. Clases sociales bajas.
  • Tóxicos ambientales (plomo y aditivos), síndromes carenciales.

SINTOMATOLOGÍA:

FALTA DE ATENCIÓN, al menos manifestada por tres de los siguientes aspectos:

Deja sin finalizar las tareas. A menudo no mira cuando habla. Se distrae con facilidad. Dificultad para concentrarse en las tareas escolares o en otras tareas que requieren su atención e incluso el juego.

IMPULSIVIDAD. Al menos ha de cumplir tres de las siguientes características.

A menudo actúa antes de pensar. Con frecuencia pasa de una actividad a otra. Encuentra dificultades para organizar su trabajo, sin relación con dificultades cognitivas. Necesita gran nivel de supervisión. A menudo habla fuera de tiempo en clase. Dificultades para esperar su turno en juegos o en actividades grupales.

HIPERACTIVIDAD, que ha de manifestar al menos dos de estos signos.

Pasea continuamente, se sube a cualquier sitio, a la menor oportunidad. Dificultad para sentarse o permanecer sentado. Se mueve mucho durante el sueño. Está siempre en marcha como si lo moviera un motor.

Hoy sabemos que las primeras manifestaciones clínicas, las encontramos en las primeras etapas de vida del niño, con la formación de los primeros vínculos. Desde muy pequeños podemos observar además de los síntomas mencionados, una intolerancia a la frustración, marcada por no poder aceptar un “no” por respuesta, ni soportar perder o equivocase), etc.

Todas estas alteraciones les llevan a tener incapacidad para integrarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje, o bien conservar un trabajo o mantener lazos sociales y afectivos. Por esto consideramos que la clínica en niños con trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) no debe apuntar solamente a tratar los síntomas, sino que debe ir dirigida a intervenir en la dinámica familiar alterada, con el objeto de modificar las relaciones del niño con sus padres, especialmente con la madre.

Estos síntomas no han de ser relacionados a trastornos psicóticos, afectivos o retraso mental. Pero a consecuencia de todas las dificultades que pasa en la escuela y en el ámbito familiar, es frecuente la aparición de trastornos afectivos.

Los primeros vínculos que establece el niño con sus padres, son la base de la estructura de su personalidad, si los abordamos en la primera infancia tenemos más posibilidades de prevenir trastornos como el de trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) en la etapa escolar, en la adolescencia y en la vida adulta. Muchos casos de la hiperactividad adulta son la consecuencia del trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) infantil no tratado.

EN PREADOLESCENTES Y EN ADOLESCENTES LA CLÍNICA DEL TDAH ES:

  • Mayor actividad que otros niños, se muestra como una moto, habla en exceso.
  • Dificultad para mantener la atención, a veces descrito como fugas de atención, se distrae con facilidad, y presenta dificultades para finalizar los trabajos escolares.
  • Problemas de conducta en la escuela.
  • Carácter impulsivo y explosivo.

PRESENTACIÓN Y DIAGNÓSTICO.

Actualmente no existe ningún un marcador biológico que permita establecer el diagnóstico. Por lo que la observación directa del paciente y, sobre todo, la anamnesis dirigida a sus progenitores y profesores, a fin de detectar los síntomas de inatención y/o hiperactividad/impulsividad constituyen la principal herramienta diagnóstica.

En la anamnesis se debe indagar sobre la edad de inicio, duración y contexto en el que aparecen los síntomas, así como su evolución y repercusión en el funcionamiento del paciente.

Las preguntas de la entrevista diagnóstica deben adaptarse a la edad, pues los preescolares y adolescentes presentan peculiaridades específicas.

Es necesaria una exploración física completa (peso, talla, TA, FC) así como neurológica buscando inmadurez en las funciones motoras fina y gruesa.

No están indicadas la realización de análisis y estudios que no tengan una sospecha clínica razonable para el diagnóstico diferencial.

CRITERIOS PARA FACILITAR EL DIAGNOSTICO DE TDAH.

Según el DSM-IV-TR de la Asociación Psiquiátrica Americana, en el trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) deben cumplirse los siguientes requisitos:

  1. Apreciarse 6 o más de los 18 síntomas que serán descritos a continuación y además haber estado presentes durante 6 meses, como mínimo.
  2. Que algunos de ellos hayan aparecido antes de los 7 años.
  3. Manifestarse, por igual, al menos en dos ámbitos: colegio/trabajo y casa.
  4. Apreciar clara evidencia de afectación social, académica u ocupacional.
  5. Exclusión previa de otros trastornos del desarrollo que pudieran estar justificando la sintomatología.

Síntomas para determinar trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) según asociación psiquiátrica americana: