Inicio > Enfermería > Manejo de Enfermería en la extracción venosa y orden de llenado de tubos de muestras sanguíneas

Manejo de Enfermería en la extracción venosa y orden de llenado de tubos de muestras sanguíneas

Manejo de Enfermería en la extracción venosa y orden de llenado de tubos de muestras sanguíneas

La extracción de muestras sanguíneas para análisis en laboratorio es una técnica habitual en la práctica enfermera. Consiste en acceder al torrente sanguíneo, mediante una punción, para extraer una muestra de sangre para diagnóstico de enfermedades o como control de salud.

Manejo de Enfermería en la extracción venosa y orden de llenado de tubos de muestras sanguíneas

Autores:

Isabel Ortiz Ramirez. DUE HU Reina Sofía. Córdoba.

Eva Mª Castro Rizos. DUE HU Reina Sofía. Córdoba

Mª de la Luz Mariscal Lliteras. Médico de Familia .DCCU Puente Genil. Córdoba.

RESUMEN

Con relativa frecuencia se cometen errores en la obtención de muestras que dan lugar a resultados erróneos y, en ocasiones, rechazo de la muestra por parte del laboratorio, lo que conlleva la realización de una nueva extracción. Es responsabilidad del profesional de Enfermería prevenir, evitar y minimizar posibles errores.

El orden de llenado de los tubos sanguíneos puede alterar algunos resultados, por lo que es necesario saber cuál es el orden correcto de llenado.

PALABRAS CLAVE

Extracción, sangre, Enfermería, orden de llenado, tubos de analítica.

INTRODUCCIÓN

A lo largo de la vida de una persona son muchas las veces que se le extrae sangre para su posterior análisis, unas veces es por control o rutina, para ver si existe algún parámetro anormal, que nos puedas indicar ,que algo no va bien o que existe una enfermedad escondida que aun no ha dado la cara, otras veces es para realizar el diagnostico de la enfermedad, también el médico puede evaluar una evolución y/o pronóstico de una enfermedad, valorar la efectividad de un tratamiento, etc .

Por todo esto es fundamental que el proceso de extracción por parte del profesional de Enfermería se lleve a cabo de una manera correcta y segura para que de esta manera los resultados emitidos por el laboratorio sean lo más fiables posibles.

La sangre venosa es la que se utiliza de forma habitual en los estudios analíticos ya que su obtención es rápida y relativamente fácil. Según el tipo de estudio que se vaya a realizar se puede obtener:

Sangre total: es la sangre obtenida por venopunción que se recoge en un tubo con anticoagulante en una proporción determinada. Esta muestra si utiliza en hematimetría.

Plasma: es el que se obtiene una vez recogida la sangre en tubo con anticoagulante , centrifugando la muestra y separando el liquido sobrenadante. Es fundamental mantener la proporción correcta de sangre-anticoagulante para asegurar resultados correctos. Esta muestra es la utilizada para estudios de coagulación.

Suero: se obtiene dejando coagular la sangre sobre tubo seco sin anticoagulante. La sangre se deja reposar diez minutos a temperatura ambiente para que se forme el coagulo y posteriormente se centrifuga obteniendo el suero en el sobrenadante. Es la muestra utilizada en el laboratorio de bioquímica, serología e inmunología.

Para que el resultado final de una prueba analítica de laboratorio sea correcta, no es suficiente con que la determinación analítica se realice a la perfección, sino que la calidad de la prueba depende del cumplimiento en cadena de una buena práctica, que comienza desde el momento mismo de la formulación de la petición, la preparación del paciente para la obtención de la muestra y termina cuando el resultado llega a las manos del profesional que solicitó la prueba.

OBJETIVOS AL REALIZAR LA EXTRACCION

– Obtener muestras de sangre de manera adecuada para efectuar su análisis de laboratorio.

– Determinar el volumen mínimo desechable en la extracción de una analítica de un catéter arterial o venoso.

– Conocer el orden de llenado de tubos en cada extracción esto es fundamental para que no interfieran los aditivos de unos tubos con otros.

– Unificar criterios de extracción a través de la formación del personal de Enfermería.

– Evitar posibles complicaciones por mala praxis.

FASES DE LA ANALÍTICA

Una analítica está compuesta por tres fases:

– La fase preanalítica abarca desde que el médico solicita el examen, las indicaciones que debe seguir el paciente, la correcta selección de los tubos de extracción , la realización de la extracción sanguínea por Enfermería, transporte correcto al laboratorio, almacenamiento hasta el momento del análisis y manejo, centrifugación y/o separación según sea el caso de la muestra.

Esta fase es la más importante a tener en cuenta ya que en ella es donde se detectan la mayor incidencia de errores, que llevan al rechazo de muestras. Aquí es donde Enfermería cobra mayor protagonismo, al ser la responsable de la obtención de las mismas. En esta fase es también donde tiene lugar el llenado de tubos de muestras sanguíneas.

– La fase analítica comprende todas las acciones para la realización del análisis, desde la selección de métodos, calibración de equipos, sistema de control de calidad para la detección de errores analíticos posibles.

– La fase post-analítica incluye confirmación de los resultados, el informe del laboratorio en el formato establecido y la confidencialidad de los resultados.

Los errores más frecuentes detectados relacionados con la toma de muestras, según diversos autores son: mala calidad por hemólisis, coágulo o turbidez, cantidad insuficiente, tubo inadecuado, obtención inapropiada.

Nuestra responsabilidad como enfermeras hace que elaboremos una guía para realizar el correcto orden de llenado de los tubos de muestras sanguíneas, además de tener en cuenta otras características del paciente que puedan afectar de forma decisiva a la calidad de los resultados finales.

TIPOS DIFERENTES DE TUBOS

  1. FRASCOS DE HEMOCULTIVOS.
  2. TUBO SIN ADITIVO (PARA ANÁLISIS DE SUERO)
  3. Tapón rojo (seco). 5ml / 10ml.
  4. Tapón amarillo (gel separador), bioquímica de rutina.

(También hay microtubos de 0,8mL)

  1. TUBOS PARA PRUEBAS DE COAGULACIÓN.
  2. Tapón azul (citrato trisódico). 5 ml y 1,8 ml.

La exacta