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¿Debería Enfermería aconsejar sobre el uso de humidificadores domésticos?

¿Debería Enfermería aconsejar sobre el uso de humidificadores domésticos?

En las épocas de frío, el número de infecciones respiratorias de vías altas se ve aumentado en nuestra población, siendo los más afectados niños y personas mayores. Uno de los remedios caseros que se plantean las familias es el uso de los humidificadores caseros para prevención e incluso como tratamiento complementario en estos casos. A nivel de Enfermería se debe ofrecer una información actualizada al respecto.

¿Debería Enfermería aconsejar sobre el uso de humidificadores domésticos?

Autores: María del Pilar Tierra Burguillo; María Garrido Piosa; Ossama Nasser Laaoula

Objetivo:

Conocer la evidencia científica sobre el uso de los humificadores en las infecciones respiratorias.

Metodología:

Se ha desarrollado una estrategia de búsqueda en las bases de datos MEDLINE, Cochrane Library Plus y Dialnet con el fin de recopilar todos aquellos artículos de los últimos 5 años. Los descriptores de ciencias de la salud utilizados para la misma han sido los siguientes: humedad, infecciones del tracto respiratorio, educación en salud y Enfermería. De la misma manera se han buscado noticias relacionadas con el tema y se ha realizado una búsqueda paralela de documentos científicos a través del buscador Google académico.

Resultados:

Se hace referencia de humidificador a aquel aparato cuya labor es la de aumentar la humedad ambiental, como puede ser la de una estancia, en este caso se trataría de la habitación donde se encuentre la persona afectada.

Dentro de los humidificadores existen dos grandes grupos: fríos y calientes. Los calientes se dividen en los de electrodos y evaporación.

Los fríos son también conocidos como ultrasónicos ya que nebulizan el agua mediante vibraciones a muy alta frecuencia, suelen ser silenciosos y de bajo consumo. Uno de los principales cuidados que precisan éstos es la limpieza de los mismos para evitar problemas de salud. Dentro de los humidificadores calientes, los de electrodos funcionan mediante la ebullición del agua y producen vapor, el cual se obtiene a altas temperaturas por lo que el principal cuidado es evitar una quemadura. A estos humidificadores se les puede añadir aceites esenciales. Y el tercer grupo, los de evaporación, funcionan sólo con agua destilada y también se le pueden añadir aceites esenciales aunque su eficiencia es menor que el anterior.

Son muchos los documentos publicados que aconsejan su uso, sobre todo con la finalidad de aumentar la humedad del ambiente hasta llegar a una humedad relativa óptima (40-60 %); por otro lado existen documentos en contra, entre ellos se ha encontrado un artículo del año 2014 de estudio de caso sobre la transmisión de la bacteria de la Legionella pheumophilla serogrupo 1 por un humidificador doméstico a una niña de 4 años por deficiencia en la limpieza del aparato.

Conclusiones:

El uso de los humidificadores domésticos puede ser beneficioso si se hace adecuadamente. En primer lugar es importante conocer la humedad del lugar donde se va a utilizar para confirmar la necesidad del mismo. Por otro lado la prevención de accidentes por quemadura y la limpieza de los mismos deben ser puntos importantes a tener presente para no obtener resultados desfavorecedores.