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Un acercamiento a la construcción de un test para valorar lesiones no intencionales en adolescentes

Un acercamiento a la construcción de un test para valorar lesiones no intencionales en adolescentes

Objetivo: Validar la construcción de un test para determinar qué factores protectores y de riesgo intervienen en la presencia de lesiones no intencionales en los estudiantes de bachillerato de la zona 7 del Ecuador, para ser aplicado en cualquier estudio a nivel regional y nacional.

Un acercamiento a la construcción de un test para valorar lesiones no intencionales en adolescentes

1.-Dr. Roberto Carlos Coronel Flores. Doctor en Medicina y Cirugía. Postgradista R3 de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja

2.- Dr. Leónidas Gerardo Brito Torres. Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Atención Primaria de salud. Postgradista R3 de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja

3.- Dr. Manuel José Procel González. Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Atención Primaria de salud. Postgradista R3 de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja

4.- Md. Mario Alberto Ordoñez Trelles. Médico General. Postgradista R3 de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja

5.- Md. Lisbeth Carolina Ruilova Loaiza. Médico general

RESUMEN

Material y Métodos: Validación del cuestionario mediante discusión de un grupo de expertos, y una prueba preliminar en una muestra de 95 estudiantes de bachillerato, en un colegio escogido al azar en la ciudad de Loja de los cuales 62 son hombres y 33 mujeres se analizó la comprensión, tiempo de llenado, la fiabilidad y la validez del test.

Resultados: El Cuestionario valora diferentes actividades distribuidas en forma lógica y secuencial que normalmente realizan los adolescentes. Hubo acuerdo entre los expertos en que todas las dimensiones del test están representadas y es de fácil comprensión. El tiempo medio de aplicación fue de 10 minutos, el valor alfa de Cronbach global fue de (0,65) moderadamente aceptable.

Conclusiones: El Test para lesiones no intencionales, nos sirve de base o referencia para la construcción de un instrumento para medir el riesgo al que están expuestos los adolescentes desde la perspectiva de los estudiantes de bachillerato y el consenso de expertos.

Palabras clave: lesiones no intencionales, familia, adolescentes, validación.

INTRODUCCIÓN.

Las lesiones no intencionales o accidentes han provocado una elevada pérdida de vidas humanas, la morbilidad y discapacidades que ocasionan, así como el número de años de vida potencialmente perdidos, afectan a todos los grupos de edades, pero de forma desproporcionada a las poblaciones más jóvenes, en las que llegan a constituir la primera causa de muerte. A ello se añade el sufrimiento humano y los costos económicos que ocasionan, el problema es aún más grave cuando se tiene en cuenta que pueden constituir primera causa de muerte en las edades más jóvenes.

En el grupo de adolescentes (10 a 19 años), las lesiones no intencionales representan 79,0% del total de la mortalidad a estas edades (Mariela de los Ángeles Hernández S, 2012). Globalmente, el 98% de las lesiones no intencionales durante la infancia y la adolescencia ocurren en los países de menor ingreso económico, donde han alcanzado proporciones epidémicas que hacen imprescindible la aplicación de estrategias efectivas de prevención (Mariela, Sánchez, Valdés, Ii, & René, 2010).

En la literatura científica internacional se prefiere cada vez más utilizar el término de lesiones no intencionales, ya que el término de accidente no permite comprender el fenómeno y favorece la aceptación resignada de su ocurrencia como algo inevitable, imposible de controlar (Sánchez, García, & Robaina, Caristina, 2005).

Cada adolescente vive su camino hacia la adultez con más o menos angustia, mejor o peor desenlace, en dependencia de múltiples factores individuales y sociales pero, sobre todo, de la capacidad de los adultos que tienen incidencia en su vida (padres, profesores y otros) para entender que la confrontación con lo sabido y lo aprendido, la búsqueda de verdades propias y la exploración de mundo, entre otros aspectos, son inherentes a la adolescencia normal, indispensables para consolidar su identidad y que puedan hacer las mejores elecciones para su vida en todos los ámbitos (Gaete, 2015). La adolescencia es una etapa clave del desarrollo de las personas. Los rápidos cambios biológicos y psicosociales que se producen durante la segunda década afectan a todos los aspectos de la vida de los adolescentes. Esos cambios hacen que la adolescencia sea de por sí un periodo único en el ciclo de vida y un momento importante para sentar las bases de una buena salud en la edad adulta (OMS, 2014).

Con frecuencia se habla de la adolescencia como una etapa difícil, compleja, amenazada por numerosos riesgos. Lesiones, embarazos tempranos, conflictos, falta de oportunidades para educarse y prepararse para el empleo, más los efectos del deterioro ambiental, son algunos de los problemas que preocupan al mundo respecto a estas edades. Pero también, con creciente fuerza, se identifica como una época de oportunidades (Unicef, 2011). Es un periodo crítico

 de desarrollo durante el cual una serie de comportamientos de riesgo de salud puede comenzar afectar negativamente el estado de salud a través de la esperanza de vida, que incluye tanto el funcionamiento social y académico. Las estadísticas sugieren que los adolescentes de hoy en día están participando en conductas de riesgo a edades más tempranas y con más diversidad, casi el 75% de la morbilidad y la mortalidad en los adolescentes es el resultado de sus conductas de riesgo, en particular accidentes automovilísticos, homicidios, suicidios, y lesiones no intencionales (Salerno, Marshall, & Picken, 2012).

La asunción de riesgos y la búsqueda de la novedad son características de los adolescentes: búsqueda de la identidad, la creencia en la invencibilidad, búsqueda de la independencia, la curiosidad, la fuerte influencia de los grupos de pares, impulsividad, y la experimentación. Estas características pueden modificar la percepción de un adolescente de riesgo y su comprensión de las consecuencias de comportamientos particulares. Ellos son más propensos a involucrarse en comportamientos de riesgo tales como beber y conducir, el consumo de drogas, conductas agresivas, y haciendo caso omiso de las prácticas de seguridad aceptadas; ven estos comportamientos riesgosos como emocionantes y gratificantes (Pan et al., 2007).

Estas conductas que los adolescentes asumen constituyen la principal causa de muerte y una fuente importante de morbilidad, discapacidad y los gastos en exceso de la salud en los países occidentales, por otro lado también es importante mencionar que numerosos estudios indican que la influencia de la familia trasciende hacia la relación del adolescente con los iguales.