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Importancia de la inmovilización prehospitalaria del paciente politraumatizado

Importancia de la inmovilización prehospitalaria del paciente politraumatizado

La inmovilización de la columna vertebral es una habilidad importante para todo el personal implicado en las emergencias. La actuación prehospitalaria debe realizar una inmovilización espinal en los casos de sospecha de lesión de cuello o espalda.

Importancia de la inmovilización prehospitalaria del paciente politraumatizado

AUTORES

José Jaime Molina Barea, Rocío Molina Barea, José María Capitán Vallvey. Complejo hospitalario de Jaén. Jaén

RESUMEN

Este artículo revisa la literatura en relación con los equipos, complementos y técnicas que se utilizan en la actualidad en la inmovilización. Las recomendaciones futuras deberán orientarse en el refinamiento de la posición óptima del cuerpo, comportamiento dinámico de todos los dispositivos, y la ampliación de las poblaciones de estudio para incluir a los niños y los ancianos.

PALABRAS CLAVE: inmovilización espinal, columna cervical, cuidados prehospitalarios

INTRODUCCIÓN

El paciente politraumatizado es aquel herido con lesiones orgánicas múltiples producidas en un mismo accidente y con repercusión de órganos vitales lo que conlleva a un riesgo vital. El politraumatizado puede serlo solamente del aparato locomotor, por lo que se les denomina polifracturados. Si las lesiones son sólo viscerales se dice que estamos ante un politraumatizado visceral. Si se combinan las dos, lo que ocurre la mayor parte de las veces, hablamos de politraumatizado mixto que generalmente es lo más frecuente que exista.

La enfermedad traumática representa hoy día en occidente la principal causa de muerte en las primeras cuatro décadas de la vida. La correcta valoración y tratamiento inicial de estos pacientes ha sido establecida para evitar muertes evitables. La asistencia debe de comenzar en el lugar del accidente, una vez atendidas las lesiones vitales se procederá a su movilización-inmovilización y traslado a un centro hospitalario de referencia para este tipo de pacientes. Este punto es muy importante ya que si no se realiza adecuadamente podría causar agravamiento de las lesiones que posee o aparición de lesiones iatrógenas nuevas.

INMOVILIZACIÓN PREHOSPITALARIA DEL PACIENTE POLITRAUMATIZADO

Ante un paciente politraumatizado, la asistencia debe comenzar en el lugar del accidente. Tras la evaluación inicial, y una vez atendidas las lesiones con riesgo inminente de muerte, se procederá a la inmovilización y traslado. Lo primero que debemos hacer es realizar la inmovilización del paciente, con esto conseguiremos limitar los movimientos de la víctima con el fin de evitar el dolor y el shock, disminuir el daño a tejidos cercanos a la lesión, corregir la deformidad que observemos, disminuir el sangrado y limitar el efecto iatrogénico.

Para la inmovilización del paciente politraumatizado existen múltiples dispositivos de fácil utilización, radiotransparentes y que dejan la vía aérea accesible de los que se pueden disponer para realizar una correcta inmovilización

  1. LESIÓN DE COLUMNA

Debemos evitar la lesión medular y si esta instaurada no agravarla, para ello tendremos que identificar cuáles son los pacientes de riesgo con dicha lesión:

– Cualquier paciente involucrado en trauma con déficit neurológico.

– Cualquier paciente con dolor de cabeza, cuello o espalda.

– Paciente inconsciente.

– Cualquier paciente involucrado en trauma involucrado, con alteraciones del estado mental, (alcohol, drogas).

– Cualquier paciente que presente signos de traumatismo por arriba de la cintura escapular

Ante un paciente con riesgo de tener lesión medular deberemos realizar una correcta inmovilización de la columna evitando lateralizaciones, rotaciones y flexoextensiones a cualquier nivel de la misma, prestando especial cuidado con la región cervical. Se deberá colocar la cabeza en posición neutral, manteniendo en todo momento una ligera tracción así como colocarle un collar cervical homologado o de construcción propia (con periódicos, cartón, cordones, cinturones, etc). Ante cualquier paciente se deberá mover en bloque al enfermo.

Los dispositivos que se disponen en el mercado para la correcta inmovilización de la columna son:

– COLLARÍN (figura 1): Los collares cervicales no inmovilizan 100% aunque reducen el rango de movimiento para proporcionar inmovilización. El mejor collar es capaz de reducir el rango de flexión al 75% aprox. Y del 50% o menos de otro movimiento y debe permitir la apertura de la boca o no ocluir la misma. El tipo de collarín varía según su composición y la limitación de movimiento que produce siendo el más recomendado para el politraumatismo el collarín rígido tipo Philadelphia.

TABLEROS ESPINALES (figura 2): Se utilizan asociados al collarín cervical. La fijación de estos dispositivos debe comenzar por el tórax y terminar por la cabeza. En el caso de que sean utilizados para el traslado, se deben almohadillar los huecos entre el paciente y el tablero.

– FÉRULAS ESPINALES (figura 3): Son corsés que inmovilizan el tronco, el cuello y la cabeza del paciente durante la extracción de víctimas del interior de vehículos. Es necesario el uso complementario del collarín cervical. Para su utilización son necesarios al menos dos personas.

– CAMILLA DE CUCHARA, DE PALAS, TELESCÓPICA O DE TIJERA (figura 4): Indicada para la recogida del paciente del suelo y para extraerlo de un vehículo e instalarlo en el colchón de vacío o en la camilla de transporte con el mínimo movimiento. Este dispositivo no es apto para el transporte del paciente.

– COLCHÓN DE VACÍO (figura 5): Sirve para la inmovilización de pacientes, especialmente en caso de traumas en vértebra o pelvis. Consiste en una gran bolsa que incluye pequeñas bolsas de poliestireno, con una válvula, correas y manijas. Tiene un radio opaco y es lavable.

  1. LESIÓN OSTEOMUSCULAR

 Debe sospecharse la presencia de una fractura en caso de que la forma del miembro afectado haya perdido su apariencia o forma natural, aumento de volumen, pérdida de la funcionalidad y dolor intenso. Es importante inmovilizar las fracturas de extremidades lo antes posible para minimizar el daño producido en estructuras vecinas como nervios, tejidos, venas y arterias. Las luxaciones y fracturas no deben se reducidas en el mismo lugar del accidente ya que se pueden lesionar los sistemas vascular y nervioso si se carece de experiencia y formación adecuada. Se deben inmovilizar tal y como se presenten.

Para realizar una inmovilización externa, podemos utilizar materiales tales como:

» Férulas Rígidas: Tablas, Cartón, Palos y/o ramas de árboles, etc

» Férulas Blandas: Manta doblada, almohada…

» Vendas triangulares, o elementos para amarrar o sostener como: tiras de tela, corbatas, pañuelos, pañoletas, toallas y vendas.