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Cuidados de Enfermería en la Infección del Tracto Urinario pediátrica

Cuidados de Enfermería en la Infección del Tracto Urinario pediátrica

El aparato urinario realiza importantes funciones excretoras y homeostáticas. Su invasión por microorganismos patógenos se conoce como Infección del Tracto Urinario (ITU) y sus consecuencias pueden ser graves para el individuo. Por su magnitud, prevalencia y recurrencia es un importante motivo de demanda asistencial.

Cuidados de Enfermería en la Infección del Tracto Urinario pediátrica

Autores

Rubén Yagüe Pasamón. Máster Universitario en Investigación en Ciencias de la Salud por la Universidad San Jorge. Graduado en Enfermería por la Universidad San Jorge. Profesor asociado del grado en Enfermería de la Universidad San Jorge (Zaragoza). Servicio de Hospitalización de “Medicina Interna”. Hospital Royo Villanova.

PALABRAS CLAVE: Pediatría; infección del tracto urinario; Enfermería; atención primaria;

RESUMEN

La función de la enfermera pediátrica de atención primaria es indispensable, realizando actividades de educación, prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la patología junto con el pediatra. El objetivo del artículo es recoger y actualizar la información sobre esta patología, orientando a la enfermera inexperta en su manejo y actualizando los conocimientos de la enfermera experimentada, favoreciendo una práctica óptima basada en la evidencia.

De este modo, el presente artículo sintetiza, de una manera didáctica y concisa, los hallazgos realizados en una búsqueda bibliográfica sobre el asunto en importantes libros y revistas científicas especializados, así como en bases de datos como Pubmed, Scielo, tratando los siguientes aspectos clave: epidemiología, etiología y fisiopatología, clínica, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y cuidados de Enfermería.

  1. INTRODUCCIÓN

El sistema urinario desempeña un rol esencial en las funciones excretoras y homeostáticas corporales. Por este motivo, una alteración en su funcionamiento puede traer graves consecuencias para el individuo, llegando incluso a la incapacidad y la muerte (Guyton et al, 2006).

Este conjunto de órganos es estéril en condiciones fisiológicas (salvo la uretra anterior, el tracto urinario no posee flora saprófita), pero si es invadido por microorganismos patógenos se pueden producir alteraciones locales e importantes repercusiones sistémicas (Larcombe, 2010). Esta situación se conoce como Infección del Tracto Urinario (ITU) y es especialmente prevalente e importante en la población pediátrica.

Lizama et al. (Lizama et al., 2005) definen la Infección del Tracto Urinario (ITU) como “la invasión, colonización y multiplicación de microorganismos en el aparato urinario”. La Infección del Tracto Urinario (ITU) es el proceso infeccioso más prevalente en la población pediátrica, llegando a suponer hasta el 1,35% de consultas en servicios de urgencias y hasta el 10% de la causa de hospitalización en algunos países (Peña et al., 2009). Por todo ello, la enfermera pediátrica de atención primaria debe conocer sus características y fisiopatología, así como su manejo.

  1. MATERIAL Y MÉTODOS

Objetivos

La meta principal del presente estudio es recoger y actualizar los conocimientos sobre el manejo diario de la Infección del Tracto Urinario en la consulta de Enfermería pediátrica de Atención Primaria, de una manera sencilla y clara, orientando a la enfermera inexperta en la práctica clínica relativa a esta patología específica y renovando los conocimientos de los profesionales veteranos. De esta forma se reducirá la práctica “basada en la experiencia” en pro de atención enfermera “basada en la evidencia científica”.

Metodología

Se realizó una búsqueda bibliográfica en la base de datos científica PubMed empleando los términos tesauro MeSH: urinary tract infections, child, paediatrics y nursing combinados en diferentes búsquedas con distintos operadores booleanos. La búsqueda también fue complementada con otras fuentes como libros especializados y otras bases de datos en castellano como Scielo.

  1. RESULTADOS

Epidemiología

Las Infecciones del Tracto Urinario son un grupo de patologías con una magnitud destacable en la población pediátrica. Se considera que a la edad de 7 años, aproximadamente el 8% de las chicas y el 2% de los chicos habrán padecido al menos un episodio de ITU (Peña et al., 2009; White, 2011).

Su incidencia está íntimamente ligada a la edad y al género del paciente. Satura apunta que en niños menores de un mes la incidencia es de 2 a 1 en hombres con respecto de mujeres. Después se observa una tendencia creciente en la proporción de mujeres con respecto de hombres, siendo de 8 a 1 en el periodo escolar y de 20 a 1 en la adolescencia, incrementándose hasta la edad adulta (Satura, 2004).

Las Infecciones del Tracto Urinario (ITU) también destacan por su elevada recurrencia. Algunos autores indican que la enfermedad reaparece entre el 10 y el 30% de los casos en un periodo de un año tras el primer episodio. La infección y su recurrencia pueden ir asociadas a diferentes factores de riesgo  que se pueden clasificar en factores extrínsecos al individuo (procedimientos invasivos de la vía urinaria y virulencia del patógeno causal) e intrínsecos al paciente (inmunodeficiencia; raza blanca o latina; ser varón no circuncidado; mala higiene genital: antecedentes personales de ITU; antecedentes de reflujo vesicouretral y trastornos obstructivos o morfológicos de las vías urinarias) (Larcombe, 2010; Lizama et al, 2005; White, 2011; Saadeh et al, 2011; Flores et al., 2011; Hoyos et al., 2010).

Etiología y fisiopatología

La etiología de las Infecciones del Tracto Urinario (ITU) es predominantemente bacteriana, aunque también puede ser ocasionada por agentes víricos como el Haden Virus. Flores et al. observaron que la ITU en pacientes críticos también puede ser causada por microorganismos oportunistas, especialmente el hongo Cándida Albicans, llegando a representar hasta el 44% de los casos estudiados (Flores et al., 2011).

La Escherichia Coli es el agente causal de la práctica totalidad de las Infecciones del Tracto Urinario (ITU) (Larcombe, 2010). Algunos estudios apuntan a que hasta el 80 o 90% de las infecciones urinarias son provocadas por esta especie de bacteria gram negativa (Saadeh et al., 2011; San José et al., 2009; Rabaneque et al.). A este microorganismo le siguen en frecuencia infecciones ocasionadas por bacterias del género Proteus (Proteus Spp) (Hoyos et al., 2010; San José et al., 2009) y después otros agentes patógenos como los pertenecientes a los géneros Citrobacter, Enterococo, Enterobacter Sp. Klebsiella, y las especies Staphylococcus Saprothycus (White, 2011; Saadeh et al, 2011; Rabaneque et al.), Serratia Liquifeciente, Staphylococcus Aureus y Streptococcus del grupo B (Satura, 2004).

En la fisiopatología del proceso podemos observar dos entidades claramente diferenciadas en función de criterios anatómicos: infección de vías urinarias altas (pielonefritis) y bajas (cistitis y uretritis) (Trincado et al., 2005). Aunque en último término, ambas pueden llegar a convertirse en bacteriemia (presencia de bacterias en sangre) y desembocar en septicemia (infección sistémica diseminada a través de la sangre), la infección de las vías urinarias altas, que invade el parénquima renal, es más agresiva que de las vías bajas y sus consecuencias son más graves, ya que puede generar una afectación parenquimática permanente.