Los probióticos en la lactancia materna: recomendaciones de la matrona y enfermera

Resumen.

En el siguiente artículo se describen la eficacia y los beneficios del uso de probióticos antes y durante la lactancia materna.

Los probióticos en la lactancia materna: recomendaciones de la matrona y enfermera

Autores:

Rosa María Morillas Salazar. Enfermera.

José Iglesias Moya. Enfermero especialista en obstetricia y ginecología.

Pedro Luis López Carmona. Enfermero

Palabras clave: probióticos, lactancia.

Introducción

La lactancia materna es el mejor alimento para el recién nacido, recomendada de manera exclusiva hasta los 6 meses, edad en la que se empieza a introducir la alimentación complementaria. Posteriormente se recomienda lactancia materna junto con la alimentación materna, hasta que la madre y el niño deseen. Son numerosos los beneficios que esta aporta para el recién nacido y la madre, entre ellas están la protección frente a infecciones.

Según la OMS se define probiótico como: “Microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo hospedador”.

Lactancia materna y neonato

Se ha estudiado que la leche materna posee una serie de cepas bacterianas con capacidad de actuar como probióticos, estos se encuentran inicialmente en el intestino materno y de ahí pasan a la glándula mamaria, una vez en esta se vehiculizan a través de la leche materna. Los probióticos de la leche materna cuando actúan en el sistema digestivo del recién nacido, hacen que le confiriera una serie de beneficios entre los que encontramos:

– Efecto antimicrobiano

– Mejora la respuesta inmunitaria

– Aumenta la flora intestinal.

Es por ello que las ventajas de estos probióticos están aceptadas en la disminución de la incidencia en las distintas enfermedades respiratorias y gastrointestinales del recién nacido

La lactancia materna por sí sola sin ayuda de suplementos es capaz de aportar todos estos beneficios enumerados, entre otros.

El uso de los distintos probióticos administrados de manera externa puede estar justificado para ayudar a restablecer la microbiota intestinal del recién nacido, se puede recomendar a la embarazada tomarlos en forma de suplementos durante el periodo perinatal.

Mastitis

Por otro lado, los probióticos han demostrado la capacidad de actuar sobre la mastitis, es por ello la recomendación de que la mujer tome probióticos ante una mastitis subaguda como primera elección antes que el antibiótico, por las innumerables resistencias que ofrecen las bacterias al tratamiento con antibioterapia.

Prematuros

En el caso de los recién nacidos prematuros el uso de probióticos cobra más importancia puesto que su sistema inmune y su aparato gastrointestinal es aún inmaduro, existe un alto riesgo de enterocolitis necrotizante y una mortalidad más elevada. La lactancia materna es esencial en los prematuros y el uso de probióticos administrados de manera externa es cada vez más defendido.

Conclusiones

Los probióticos contenidos en la leche materna son esenciales para el recién nacido, es por ello que la lactancia materna aporta numerosas ventajas para el desarrollo de la microbiota intestinal y respuesta inmunitaria del neonato, y más aún cuando se trata de casos de prematuridad en los que la lactancia y el uso de suplementos con probióticos estaría justificado por su insuficiente desarrollo del sistema inmune y gastrointestinal.

En las mastitis subagudas será de primera elección el probiótico antes que el antibiótico por la resistencia de las bacterias a los antibióticos.

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