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La Enfermería en el conocimiento del metabolismo del potasio y su manejo

La Enfermería en el conocimiento del metabolismo del potasio y su manejo

La valoración del estado electrolítico es una práctica muy habitual y una parte integral de la atención a los pacientes, uno de los parámetros más solicitados es el potasio, y el conocimiento de éste, sus valores, alteraciones y manejo, es de vital importancia para la Enfermería.

La Enfermería en el conocimiento del metabolismo del potasio y su manejo

1 EZEQUIEL MONTERO GARCÍA

2 SERGIO GALARRETA APERTE

3 BEGOÑA LÓPEZ ZAPATER

4 MARTA MANERO SOLANAS (máster gerontología social).

5 INÉS JULIÁN GARCÍA.

RESUMEN:

El potasio cumple funciones de muy diversa índole a nivel celular, jugando un papel crítico; Pueden presentarse alteraciones en el equilibrio hidroelectrolítico del potasio, por deficiencia o perdida anormal de potasio, hipopotasemia; o por incremento de potasio, hiperpotasemia. Es de reconocida importancia conocer el manejo y uso de los medicamentos, incluidas sus particularidades, y en el caso concreto del cloruro de potasio, como se puede deducir tras la lectura de la información expuesta, el administrarlo de forma correcta y controlada, evita que se produzcan efectos secundarios y hacerlo de forma incorrecta podría derivar en consecuencias potencialmente graves.

PALABRAS CLAVE: potasio, hipopotasemia, hiperpotasemia, cloruro potásico.

EL POTASIO:

La extracción de analíticas sanguíneas para valoración del estado electrolítico es una práctica muy habitual y una parte integral de la atención a los pacientes, uno de los parámetros más solicitados es el potasio, y el conocimiento de éste, sus valores, alteraciones y manejo, es de vital importancia para la Enfermería.

El potasio es el principal catión intracelular, la concentración en el interior de la célula es de unos 150mEq/l, mientras que la concentración plasmática es de 3.5 a 5.5 mEq/l. El equilibrio en el balance entre el potasio presente en el líquido intracelular y el extracelular se lleva a cabo a través de una bomba sodio/potasio membrana dependiente ATP, presente en todas las células, y cuya función es vital para la homeostasis del organismo vivo. La mayor fracción intracelular está en el musculo esquelético, el resto se localiza en hepatocitos, eritrocitos y células cerebrales, y sólo el 2% del potasio corporal total, se encuentra en el líquido extracelular.

A pesar de que las reservas de potasio pueden variar en razón del sexo, peso, edad o masa muscular, es necesario que exista un equilibrio entre las perdidas y las ganancias de potasio, manteniendo el organismo el potasio corporal compensado, entre sus ingresos vía oral (requerimiento diario entorno al 1- 1.5 mEq/Kg peso) y su eliminación (vía renal en prácticamente el 95% de su totalidad y 5% por vía digestiva).

El potasio cumple funciones de muy diversa índole a nivel celular, jugando un papel crítico en la transmisión nerviosa, la tonicidad intracelular, la contracción muscular, la contractilidad cardiaca, la producción proteica y el metabolismo de los hidratos de carbono, por lo que las alteraciones del equilibrio del potasio conllevan un alto riesgo de trastornos a nivel muscular y cardiaco.

Pueden presentarse alteraciones en el equilibrio hidroelectrolítico del potasio, por deficiencia o perdida anormal de potasio, hipopotasemia; o por incremento de potasio, hiperpotasemia.

La hipopotasemia (potasio inferior a 3.5 mEq/l en líquido extracelular), puede estar causada por una disminución en la cantidad absoluta de potasio, generalmente por aumento de las pérdidas, ya que no es habitual la falta de aporte, o por una redistribución de éste hacia el interior de la célula. Las manifestaciones clínicas más frecuentes se dan en las extremidades inferiores, con debilidad muscular, fatiga y debilidad, en casos más graves podría llegar a afectar a musculatura respiratoria, objetivándose una hipoventilación e íleo paralítico por afectación de la musculatura lisa del tracto digestivo. Produce también cambios en el electrocardiograma por un retraso en la repolarización ventricular, que puede observarse de inicio como un aplanamiento e inversión de onda T, onda U prominente, depresión del segmento ST, y prolongación de QT, en los casos más graves, los pacientes con afectación cardiaca pueden derivar en arritmias ventriculares y en pacientes con tratamiento de digital aumentarse el riesgo de toxicidad del fármaco.

La hiperpotasemia (potasio plasmático superior a 5.0 mEq/l), es causada por la salida del potasio al líquido extracelular o por disminución de las perdidas renales, en muy pocos casos, enfermos renales o tratamientos de potasio endovenoso, es causada ésta, por aumento en la ingesta de potasio. Las manifestaciones clínicas se producen a nivel neuromuscular, con parestesias, debilidad, parálisis que puede llegar a ser ascendente y provocar incluso parada respiratoria; y a nivel cardiaco, con objetivación en el electrocardiograma de ondas T picudas, ensanchamiento QRS, depresión ST, bloqueo AV de primer grado e incluso, Fibrilación Ventricular y Parada Cardio-Respiratoria.

Por todo ello, y como parte del cuidado al paciente, Enfermería debe permanecer atenta y vigilante a dichas alteraciones, que pueden llegar a resultar potencialmente graves.

CLORURO POTASICO:

Tras objetivar la importancia del conocimiento sobre el potasio en el organismo, valores, funciones, y alteraciones, centraremos la atención en el tratamiento de la hipopotasemia por vía intravenosa, por tratarse de una práctica diaria habitual por parte de la Enfermería hospitalaria, y cuyo manejo debe conocerse y aplicarse para asegurar una asistencia de calidad.

El cloruro de potasio es la sal más utilizada cuando se desea la acción del catión potasio, cada miliequivalente de potasio corresponde a 39.1mg de potasio y a 74.55mg de cloruro potásico. Está indicado en el tratamiento del déficit de potasio, hipopotasemia, y el origen de ésta puede tener diversas causas como ya hemos comentado anteriormente, por lo que es primordial, conocer la etiología del problema.

La dosis a utilizar debe ser individualizada a cada caso y bajo un estricto control médico, según valores y grado de hipopotasemia, y según situación clínica del paciente, realizándose pruebas de laboratorio y controles de electrocardiograma, prestando especial atención a posibles eventos como aumento de la onda T, depresión segmento ST, desaparición de onda P, prolongación intervalo QT, o cualquier otra anomalía, con las que se suspendería la perfusión de inmediato.

No debe administrarse nunca de forma directa ni en bolus, únicamente se ejecuta tras la dilución en una solución adecuada, pudiendo utilizarse diferentes soluciones para perfusión como Salino Fisiológico, Cloruro Sódico al 0,45%, Ringer y Ringer Lactado, Glucosalino y Glucosado al 5% y al 10%. Pero no diluir en soluciones lipídicas, ni en manitol al 20% ó 25%, ya que puede producirse coalescencia o precipitación.

La dilución tiene un límite de concentración máxima de 40mmol/l de potasio y la velocidad de perfusión no debe ser rápida, considerándose segura una velocidad de 10 mmol/h, y con indicación de no sobrepasar los 20mmol/h.

Debe prestarse especial atención a los pacientes de edad avanzada, por posible afectación o enfermedad confirmada de la función renal o cardiaca, así como a aquellas con predisposición a la hiperpotasemia.

Además de las recomendaciones generales de uso del medicamento que se acaban de exponer, Enfermería debería ser conocedora de las siguientes precauciones a la hora de trabajar con el cloruro de potasio:

Debe realizarse todo el proceso por personal cualificado y manteniendo la máxima asepsia. Tener siempre presente que la inyección directa de concentrados de potasio, sin la dilución apropiada, puede causar la muerte instantánea. Al preparar la dilución, ésta debe ser transparente y no contener precipitados, tras ello, agitar bien la dilución, una vez introducido el fármaco en la solución, para favorecer una distribución homogénea y evitar con ello el gradiente de concentración al iniciar la perfusión.

Nunca se debe añadir un suplemento o concentrado de potasio, en un frasco o bolsa de perfusión, que este agotándose, ya que podría provocar una hiperpotasemia. El formato de presentación es para una única dosis, por ello, la recomendación es la de desecharlo tras su uso, aunque quede un remanente.

Las reacciones adversas más frecuentes van ligadas a la presencia de niveles séricos de potasio elevados (hiperpotasemia), y sus manifestaciones clínicas definitorias, por lo que debemos prestar atención en estos pacientes, al inicio de sintomatología neuromusculares, como parestesia de extremidades, debilidad muscular, confusión mental, y realizar control con electrocardiograma o incluso monitorización para la detección de arritmias cardiacas y en casos más graves, parada respiratoria o paro cardiaco.

Es de reconocida importancia conocer el manejo y uso de los medicamentos, incluidas sus particularidades, y en el caso concreto del cloruro de potasio, como se puede deducir tras la lectura de la información expuesta, el administrarlo de forma correcta y controlada, evita que se produzcan efectos secundarios y hacerlo de forma incorrecta podría derivar en consecuencias potencialmente graves.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Garrido, E. M., Frade, L. F. G., Sansores, C. C., Rivero, A. S., Rendón, J. C. S., Rodríguez, I. D., Mejía, R. H. Hipopotasemia en pacientes hospitalizados. Medicina Interna de México 2008; 24(1): 87.
  2. Camargo Espejo F., Hipopotasemia e Hiperpotasemia. Revista Actualización Clínica 2013; 39: 2029- 2035.
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  4. Brady, W. J. La hiperpotasemia y el electrocardiograma. Emergencias: Revista de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias 2010; 22(2): 152.
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  6. De Potasio, Uso seguro. GAP 2015. Disponible en: [http://www.garrahan.gov.ar/PDFS/gap_historico/GAP2015-USO-SEGURO-DE-POTASIO.pdf] (consulta en internet el 20/07/16).