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Abordaje del paciente con Alzheimer en la Consulta de Odontología

Abordaje del paciente con Alzheimer en la Consulta de Odontología

RESUMEN

El Alzheimer es un trastorno importante en el paciente geriátrico, en el que se produce un deterioro progresivo en las funciones corticales superiores del cerebro, afectando a la memoria y a la capacidad de resolver problemas cotidianos. Su prevalencia ha aumentado en los últimos años, consecuencia de la mayor esperanza de vida a la población. Es por ello que es cada vez más frecuente encontrar en la consulta de Odontología pacientes con esta enfermedad. Este trabajo revisa los aspectos más importantes relacionados con la salud bucal de los enfermos de Alzheimer.

Abordaje del paciente con Alzheimer en la Consulta de Odontología

Patricia María Puga Guil. Doctora en Odontología por la Universidad de Granada.

Daniel Gálvez Estévez. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada.

PALABRAS CLAVE: Demencia, Alzheimer, Odontología, Geriatría.

OBJETIVOS

  • Realizar una puesta al día en el abordaje del paciente con Enfermedad de Alzheimer en la consulta de Odontología.
  • Conocer las características de la Enfermedad de Alzheimer en sus distintas fases de evolución.
  • Identificar las pautas de tratamiento odontológico indicadas según la evolución de la enfermedad.

MATERIAL y MÉTODO: Se realiza una búsqueda bibliográfica en la base de datos PubMed con las palabras: Alzheimer y Salud oral desde el año 2000 hasta la actualidad.

INTRODUCCIÓN

La Enfermedad de Alzheimer (EA): es una demencia de aparición progresiva, neurodegenerativa insidiosa e irreversible, que fue descrita por primera vez por el médico alemán Alois Alzheimer a principios del siglo XX. Se caracteriza por ser un trastorno progresivo que afecta al sistema nervioso central, con lesiones características en el cerebro tales como la pérdida difusa de neuronas en el hipocampo y en el neocórtex. (1) El enfermo de Alzheimer presenta una pérdida progresiva y constante de acetilcolina (sustancia necesaria para el funcionamiento cerebral).

La Enfermedad de Alzheimer suele aparecer a partir de los 65 años, aunque también puede establecerse en gente más joven. Entre el 10-15% de los mayores de 65 años y el 20% de las personas mayores de ochenta padecen de Alzheimer. (2) Se estima una prevalencia para la Enfermedad de Alzheimer entre 17 y 25 millones y es considerada la tercera causa de muerte en el paciente geriátrico, después de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. (3). Se observa una mayor prevalencia en mujeres (relación hombre: mujer= 2:3), consecuencia de su mayor longevidad.

La etiología de la Enfermedad de Alzheimer es complicada. Se asocia con factores como la edad, antecedentes familiares, la enfermedad vascular cerebral, el déficit inmunológico, las alteraciones metabólicas, factores genéticos, traumatismos craneoencefálicos, tumores, infecciones y factores que comprometen la calidad de vida (drogas, alimentación, tóxicos). También se ha relacionado con factores sociales como la educación y la ocupación. (4)

La Enfermedad de Alzheimer se caracteriza por el deterioro de la salud mental y física. El síntoma inicial más conocido en la aparición de una fuerte dificultad para recordar hechos y eventos, disfasia o incoherencia en el leguaje. (5) Estos primeros síntomas se van acentuando de forma gradual y progresiva, siendo cada vez más acusada la pérdida de memoria y de actividad cognitiva, llegando el paciente a no reconocer a sus familiares y entorno, o no sea capaz de realizar tareas simples habituales como lavarse o comer.

El paciente disminuye sus destrezas motoras, pierde el sentido de la orientación y sufre cambios en el estado de ánimo en la personalidad, delirios, problemas conductuales, etc. (6) El cuadro final de la mayoría de estos pacientes es la postración absoluta, dependiendo totalmente de otras personas hasta para las funciones más básicas. La alimentación frecuentemente es administrada por tubos nasogástricos. La muerte finalmente resulta de una aspiración pulmonar o de procesos infecciosos asociados a intubaciones prolongadas en el tiempo. (1)

Distinguimos una evolución de la Enfermedad de Alzheimer en tres fases o etapas: inicial, intermedia y terminal.

  • Su fase inicial dura entre 0 y 4 años. Empieza con pequeños olvidos, pérdidas de memoria, disminuye la capacidad de aprender y retener información, el lenguaje se deteriora, y cada vez le resulta más difícil al enfermo la realización de actividades diarias. (1)
  • La enfermedad progresa hacia una fase intermedia, que dura entre 2-8 años tras el diagnóstico. En esta etapa se intensifican los síntomas iniciales, con un alto riesgo de sufrir accidentes secundarios a estos. Esta fase se caracteriza por una falta de entendimiento, actitud agresiva, malestar. El paciente no puede expresarse bien y presenta dependencia en las actividades rutinarias.
  • Por último, tiene lugar la fase terminal de la enfermedad tiene una duración de 6 a 10 años. En esta etapa el paciente presenta una desorientación profunda, está apático y la dependencia es total, presentando incontinencia total urinaria y fecal. Existe un gran riesgo de desnutrición. La evolución natural de la enfermedad lleva al coma y a la muerte.

El tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer se basa en la administración de inhibidores de la acetilcolinesterasa, agonistas colinérgicos, antioxidantes, drogas antiinflamatorias, tratamiento de reemplazo hormonal, tratamiento antiamiloide (en el Alzheimer las fibras nerviosas mueren rodeadas por deposito amiloide) y agentes neurotrópicos. Este tratamiento farmacológico retrasa el avance de la enfermedad, pero no lo detiene ni lo cura.

La Enfermedad de Alzheimer en la consulta de Odontología:

El aumento de la esperanza de vida en la población, cada vez es más frecuente que la Enfermedad de Alzheimer sea llevada, por sus cuidadores, a la consulta de Odontología para solucionar sus problemas de salud bucodentales. Es por ello que resulta fundamental que el Odontólogo conozca las características fundamentales de la Enfermedad de Alzheimer para poder abordar de la mejor manera el tratamiento odontológico de estos pacientes.

Dadas las características del paciente con Enfermedad de Alzheimer, este requiere un abordaje adaptado a sus peculiaridades en la consulta de Odontología. En primer lugar debe diseñarse un plan de tratamiento acorde a la evolución de la enfermedad del paciente y siempre en consenso con los familiares. Como se ha indicado anteriormente, la evolución de la Enfermedad de Alzheimer, trae consigo un deterioro de la higiene general y bucal del paciente. Muchos de los fármacos usados para el tratamiento de la enfermedad producen hiposialia desencadenando por tanto un aumento en el índice de caries.

El tratamiento dental debe ser llevado a cabo en los estadios iniciales de la enfermedad, si es posible, ya que en las fases más avanzadas será imposible realizarlo.

Es por ello que resulta fundamental anticiparse al deterioro bucal, en las primeras etapas de la v. En esta etapa resulta fundamental instaurar medidas de prevención: aplicaciones de flúor tópico, empleo de clorhexidina, realización de tartrectomías, etc. Esta primera fase de evolución es también el momento más idóneo para realizar cualquier tipo de tratamiento dental para reparar la salud de aparato estomatognático del paciente con Enfermedad de Alzheimer. El Odontólogo también deberá guiar a los pacientes, familiares y cuidadores en las técnicas más adecuadas para mantener una correcta higiene bucal en el paciente con Enfermedad de Alzheimer. (8) La planificación del tratamiento se dirige a anticiparnos a problemas futuros de salud oral, dado que con la evolución de la enfermedad aumenta la dificultad en la higiene y en la aceptación del paciente a recibir tratamientos clínicos. (9)

La actitud agresiva del enfermo y su falta de entendimiento, dificultan el tratamiento odontológico en la fase intermedia de la enfermedad. El paciente necesita acudir acompañado a la consulta, no colabora a la hora de recibir el tratamiento. La intervención odontológica en esta fase se focaliza en eliminar las posibles fuentes de infección o dolor. Todo para evitar empeorar la condición sistémica del paciente. Las citas deben ser cortas y con buen manejo del estrés y la ansiedad. En ocasiones será aconsejable realizar los procedimientos bajo sedación con óxido nitroso o benzodiacepinas, todo planificando siempre con el médico del paciente. (9). En esta fase las prótesis removibles son de poca utilidad, se desajustan y dan lugar a otros problemas como hiperplasia fibrosa o accidentes que comprometan la permeabilidad de las vías aéreas superiores.

A veces resultará necesaria la remoción de los implantes dentales para proporcionar evitar la ocurrencia de posibles accidentes. Es también fundamental la instrucción en higiene oral del cuidador. (3,10)

Durante la fase final, deben evitarse los tratamientos largos y complicados. El trabajo del Odontólogo se centrará en eliminar los focos de infección y de dolor, para mejorar en lo posible, la calidad de vida del paciente con Enfermedad de Alzheimer. Para la realización de los procedimientos clínicos, serán necesarios abridores de boca y expansores. El Odontólogo debe formar una parte activa en las acciones y decisiones clínicas para mejorar la calidad de vida del paciente, para ello mantendrá siempre la integridad y bienestar del paciente con Enfermedad de Alzheimer. (9)

CONCLUSIONES:

  1. La esperanza de vida de la población general ha aumentado, por lo que cada vez hay más pacientes con Enfermedad de Alzheimer y se presentan más frecuentemente en la consulta de Odontología.
  2. El avance de la enfermedad, conlleva una precaria higiene oral, que da lugar a una mayor patología oral, siendo necesaria la intervención del Odontólogo.
  3. Son fundamentales las medidas preventivas como es el uso de flúor tópico, clorhexidina.
  4. Es fundamental la implicación de familiares y cuidadores en la higiene oral del paciente con Enfermedad de Alzheimer.
  5. En tratamiento odontológico se planteará en función a la fase evolutiva de la Enfermedad de Alzheimer del paciente.
  6. El odontólogo debe conocer la medicación del paciente para evitar interacciones con fármacos de uso habitual en Odontología.
  7. En fases avanzadas de la enfermedad puede recurrirse a la sedación endovenosa para realizar el tratamiento.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Kocaelli H, Yaltitrik M, Yargic I, Özbas H. Alzheimer’s Disease and dental management. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod. (2002); 93: 521-4.
  2. Bidzan L, Biliekiewicz A, Turczynski J. Preliminary assessment of ginkgo bilobae (Ginkofar) in patients with dementia. Psychiatr Pol. (2005); 39(3): 559-66.
  3. Miranda AF, Montenegro FLB, Lia . Demência senil(Alzheimer): intervenção odontológica multidisciplinar em nível de consultório e domiciliar – Relato de caso clínico. Rev Eap/Apcd Sjc 2008; 10(1):11-13.
  4. Goiato MC, Santos DM, Barão VAR, Pesqueira AA, Gennari Filho H. Odontogeriatria e a Doença de Alzheimer. Pesq Bras Odontoped Clin Integr 2006;6(2):207-212
  5. Ghezzi E, Ship JA, Arbor A. Dementia and Oral Health. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod. (2000); 89: 2-5.
  6. Chung JA, Cummings JL. Neurobehavioral and neuropsychiatric symptoms in Alzheimer’s disease: characteristics and treatment. NeurolClin. (2000); 18: 829-46.
  7. Ocasio NA, Solomowitz BH, Sher MR. Dental Management of the patient with Alzheimer’s disease. N Y State Dent J. (2000); 66: 32-5.
  8. Little JW. Dental management of patients with Alzheimer’s disease. Gen Dent. 2005;53(4):289-96
  9. Southern Association of Institutional Dentists. Clinical concerns in dental care for persons with mental illness: self-study. SAID. 2007;9:1-16.
  10. Bidzan L, Biliekiewicz A, Turczynski J. Preliminary assessment of ginkgo bilobae (Ginkofar) in patients with dementia. Psychiatr Pol. (2005); 39(3): 559-66.