Inicio > Traumatología > La importancia de la Enfermería en el trasplante renal de donante vivo

La importancia de la Enfermería en el trasplante renal de donante vivo

La importancia de la Enfermería en el trasplante renal de donante vivo

Resumen: El objetivo de nuestro estudio es conocer la importancia del papel de Enfermería dentro del programa de trasplante que en nuestro caso vamos a limitarlo a la donación de donante vivo, recordar la efectividad de este trasplante en la salud española, analizar la evolución y expansión de la mejoras de Enfermería para este tipo de trasplante.

La importancia de la Enfermería en el trasplante renal de donante vivo

Autor:

  1. Esperanza Cruz García. DUE. Hospital Quirón Sagrado Corazón (Sevilla)
  2. Mauricio Cruz Bajo. DUE. Clínica Diálisis Bellavista (Sevilla)
  3. Víctor Fernández Gil. DUE. Centro Diálisis Diaverum (Rio Tinto)

Para la realización de este trabajo vamos a realizar una esta revisión bibliográfica a través de las siguientes bases de datos: Cochrane, Cuiden, Enfispo, PubMed, Dialnet.

Palabras clave: Trasplante, Enfermería, Insuficiencia Renal, Donante.

Introducción:

La búsqueda de donantes de órganos parte de la necesidad de órganos sanos para pacientes que han “perdido” los suyos por alguna enfermedad. El trasplante es una indicación terapéutica resolutiva y eficaz en los pacientes que se encuentran en estadios terminales e irreversibles de la función renal y tienen como única opción terapéutica el trasplante del órgano lesionado.

El trasplante exitoso requiere la manipulación del sistema inmunológico del receptor. Todas las células y tejidos del organismo tienen antígenos en la superficie de las membranas celulares. Estos antígenos permiten que una célula pueda ser reconocida por otras como “propia” o “extraña”. Los antígenos distribuidos en la superficie de las células de una persona son únicos para ella, excepto para los gemelos idénticos, y están controlados por los genes de la persona. Estos antígenos celulares son importantes en la protección del organismo contra la invasión de sustancias extrañas.

Debido a que las sustancias ajenas tienen diferentes marcadores, éstos pueden ser reconocidos como ajenos por el sistema inmunológico.

Las personas sometidas a trasplante de riñón intercambian el pasar de un programa crónico de diálisis, con sus limitaciones por un nuevo programa terapéutico, con nuevas limitaciones y requisitos.

A menos que el riñón haya sido donado por un gemelo idéntico, el organismo identifica el injerto como un tejido extraño y trata de destruirlo (rechazo). Los aloinjertos de riñón pueden obtenerse de cadáveres, miembros de la familia con características similares o un gemelo idéntico. Aunque más del 80% de los riñones trasplantados provienen de cadáveres, los mejores resultados se obtienen de los donantes familiares consanguíneos El requisito principal para el riñón donado es la histocompatibilidad entre el donante y el receptor.

El riñón trasplantado por lo general se coloca en la fosa ilíaca. Casi nunca se penetra la cavidad peritoneal. Los riñones del paciente no se tocan, a menos que estén infectados o estén ocasionando hipertensión significativa. Los riñones del receptor se dejan intactos para mantener la producción de eritropoyetina, el control de presión arterial y la síntesis y el metabolismo de las prostaglandinas. Se utiliza la mayor parte del uréter posible del donante. Si es lo suficientemente largo, se conecta a la vejiga de manera que se evite el reflujo de orina. Si el uréter del donante es corto, puede llevarse a cabo una ureterostomía. Se coloca un catéter en la herida quirúrgica para promover el drenaje de líquidos acumulados.

La donación renal de vivo está en auge en nuestro país, los buenos resultados avalan el uso de este tipo de trasplante. El trasplante renal con donante vivo ha experimentado importantes cambios en los últimos años, se han introducido nuevas formas de donación: el trasplante renal cruzado, las cadenas de trasplantes y el donante samaritano.

La gran mayoría de los autores especialistas en el tema concluyen el beneficio clínico del donante vivo con respecto al cadáver en los siguientes apartados:

– El parentesco genético garantiza un alto grado de identidad HLA y un tiempo de isquemia fría corto.

– El bajo índice de complicaciones en el donante.

– Permite minimizar los riesgos durante la intervención al elegir el momento de la donación, asegurando el mejor estado de salud del donante.

Cuidados postoperatorios de Enfermería postoperatorios al trasplante:

Los cuidados inmediatos en el postoperatorio consisten en mantener el drenaje de la vejiga y revisar cada hora la eliminación, valorar el equilibrio hidro-electrolítico, proteger al paciente de infecciones, observar los signos y síntomas de rechazo y otras complicaciones e identificar los efectos de los medicamentos a lo largo de todo el ciclo de cuidados.

En la sala de operaciones, se inserta una sonda de Foley dentro de la vejiga para facilitar el drenaje de orina y evitar la distensión y la presión sobre el uréter que acaba de anastomosarse. Si se observan hematuria o coágulos en el sistema de drenaje debe notificarse cuanto antes al médico.

Hay que realizar vigilancia hemodinámica, ya que el paciente puede tener muy poca o ninguna eliminación de orina durante varias horas o días después del trasplante, es necesario vigilar cuidadosamente el equilibrio de líquidos y electrolitos. Cualquier drenaje proveniente de los vendajes o de las sondas debe calcularse con exactitud dentro del registro del equilibrio de líquidos del paciente.

Existe también el riesgo de rechazo que puede ser hiperagudo, inmediatamente después del trasplante, en estos casos casi siempre se retira el riñón de inmediato para evitar complicaciones posteriores. Puede ser rechazo acelerado 3-5 días después del trasplante, a veces puede revertirse con grandes dosis de una terapia inmunosupresora potente. Rechazo agudo que comienza en las 2 primeras semanas y rechazo crónico que es un proceso lento y progresivo, siendo el tratamiento por lo general grandes dosis de metilprednisolona V.I. y el empleo de inmunoglobulinas linfocíticas u OKT-3.

Conclusiones:

A través de la revisión observamos que el trasplante con donante vivo es una necesidad real en nuestro país debido al aumento de enfermos crónicos, a la alta esperanza de vida y a que la baja natalidad hacen que el sistema de salud no pueda responder a gran demanda de órganos procedente de cadáver. Los buenos resultados del injerto procedente de vivo y las ventajas tanto para el donante como para el receptor hacen que cada vez sea más solicitado por la nuestra sociedad desde el sistema sanitario, donde también se incluye Enfermería debemos potenciar este tipo de trasplante desde nuestra labor informativa y educacional, ya que sin donantes sería imposible el éxito del programa.

Bibliografía:

(1) Lorenzo Sellarés V., López Gómez J.M. 2010. Nefrología al día 48-160.

(2) Puig JM. Historias del trasplante renal. Revista Oficial de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica. 1992; 1992 (1): 10-17

(3) España. LEY 30/1979. de 27 de octubre sobre extracción y trasplante de órganos. BOE, 6 de noviembre de 1979, núm. 266, p. 25822 a25830

(4) Matesanz Rafael, Domínguez-Gil Raquel, Coll Elisabeth, de la Rosa Gloria, Marazuela Rosario. Spanish experience as a leading country: what kind ofmeasures were taken? European Society for Organ Transplantation. 2011. 24; 333–343

(5) Ministerio de Sanidad, Igualdad y Asuntos Sociales e Igualdad. Balance de actividad de la ONT en 2014. Gobierno de España. 2015

(6) Long, Phipps, Cassmeyer. Enfermería Mosby. Médico-quirúrgica. Mosby. Madrid. Pág. 1.647-1.686.