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Úlceras vasculares: concepto y tipos

Úlceras vasculares: concepto y tipos

Las úlceras vasculares son lesiones que generalmente se localizan en miembros inferiores (MMII) y que se producen por un déficit del aporte sanguíneo del sistema arterial o bien una disminución del retorno venoso.

Úlceras vasculares: concepto y tipos

AUTOR

Vanesa Garrido Valenciano. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería, Universidad de Zaragoza.

RESUMEN

Tienen un carácter crónico y recidivante, por persistir la causa que las originó después de la cicatrización.

Distinguimos varios tipos según su origen: las úlceras venosas se manifiestan en el contexto de la insuficiencia venosa crónica, por ausencia de un retorno venoso adecuado en extremidades inferiores (EEII); las úlceras arteriales son secundarias a una insuficiencia arterial crónica (proceso oclusivo, progresivo, y la mayoría de las veces permanece latente hasta que la luz arterial se ocluye en casi un 70%); y las úlceras de origen neuropático, que son aquellas lesiones en las que la causa determinante de su inicio y de su curso evolutivo es la alteración sensorial de la extremidad inferior (aparecen en la mayoría de los pacientes afectados de Diabetes Mellitus, por lo que se le ha dado en llamar pie diabético).

Las causas de las úlceras de origen vascular difieren; y por tanto, el tratamiento y cuidados también serán diferentes y específicos para cada tipo de lesión.

PALABRAS CLAVE: úlcera, vascular, arterial, venosa, neuropática, cuidados, clasificación, tratamiento.

INTRODUCCIÓN

Las úlceras vasculares son lesiones que generalmente se localizan en miembros inferiores (MMII). Se producen por un trastorno circulatorio que genera, como consecuencia, un déficit del aporte sanguíneo del sistema arterial o bien una disminución del retorno venoso.

Tienen un carácter crónico y recidivante, por persistir la causa que las originó después de la cicatrización.

La incidencias de este tipo de úlceras en España es de 800.000/ año y su prevalencia del 2% de la población. Las recidivas de la lesión son alrededor de un 70%.

Las úlceras venosas (son las más frecuentes) ocupan el 60-80% de los casos y las úlceras arteriales el 10-25%.

En el caso del pie diabético (complicación en el 15% de los pacientes diabéticos), pueden producirse úlceras de tipo venosas, arteriales o neuropáticas (por neuropatía diabética), y también úlceras que se producen asociadas a enfermedades sistémicas (por hemopatías, neoplasias o infecciones).

ÚLCERAS VENOSAS

Se manifiestan en el contexto de la insuficiencia venosa crónica, por ausencia de una circulación venosa adecuada en extremidades inferiores (EEII), por lo existe acumulo excesivo de líquidos en extremidades inferiores (EEII) (edema). También se producen cambios en la pigmentación de la piel.

Aunque pueden localizarse en un principio en cualquier zona del tercio distal de la extremidad inferior, en el 90% de los casos se localiza en: cara lateral interna, zona supramaleolar, zona pretibial y cara lateral externa.

Su desencadenante más frecuente es un traumatismo sobre las lesiones pre-ulcerosas, aunque también pueden iniciarse de forma espontánea sobre la zona pre-ulcerosa (siendo ésta precedida de dolor puntiforme o prurito).

Los tipos de úlceras venosas pueden ser de etiología diferente: úlceras varicosas por insuficiencia valvular, úlceras postrombóticas por antecedentes de tromboflebitis y edema crónico y/o úlceras estáticas por fallo de la bomba muscular de la pantorrilla.

En cuanto a su morfología, es de mayor prevalencia la de forma oval, de dimensiones variadas, generalmente de tamaño grande con bordes escavados y bien delimitados.

Los síntomas son: dolor moderado (que mejora o desaparece al elevar la extremidad afectada) y es altamente exudativa (independientemente del tamaño o de presencia de infección).

En cuanto a la evolución, este tipo de úlceras presenta la mayor tasa de cronicidad y recidiva de todas las úlceras de extremidades inferiores.

El diagnóstico se hará mediante estudios hemodinámicos, estudios angiográficos (flebografía) y registro índice tobillo- brazo para diagnóstico diferencial con la úlcera de causa arterial (si el índice es superior a 0,8 permite descartar un componente isquémico).

En cuanto al tratamiento, éste será quirúrgico si precisa: ligadura y extirpación de venas varicosa, safenectomía o valvuloplastia, y tratamiento de las enfermedades coexistentes y de las lesiones.

Cuidados de la úlcera venosa

Los cuidados de Enfermería irán orientados a la educación sobre hábitos higiénico-sanitarios adecuados y al cuidado de las extremidades, así como la administración del tratamiento farmacológico y la cura de las lesiones locales de la piel:

  • Hidratación de las zonas no ulceradas
  • Realización de ejercicio moderado (caminar)
  • Evitar estar mucho tiempo de pie
  • No cruzar las piernas en sedestación
  • Uso de ropa cómoda (evitar ligas, cinturones…)
  • Descanso con piernas elevadas
  • Uso de vendajes compresivos
  • Cura según el protocolo TIME: preparación del lecho de la herida
  1. T: Tejido no viable o deficiente. Control del tejido no viable
  2. I: Infección o inflamación. Control de la inflamación y la infección
  3. M: Desequilibrio de la humedad (la M se refiere a control del exudado: moisture, humedad en inglés)
  4. E: Borde de la herida, que no mejora o está debilitado. Estimulación de los bordes epiteliales (la E hace referencia a edge, borde en inglés)

ÚLCERAS ARTERIALES

Causadas por insuficiencia arterial crónica. Es un proceso oclusivo, progresivo, y la mayoría de las veces permanece latente hasta que la luz arterial se ocluye en casi un 70%. La etiología más frecuente es la arteriosclerosis y ateromatosis, y la expresión clínica más relevante es la ausencia o debilitamiento de pulsos distales y la claudicación intermitente. Para la valoración de la insuficiencia arterial crónica se emplea la clasificación de Leriche – Fontaine.

CLASIFICACIÓN DE FONTAINE PARA LA VALORACIÓN DE LA INSUFICIENCIA ARTERIAL CRÓNICA

  • Grado I: asintomático
  • Grado II: Claudicación intermitente
  • IIa: +150m
  • IIb: -150m
  • Grado III: Dolor de reposo
  • Grado IV: Lesiones tróficas: Isquemia crítica

La isquemia crítica es la fase más avanzada de la arteriopatía periférica, que es la causa más frecuente de amputación de miembros inferiores (MMII). Aparece secundaria a la enfermedad obstructiva arterial en la que pueden demostrarse alteraciones hemodinámicas.

Las úlceras arteriales suponen un 5% de todas las úlceras vasculares y su incidencia y prevalencia esta relacionada con la edad, tabaquismo, hipertensión arterial (HTA) y obesidad principalmente.