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Cuidados de Enfermería en la realización de paracentesis en pacientes oncológicos

Cuidados de Enfermería en la realización de paracentesis en pacientes oncológicos

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de mortalidad actualmente, y se prevé, que la mortalidad por esta causa aumentará en torno a un 45% hasta 2030, superando la cifra de 11 millones de fallecimientos (1).

Cuidados de Enfermería en la realización de paracentesis en pacientes oncológicos

AUTORES: Eugenio Alfaro Martínez 1, David Delgado Sevilla 2, Belén Fernández Castro 1, Pablo José Oltra López 1, Vanessa Periñan Carmona 1, María Dolores Moreno Nieto 1

  1. Diplomado/a universitario en Enfermería. Enfermero en Servicio Aragonés de Salud.
  2. Máster universitario en Investigación en Ciencias de la Salud. Enfermero en Servicio Aragonés de Salud.

No existe conflicto de intereses entre los autores.

Palabras clave: ascitis, paracentesis, Enfermería, cuidados, oncología.

Autor principal: Eugenio Alfaro Martínez.

INTRODUCCIÓN

El cáncer que presenta una mayor tasa de mortalidad es el carcinoma de pulmón, y se prevé que su tendencia aumente, a pesar de todos los esfuerzos que se realizan en materia de promoción y prevención de la salud en relación con el tabaquismo. Sin embargo, los carcinomas de próstata, mama y colon tienen mayor prevalencia en países desarrollados, mientras que, los carcinomas de hígado, estómago y cuello uterino se concentran más en países en vías de desarrollo (1).

Tanto la propia enfermedad oncológica, así como el tratamiento de la misma, puede generar diversas complicaciones, entre la que se encuentra la ascitis maligna (2). Esta acumulación de líquido en la zona abdominal es muy frecuente en determinados tipos de procesos oncológicos, como son: mama, colon, estómago e intestinos, ovario, páncreas y útero, entre otros (2, 3). La ascitis maligna (AM) representa un 10% del total de ascitis (3). Los pacientes oncológicos desarrollan ascitis entre un 15 y un 50% de los casos (4). La supervivencia media de los pacientes que presentan ascitis maligna es de dos meses aproximadamente.

El peritoneo es el tejido que recubre la pared abdominal y cubre la mayoría de los órganos en el abdomen (5). El peritoneo está formado por dos capas, una recubriendo los órganos y la otra capa adherida a la pared del abdomen, y entre ellas, existen 10 ml de líquido (6, 7).

La ascitis es definida como la presencia y acúmulo de fluido en la cavidad peritoneal (4), y es una complicación de origen multifactorial y compleja, en la que está involucrada tanto la producción, así como la reabsorción del líquido ascítico (3). La introducción de células tumorales en los capilares linfáticos es un factor primordial a tener en cuenta en el drenaje linfático procedente de la cavidad abdominal, favoreciendo el incremento de la permeabilidad capilar y en la generación del edema (4). Se han correlacionado otros factores no obstructivos, como la presencia de inmunomoduladores, así como un aumento en la expresión génica para inducir la permeabilidad a través del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) (8).

El factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) provoca una alteración en la permeabilidad vascular y es el responsable del crecimiento vascular incontrolable del tumor, y además, se pueden encontrar en elevadas concentraciones en los cánceres de origen gástrico, colorrectal y ovario.

Dado que el líquido ascítico drenado contiene un alto porcentaje en proteínas, se ha propuesto que hay una alteración en la permeabilidad vascular, como factor implicado en la patogénesis de la ascitis (9).

Existen tres causas principales por las que los pacientes oncológicos pueden presentar ascitis maligna (10):

  1. Existencia de depósitos de células tumorales en el abdomen, y reducción de las proteínas en sangre. Estos depósitos interfieren en la reabsorción del fluido a través del peritoneo, y por consiguiente, la reabsorción de las proteínas.
  2. Incremento en la presión venosa portal, por lo que, existe una salida del líquido intravascular a la cavidad abdominal.
  3. La insuficiencia cardíaca congestiva produce un aumento de la presión venosa, que, por gradiente de presión, se produce un paso de fluido hacia la cavidad abdominal desde los vasos sanguíneos.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La sintomatología que pueden presentar los pacientes dispone de una gran variabilidad, así como, la severidad depende principalmente del aumento de presión dentro de la cavidad abdominal. Los síntomas con mayor grado de aparición son: disnea, náuseas, anorexia, fatiga, reflujo gastroesofágico, distensión abdominal, dolor abdominal, limitación a la movilidad, distress respiratorio, anasarca, saciedad temprana, aumento de peso, cambios en los hábitos intestinales, edema periférico, escrotal y peneano.(9)

Además, como complemento de la exploración, se pueden observar los siguientes signos para la confirmación del diagnóstico: la presencia de abombamiento de los flancos, matidez en los flancos, el signo de la ola, el signo del charco, hernia abdominal, matidez a la percusión en hemitórax derecho (derrame pleural) y edemas en miembros inferiores, genitales y abdomen bajo (9).

ABORDAJE TERAPÉUTICO (3)

El primer paso para un abordaje apropiado comienza en la valoración del riesgo potencial, así como, los beneficios y la esperanza de vida del paciente, según su pronóstico.

El manejo de la ascitis maligna depende de su fisiopatología y del estado general del paciente, ya que, está dirigido a la paliación de síntomas, sobre todo, en el caso de pacientes oncológicos. El primer paso para el manejo médico de la ascitis maligna es su clasificación correcta y el inicio del tratamiento lo antes posible.

La paracentesis es la terapia mayoritariamente practicada por su eficacia a corto plazo. Consigue un alivio temporal de los síntomas presentados en el 90% de los casos. Está considerada como una técnica segura, aunque tiende a mostrar una reducción de su eficacia a lo largo del tiempo. Los principales riesgos de este procedimiento son el daño visceral, hemorragia, sepsis, hipotensión arterial, daño renal y fuga de líquido.

Sus principales ventajas son la rapidez, simplicidad, bajo coste y alivio inminente de la sintomatología que presenta el paciente.

TÉCNICA DE PARACENTESIS

La técnica de paracentesis consiste en un procedimiento invasivo de drenaje del líquido ascítico localizado en la zona abdominal del paciente mediante punción utilizando una técnica estéril. La obtención de líquido ascítico puede tener objetivos diagnósticos y terapéuticos (11)

INDICACIONES Y OBJETIVOS (11):

Las situaciones en las que esta técnica está indicada para su realización son:

  • Ascitis de inicio reciente o de origen desconocido.
  • Ascitis con conocimiento de etiología en estado de descompensación clínica manifestado por fiebre, distensión abdominal dolorosa, irritación peritoneal, hipotensión, encefalopatía o ascitis.
  • Sospecha de ascitis maligna.
  • Pacientes en diálisis peritoneal con fiebre, dolor abdominal y otros signos que refieran a un estado séptico.

Sin embargo, la paracentesis está contraindicada en pacientes que presenten:

  • Diátesis hemorrágica no corregida
  • Cirugía abdominal previa con sospecha de adherencias
  • Distensión intestinal severa
  • Celulitis de pared abdominal en el sitio de punción.

El objetivo principal de la realización de paracentesis en pacientes oncológicos es conseguir el alivio de la sintomatología que presentan, por ello:

  • Drenaje del líquido acumulado en exceso dentro de la cavidad peritoneal.
  • Facilitar la respiración en casos de disnea.
  • Disminución de la compresión abdominal
  • Mejora de la movilidad del enfermo.
  • Mejora de los trastornos circulatorios derivados del acúmulo de líquido ascítico
  • Prevención y retraso del desarrollo de hernias.