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Papel de Enfermería en Medicina Deportiva

Papel de Enfermería en Medicina Deportiva

PRESENTACIÓN:

Con este trabajo pretendo poner de manifiesto la importancia del papel de Enfermería en la medicina orientada al deporte. Los profesionales de Enfermería tenemos un papel clave ya que poseemos conocimientos que pueden ser aplicables a nuestra práctica diaria. Somos capaces de asesorar a pacientes sobre cuáles son los deportes más recomendados para una situación concreta además de realizar actividades de prevención y promoción de la salud, pruebas diagnósticas y planificación de entrenamientos.

Isabel Madrona Elena

RESUMEN:

A lo largo de este trabajo voy a tratar los siguientes puntos: las pruebas físicas necesarias para una correcta valoración del paciente, las cuales realiza el personal de Enfermería. Factores externos ambientales que se tienen que tener en cuenta a la hora de prescribir cualquier tipo de actividad. La fatiga y síndrome de postentrenamiento, muy común en los deportistas y que es de importancia tenerlo en cuenta. La nutrición y el estado nutricional como factor esencial en el deporte. El fenómeno del dopping o dopaje y trastornos alimentarios, muy relacionados también con el mundo deportivo.

PALABRAS CLAVE: deporte, Enfermería, cuidados, prevención

INTRODUCCIÓN:

La actividad física es utilizada con criterio terapéutico desde tiempos inmemoriales. Se conocen grabados chinos de los años 3000/2000 antes de Cristo, en los que ya se mostraban movimientos y masajes utilizados con fines terapéuticos, así como ejercicios respiratorios, de resistencia aplicados para enfermedades del aparato respiratorio, circulatorio y afecciones quirúrgicas. Estos grabados nos llevan a pensar en la existencia, en época tan temprana de nuestra historia, de escuelas médico gimnásticas donde se enseñaban estas técnicas.

Desde aquellos primeros grabados la medicina deportiva ha cambiado ya que se ha podido estudiar más ampliamente pero la esencia de aquellos primeros estudios continúa, pudiéndose aplicar igualmente con fines terapéuticos.

La actividad física es el principal estímulo para el metabolismo energético, ya que ocasiona grandes modificaciones funcionales y estructurales en la morfología corporal, la actividad metabólica general, las respuestas de adaptación respiratoria, cardiovascular y el sistema regulador neuroendocrino.

Con la realización del ejercicio físico se produce un aumento de la demanda de oxígeno en el músculo que obliga a unas adaptaciones cardiovasculares en el organismo. En los ejercicios dinámicos intensos las necesidades de nutrientes y oxígenos se multiplican hasta por 50. Los aspectos esenciales durante esta adaptación son: el aumento de la presión sanguínea arterial media (PAM), la modificación del calibre arteriolar y el aumento del gasto cardiaco.

DESARROLLO:

Resulta de importancia valorar el estado físico de los pacientes para poder predecir la adaptación que tendrán al ejercicio. Para ello se realizan pruebas físicas en las que la Enfermería tiene un papel fundamental. Estas pruebas son:

Ergometría: La ergometría también llamada prueba de esfuerzo, estudia la respuesta del sistema cardiovascular cuando al cuerpo se le somete a un esfuerzo bien sea físico o mediante el uso de fármacos que simulan una situación de esfuerzo.

Espirometría: La espirometría es la prueba diagnóstica perteneciente al campo de la Neumología que consiste en medir la cantidad de aire que sale del pulmón durante la respiración normal o la realizada en condiciones especiales, mediante el uso de un espirómetro o aparato adaptado en forma de boquilla que permite el registro de volúmenes de aire espirado. Permite conocer si existe un buen funcionamiento del pulmón.

Somatometría: La somatometría es el conjunto de técnicas para obtener medidas precisas de las dimensiones corporales de una persona. Incluye:

-Peso: es el volumen expresado en kilos.

-Talla: longitud de la planta de los pies a la partes superior del cráneo expresada en centímetros.

-Índice de masa corporal (IMC): es la relación que existe entre el peso y la talla. La fórmula de calcular el IMC es dividir el peso entre la talla al cuadrado.

Después de haber valorado al paciente de forma objetiva con las pruebas anteriormente mencionadas, el personal de Enfermería deberá tener en cuenta que existen multitud de factores externos que deberían estudiarse a la hora de diseñar un programa de entrenamiento o asesorar a nuestros paciente sobre actividades deportivas.

La realización de ejercicio físico en determinadas condiciones, podría provocar serias consecuencias, inclusive la muerte. Uno de estos factores es la altura donde el fenómeno principal lo constituye la disminución de la presión del aire y de la densidad, que se traduce por una menor presión parcial de O2 en el aire y los alvéolos, disminuyendo la oxigenación, lo que lleva a una posible hipoxemia. Otro factor importante a tener en cuenta es la humedad ya q

ue en situaciones de humedad elevada (por ejemplo en lugares costeros) puede haber grandes dificultades para que el sudor se evapore. En estos casos la termorregulación resulta especialmente complicada. Por último, la realización de actividades deportivas en lugares con mucho calor, puede llevar a una situación de deshidratación o golpe de calor.

Como personal de Enfermería las principales intervenciones que realizaremos para evitarlo serán:

  • Empezar a beber antes de tener sed. Es importante que el deportista acuda al entrenamiento bien hidratado, y beba líquido durante el entrenamiento, y también al finalizar el mismo.
  • Se recomienda beber entre 300 y 500 ml de agua durante la hora anterior al entrenamiento.
  • Utilizar ropa de tejido transpirable, que facilite la evaporación del sudor. Tejidos que aumenten la temperatura corporal (en temperatura ambiental calurosa), que no permitan la evaporación del sudor, o que se empapen con el propio sudor del cuerpo; dificultarán la termorregulación en gran medida. Así el uso de prendas plásticas como chubasqueros, o fajas de neopreno para aumentar la sudoración, no solamente son ineficaces para perder tejido graso, sino que además son perjudiciales para la salud de la persona porque aumentan el riesgo de padecer las consecuencias de la deshidratación durante la práctica de ejercicio físico.
  • Evitar la práctica de ejercicio en las horas centrales del día durante los meses más calurosos del verano. Si viajamos a un lugar de costa y no estamos acostumbrados a realizar ejercicio en situaciones de humedad y temperatura elevadas, realizar previamente una o varias sesiones de entrenamiento suave, para permitir al organismo ir adaptándose progresivamente.

Otro punto importante que debemos de tener en cuenta, es una situación que se da con frecuencia en deportistas, es la Fatiga y el síndrome del sobre entrenamiento.

La fatiga durante el ejercicio físico refleja la incapacidad del organismo o músculo en conjunto para mantener la misma intensidad del ejercicio. Es un carácter de sistema defensivo que expresa la imposibilidad para adaptarse a las condiciones del esfuerzo y cuyo objetivo es evitar las consecuencias adversas de una práctica deportiva excesiva o desmesurada. Los síntomas más habituales pueden ser: Irritabilidad, inquietud, dolor muscular, sensación permanente de fatiga, hiporexia o anorexia, astenia, náuseas, gastritis u otras manifestaciones gastrointestinales, vómitos, diarrea, pérdida de peso y rabdomiolisis.

Como personal de Enfermería adoptaremos en primer lugar: medidas protectoras, como un buen entrenamiento y otras estrategias de ayuda ergogénica que podrían retardar su aparición o disminuirlo.

Por otro lado, la valoración del estado nutricional del deportista constituye un pilar básico en la atención. Puede hacerse desde una perspectiva cuádruple como: composición corporal y adecuación del peso, evaluación bioquímica del estado nutricional, determinación de la ingesta de nutrientes, evaluación clínica del estado nutricional y su tiempo de duración.

Lo primordial es valorar es la determinación del componente magro y graso y para ello se sigue el modelo bicompartimental: peso graso (masa grasa) y peso libre de grasa o peso magro.

Para ello utilizaremos los sistemas de determinación tales como: Densitometría; Impedancia bioeléctrica (mediante conducción eléctrica); y mediciones antropométricas tales como: medición de pliegues cutáneos (subescapular, tricipital, bicipital, suprailíaco, abdominal y de la pierna). El personal de Enfermería deberá manejar todas estas técnicas y serán encargados de la realización de estas determinaciones.

Los objetivos fundamentales del profesional de Enfermería deben de ir encaminados a cubrir la alimentación del deportista, las principales recomendaciones que daremos serán las siguientes:

-Mantener el peso adecuado para llevar a cabo de la manera más eficaz posible la modalidad deportiva correspondiente.

-Mantener la cantidad de grasa corporal que corresponde al tipo de deporte que se practica.

– Asegurar que el deportista tenga el mejor estado de salud.

– Conseguir que los depósitos de glucógeno hepático y muscular estén al máximo nivel posible.

Otro punto importante es el dopping y ayudas ergogénicas. La palabra “doping” aparece por primera vez en un diccionario inglés en 1933, y los informes sobre el uso generalizado de agentes dopantes se extendieron a partir de los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964.

Las sustancias nocivas utilizadas son: androstenediol, androstenediona, dehidroepiandrosterona (DHEA), dihidrotestosterona, testosterona, andostendiol, androstendiona, bolaterona, boldenona, boldiona, clostebol, fluoxymesterona, metandienona, metenolona, andorlona, 19-norandrostenediol, 19-norandrosternediona, oxandrolona, estanozolol. Hormonas peptídicas: Favorecen la producción de hormonas anabolizantes y estimulan la producción de eritrocitos. Insulina, – Gonadotropinas (LH, hCG), – Eritropoyetina (EPO), Hormona del crecimiento (GH), factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1) y factores de crecimiento. Otras sustancias prohibidas son: sustancias con actividad antiestrogénica, diuréticos (debido a que pueden modificar la excreción de sustancias prohibidas, encubrir su presencia en orina u otras sustancias utilizadas en el control del dopaje), β-agonistas (excepto, salbutamol, salmeterol, formoterol y terbutalina que están permitidos previa notificación del facultativo vía inhalatoria.