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Depresión postparto. Revisión bibliográfica

Depresión postparto. Revisión bibliográfica

Objetivos: Identificar los factores de riesgo de la depresión postparto y comparar diferentes estudios consultados en las principales bases de datos científicas (Pubmed, Cochrane Plus…).

Material y métodos: La población diana se centra en las mujeres durante el posparto. Se utiliza la Escala de Depresión Postparto de Edimburgo (EDPP) para determinar a qué mujeres hay que realizar el estudio.

Cristina Martín Pallás: Graduada en Enfermería. Máster en urgencias, emergencias y transporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital Universitario Miguel Servet.

Leticia Villuendas Bazán: Graduada en Enfermería. Máster en urgencias, emergencias y transporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital Royo Villanova.

Isabel Andrés Balsa: Graduada en Enfermería. Máster en urgencias, emergencias y transporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital Universitario Miguel Servet.

RESUMEN

Resultados: Los resultados de los diferentes estudios analizados son dispares en cuanto a opiniones de los autores y consecuencias clínicas.

Conclusión: Se ha llegado a la conclusión que la depresión postparto no tiene una etiología científicamente reconocida, pero sí que existen una serie de factores de riesgo que pueden dan lugar a padecer la enfermedad; siendo los factores familiares los que más predisponen a padecerla.

PALABRAS CLAVE: depresión postparto, embarazo, Escala de Depresión Postparto de Edimburgo (EDPE).

INTRODUCCIÓN

La depresión postparto corresponde a una enfermedad del ánimo que se presenta en un período específico de la mujer, el puerperio. Durante este período ocurren una serie de cambios bioquímicos y psícosociales que ocasionan una mayor vulnerabilidad para la aparición de trastornos psíquicos. En la actualidad la prevalencia de la depresión postparto ronda desde el 8% hasta el 30% de las mujeres puérperas.

Muchas madres presentan tristeza, deseos de llorar, ansiedad, irritabilidad o cambios en el estado de ánimo después de tener al bebé. Pero estos síntomas son algo normal y disminuyen en pocos días o semanas.

La depresión postparto y la psicosis postparto son problemas mucho más graves.

Depresión postparto:

  • Desánimo intenso, sensación de vacío.
  • Aislamiento social.
  • Cansancio permanente.
  • Pérdida de apetito o comer de más.
  • Dificultad para dormir.
  • Sensación intensa de fracaso o ineptitud.
  • Inquietud o preocupación intensas por el bebé o falta de interés en él.
  • Pensamientos de suicidio, temor de hacer daño al bebé.

Psicosis posparto:

Es un estado menos frecuente pero más grave que la DPP. Estos son los síntomas:

  • Delirios (creencias falsas)
  • Alucinaciones (escuchar voces o ver cosas que no son reales)
  • Pensamientos de hacer daño al bebé

Si los síntomas son leves pueden ser corregidos por acción de la propia paciente. Puede sentirse mejor si descansa lo suficiente, duerme siestas cuando su bebé lo hace, pide ayuda a familiares y amigos, se da un baño y se viste todos los días, sale a caminar y contrata a una niñera para que cuide a su bebé cuando necesite tomarse un descanso.

Cuando los síntomas depresivos son más graves deben ser evaluados por un profesional médico. Estos son algunos tipos de intervenciones terapéuticas:

  • Intervención biológica: examen médico completo para descartar afecciones médicas que pudieran provocar depresión; medicación antidepresiva o antipsicótica, si corresponde
  • Intervención psicológica: terapia individual o grupal; orientación a ambos padres, si fuese posible.
  • Intervención social: desarrollo de redes sociales con participación de la pareja, la familia, los amigos y grupos de apoyo.

La Atención Primaria se encarga de diagnosticar y tratar esta patología, ya que, de no ser tratada, puede ocasionar inestabilidad familiar y graves problemas en la evolución de los hijos.

Los principales objetivos de este trabajo van a ser: determinar los factores sociodemográficos y clínicos que pueden producir depresión postparto, determinar la efectividad de las intervenciones psicosociales para la prevención de la depresión postparto y comparar las metodologías, los resultados y las conclusiones de las diferentes fuentes bibliográficas consultadas.

Este artículo científico será de gran utilidad en el ámbito sanitario para reconocer precozmente la depresión postparto y tenga así buen pronóstico.

METODOLOGÍA

Las bases de datos consultadas para realizar esta investigación han sido: PubMed, Biblioteca Cochrane Plus, Elsevier y Scielo. Los límites utilizados son: textos en inglés, español, publicados en los últimos 5 años, con opción a texto completo.

Los términos Mesh son las keywords ya mencionadas.

Participantes

En un estudio prospectivo de cohortes realizado en Singapur, la población estudiada corresponde a una muestra de 2000 mujeres puérperas de 2 semanas a 6 meses que acudían a dos clínicas ambulatorias obstétricas. Se excluyeron las madres adolescentes (<18 años), las mujeres con muerte fetal o neonatal temprana y las mujeres que están recibiendo tratamiento psiquiátrico y seguimiento estricto antes de quedarse embarazadas.

En Chile se reclutó una muestra de 440 mujeres, que participan en un ensayo clínico aleatorizado para el tratamiento de la depresión postparto. Estas mujeres son puérperas desde hace al menos un mes y máximo 11 meses.

En otro estudio las mujeres fueron seleccionadas a partir de los registros de la Biblioteca Cochrane pertenecientes a 15 ensayos controlados aleatorios que comparaban 7600 mujeres intervenidas psicosocial o psicológicamente durante el embarazo y posterior a este, y las que no recibieron ningún tipo de intervención terapéutica.

En otro estudio chileno se utilizó un diseño descriptivo, correlacional, transversal recogiendo información, en un período de 8 meses, sobre una muestra de 73 mujeres entre 40 y 45 días postparto para estudiar la prevalencia de puérperas de depresión postparto. Para identificar los factores de riesgo se entrevistó una submuestra de 40 puérperas entre el 3º y el 6º mes postparto.

En Barcelona se realizó otro estudio en el que se incluyeron embarazadas y puérperas cuya gestación fue controlada en varios centros sanitarios de la ciudad. Se excluyó a las embarazadas que tenían problemas idiomáticos con el estudio. Se realizó el cuestionario a 263 personas de una edad media de 30 años. La mayoría de las mujeres (74,6%) tenían estudios medios (secundarios y primarios).

En todos los estudios consultados se utilizó la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (ver tabla 1) para evaluar el grado de riesgo que tienen de sufrir una depresión postparto.

RESULTADOS

Según los resultados del autor Dennis C.L et al., las intervenciones psicosociales y psicológicas para la prevención de la depresión postparto no resultan efectivas. En cambio, sí que resulta efectivo el apoyo postparto intensivo y más aún en aquellas madres puérperas en riesgo. Las intervenciones terapéuticas en grupo influyen de igual modo que las individuales.

Sin embargo, en el estudio asiático de Helen Chen et al., de las 1367 mujeres estudiadas (ver figura 1) el 85% obtuvieron una puntuación inferior a 10 en la Escala de Depresión Postparto de Edimburgo. Lo cual indica que la mayoría de las mujeres no tendrán problemas de depresión en el puerperio. 80 mujeres (6%) obtuvieron resultados dudosos (10-12 puntos). 126 mujeres (9%) tienen una gran probabilidad de padecer depresión postparto ya que su resultado fue 13 o mayor. De esas 126 mujeres sólo 41 (32,5%) aceptaron a ser intervenidas clínicamente, dentro de ese grupo, 18 (44%) sufrían depresión mayor y 7 (17%) depresión menor. El resto recibió otros diagnósticos no interesantes para este trabajo. Los resultados clínicos determinan que el 75% de las madres deprimidas han respondido bien al tratamiento, en el otro 25% no experimentaron ninguna mejoría debido a diferentes factores (sociales, problemas conyugales, falta de apoyo social).

Según Póo A.M et al., la prevalencia de depresión postparto fue del 50,7%. Resultaron significativos en cuanto a factores de riesgo (a nivel individual psicológico): los antecedentes personales de trastornos de salud mental; el nivel de sobrecarga experimentado por los cuidadores del bebé; y la sensación respecto al cuerpo posterior al parto. Los cambios hormonales influyen en la alteración del estado de ánimo.

Sin embargo según Rosas G et al., la prevalencia de la depresión postparto fue más variable, 8% – 30%. Este autor también discernió que las mujeres separadas o divorciadas tienen una probabilidad 4 veces mayor de padecer depresión más severa que las solteras, en cuanto a las mujeres que tienen más de un hijo, su probabilidad es 2 veces mayor que las primíparas. (Ver figuras 2 y 3).