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Atención enfermera en el paciente politraumatizado

Atención enfermera en el paciente politraumatizado

INTRODUCCIÓN

Se define al politraumatizado como aquel paciente que presenta una asociación de múltiples lesiones traumáticas externas e internas, que involucran uno o más órganos, son producidas por un mismo accidente y suponen, aunque solo sea una de ellas, riesgo vital para el paciente.

Autores

– Estrella Alba García Gavilán (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

– Ángela Gavilán López (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

– Miguel Ángel Gavilán López (DUE en HU Reina Sofía de Córdoba)

Los traumatismos se han convertido en una pandemia por su alta tasa de morbimortalidad y secuelas secundarias. Actualmente los gobiernos actúan de forma multisectorial, buscando la disminución de los daños a través de múltiples estrategias, ayudando a reducir el porcentaje de accidentes y mejorando el abordaje de estos, pero aun así este porcentaje continua siendo muy alto, por ello el sistemas de salud, debe de contar con una adecuada organización multidisciplinar, rápida y eficaz para atenderlos.

Un buen procesos asistencial para un adecuado resultado en la atención del paciente politraumatizado, ya que la mayor parte de las muertes se produce en las primeras horas del postraumatismo, el papel enfermero es primordial e imprescindible en la atención inicial integral del paciente politraumatizado, donde las lesiones en su organismo son múltiples y estas amenazan su vida, por todo ellos la atención debe ser precoz para disminuir las secuelas, aumentar la calidad asistencial, y por lo tanto el grado de éxito al disminuir la morbimortalidad en los primeros momentos.

Este artículo tiene como objeto ofrecer una visión clara, concisa y precisa sobre la asistencia urgente de un paciente politraumatizado, así como la elección de un protocolo de actuación adecuado y eficaz.

METODOLOGÍA

Se ha llevado a cabo una búsqueda y revisión bibliográfica acerca de “la atención enfermera en el paciente politraumatizado” en las principales bases de datos y en los siguientes metabuscadores: Google académico y The Cochrane Library.

PALABRAS CLAVE

Politraumatizado, urgencia, cuidados de Enfermería.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

VALORACIÓN INICIAL

La valoración inicial consiste en recoger la máxima información general del paciente, de esta valoración puede depender la vida del paciente.

Está consiste en identificar y tratar rápidamente aquellas lesiones que constituyen una amenaza vital, por lo que se realiza de forma ordenada y sistemática mediante el esquema (ABC), vía aérea, control respiratorio y circulatorio. También es de gran importancia valorar una posible lesión medular. El estado neurológico y la exposición del paciente.

A-Control de vía aérea y control cervical

B- Respiración

C- Circulación y control de la hemorragia

D- Estado neurológico

E- Exposición del paciente.

A-Control de vía aérea y control cervical

En primer lugar debemos actuar en todo momento protegiendo al paciente, y teniendo en cuenta que puede tener una lesión de la columna cervical. Valoraremos la permeabilidad y estabilidad de la vía aérea, esto es primordial en la atención del paciente politraumatizado. Para ello establecemos comunicación con el paciente, si este está consciente y contesta con voz normal y con coherencia significa que la vía aérea está libre y la perfusión cerebral es adecuada.

En caso contrario si el paciente se encuentra inconsciente hay que comprobar su vía aérea, para ello elevaremos su mentón (maniobra frente-mentón) para evitar una bronco aspiración, la caída de la lengua hacia atrás y permitir una mejor entrada de aire. Al hacer tracción del mentón, la cabeza y el cuello no debe ser hiperextendido.

Realizaremos esta maniobra de tracción con control cervical, posteriormente colocaremos un collarín rígido. Revisaremos la boca en busca de cualquier cuerpo extraño que pueda estar obstaculizando la entrada de aire, si la vía aérea esta obstruida extraeremos el cuerpo extraño utilizando el dedo índice, colocaremos una cánula orofaríngea o cánula de Guedel y aspiráramos posibles secreciones.

B- Respiración

Es decisivo para descartar cualquier lesión torácica. Comprobaremos que el paciente este recibiendo una buen flujo de aire, y que su vía aérea esta permeable. Principales patologías a descartar en este paso: neumotórax a tensión, neumotórax, abierto, volet costal y rotura de vía aérea. Una vez descartada la lesión, por protocolo aportaremos al paciente oxígeno a alto flujo (según necesidad) y monitorizaremos con pulsómetro.

C- Circulación y control de la hemorragia

El objetivo es que el paciente este recibiendo una buena perfusión sanguínea a los tejidos y evitar complicaciones asociadas a la perdida de sanguínea. En primer lugar comprobaremos la ausencia o no de pulso en grandes arterias, valoraremos el nivel de consciencia del paciente, controlaremos las hemorragias externas, monitorizaremos los signos vitales: pulso y tensión arterial. Valoraremos la coloración de la piel, sudoración, temperatura y llenado capilar.

Canalizaremos dos venas periféricas con catéteres cortos y grueso de calibre 14 ó 16, de no ser posible se deberá colocar una vía central o intraósea, para la posible administración de fármacos y sueros. Valorar transfusión sanguínea. Tomaremos muestras de sangre para Hematocrito, Hemoglobina, pruebas cruzadas y toxicológicas. Controlaremos la hipotermia. Valoraremos la colocación de una sonda vesical.

D- Estado neurológico

Tiene como objetivo valorar la afectación neurológica del paciente. Vigilaremos el estado de alerta, evaluaremos la respuesta a la voz, al dolor y la respuesta a estímulos, para ello utilizaremos la escala de Glasgow y la semiología pupilar (simetría, tamaño y reacción a la luz de las pupilas).

E- Exposición del paciente

El paciente debe ser desnudado por completo, si es necesario cortaremos la ropa, descubriendo zona por zona y cubriendo las áreas ya valoradas para evitar la hipotermia. Realizaremos un buen examen y una evaluación completa de los daños, siendo minuciosos y teniendo cuidado de no movilizar la columna, para ello se movilizara al paciente en bloque para valorar la parte posterior.

VALORACIÓN SECUNDARIA

El examen secundario no se inicia hasta que no se haya realizado la valoración primaria y resuelto los problemas vitales (ABC). Una vez conseguido realizaremos la valoración secundaria que consiste en una exploración física segmentaria, cefalo-caudal, mediante la vista (inspección), el oído (auscultación) y el tacto (palpación), incluyendo los signos vitales y examen neurológico. Buscando lesiones no detectadas en la valoración primaria.

Conocer su historia: Buscar y descartar lesiones específicas, obtener más información, alergias a medicamentos, medicación habitual, antecedentes médicos y quirúrgicos, eventos que precedieron al accidente, ultima comida realizada.

Realizar una exploración física minuciosa, valorar si existen quemaduras, preparar al paciente para exámenes complementarios, coordinar el traslado del paciente ya sea a planta, quirófano o a unidad de cuidados intensivos.

En la exploración física examinaremos: cabeza y cara, columna cervical y cuello, tórax y espalda, abdomen y pelvis, periné, recto y vagina, musculo esquelético y neurológico.

Buscaremos heridas y protrusiones, contusiones, quemaduras, signos de fractura craneal, hematomas, otorragia, lesiones oculares, zonas asimétricas, perdida de líquidos, deformidades, signos de hemorragia interna, movilidad, color, dolor, pulsos, sensibilidad…

En la valoración secundaria también se realiza un examen neurológico básico: apertura de los parpados, respuesta motora, respuesta verbal.

Es primordial en los pacientes politraumatizados las constantes revaluaciones y siempre monitorizando: Frecuencia respiratoria, pulsioximetría, presión arterial y monitorización cardiaca.

Procederemos, una vez estabilizado el paciente, al traslado al hospital de referencia, al que previamente ya se alertó del ingreso, y en el que se contactará con el médico y enfermera responsable, a los que se les realizará la transferencia del paciente, junto con el registro meticuloso y documentado de todos los acontecimientos sucedidos y todos los datos del paciente anteriormente registrados.

BIBLIOGRAFÍA

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