Inicio > Gastroenterología > Hepatitis fulminante tras ingesta de bebida energética

Hepatitis fulminante tras ingesta de bebida energética

Hepatitis fulminante tras ingesta de bebida energética

Se presenta el caso clínico de una mujer de 37 años previamente sana que presentó cuadro de malestar general, dolor abdominal e ictericia escleral. Negaba haber realizado consumo de alcohol, fármacos nuevos, drogas o productos de herboristería salvo jalea real. En las últimas semanas está  preparando trabajo fin de master por lo que ha abusado de café y de bebidas energéticas con alto contenido en taurina. El examen físico reveló ictericia generalizada y dolor abdominal epigástrico.

Autores: Rosa Ana Serrano Benavente, Médico de familia adjunto a la UGC de Cuidados Críticos y urgencias del Hospital comarcal de la Axarquía. Vélez-Málaga. Ana Pérez Ruiz; Médico de familia adjunto a la UGC de Cuidados Críticos y urgencias del Hospital comarcal de la Axarquía. Vélez-Málaga

RESUMEN

La analítica mostró alteración importante de función hepática sin causa etiológica conocida. La biopsia hepática mostró necrosis submasiva con nódulos de regeneración y colestasis. El desarrollo de hepatitis fulminante con necesidad de trasplante en esta paciente era probablemente secundaria a un consumo excesivo de bebidas energéticas. Los médicos deben considerar a las bebidas energéticas, así como otras hierbas y suplementos para la investigación de los pacientes con hepatitis aguda, sobre todo una vez que se han descartado otras etiologías.

INTRODUCCIÓN:

Casi el 50% de los casos de insuficiencia hepática aguda a nivel mundial se deben a la lesión hepática inducida por fármacos. La lista de fármacos y toxinas asociadas ha aumentado significativamente en los últimos años con el reconocimiento de los suplementos dietéticos y plantas medicinales como agentes causantes. Desafortunadamente, existe un aumento de consumo de suplemento de hierbas y bebidas energéticas a diario, con la idea errónea de que sus ingredientes naturales deben hacerlos inocuos.

A medida que el mercado de bebidas energéticas continúa expandiéndose rápidamente, los consumidores deben ser conscientes de los riesgos potenciales de sus diferentes ingredientes. Las vitaminas y los nutrientes, tales como la niacina, están presentes en cantidades que exceden en gran medida la ingesta diaria recomendada, con alto riesgo para su acumulación y toxicidad. Actualmente en la literatura existen pocos casos publicados que describe la hepatitis aguda relacionada con bebidas energéticas; aquí presentamos uno de ellos. La apreciación de este fenómeno poco reconocido en la práctica clínica disminuiría la prevalencia y los retrasos potencialmente fatales en la suspensión del agente agresor.

CASO CLÍNICO

Anamnesis: mujer de 37 años con alergia medicamentosa al Acido-acetil-salicílico y con antecedentes personales de dislipemia en tratamiento dietético. Síndrome anémico ferropénico por perdidas ginecológicas. No intervenciones quirúrgicas. En tratamiento: clorazepato dipotásico 5mg desde hace 7 días por nerviosismo. Fumadora de 5 cigarrillos/día. Bebedora social (fines de semana esporádicos).

Acude al servicio de Urgencias por ictericia conjuntival de 24 horas de evolución. La paciente refiere que desde hace 4 días presenta epigastralgia postprandrial con malestar general y astenia asociada que ha ido en aumento. No coluria ni acolia. Estreñimiento desde hace 3-4 días. No fiebre. No síntomas respiratorios ni urinarios. Niega relaciones sexuales de riesgo; tampoco ha tomado drogas, no toma productos de herboristería salvo jalea real. En las últimas semanas está preparando trabajo fin de master por lo que ha abusado de café y de bebidas energéticas con alto contenido en taurina. No ingesta de agua no potabilizada ni consumo de carnes (cerdo o jabalí) poco cocinada. No viajes recientes ni contacto con animales.

Exploración física: Tensión arterial (TA): 98/65, Frecuencia cardiaca (FC) 80 latidos por minuto (lpm), Frecuencia respiratoria (FR): 18 rpm, Saturación 02: 98%. Temperatura: 36

Regular estado general, consciente, orientada temporo-espacialmente. Bien hidratada y perfundida. Ictericia de piel y escleral. Eupneica.

Cabeza y cuello: faringe normal, Pulsos carotideos simétricos palpables, No ingurgitación yugular. No adenopatías ni bocio. No signos meníngeos.

Exploración neurológica sin focalidad

Tórax: tonos rítmicos sin soplos ni roces a 80 latidos por minuto (lpm). Murmullo vesicular conservado sin ruidos patológicos.

Abdomen: blando y depresible, doloroso a la palpación superficial de epigastrio sin signos de irritación peritoneal, no masas ni megalias; pulsos femorales simétricos palpables, puño percusión renal negativa.

Miembros inferiores (MMII): no edemas, pulsos simétricos palpables, no signos de trombosis.

Pruebas complementarias: ECG: Ritmo sinusal a 80 lpm, eje normal, sin alteración de la repolarización. Analítica: Bioquímica Glucosa 83, Colesterol 141, Triglicéridos 90, Creatinina 0,66, Urato 2,8, AST 1382, ALT 1231, Fosfatasa alcalina 200, GGT 125, Bilirrubina total 11, Bilirrubina conjugada 9,10, Lactato deshidrogenasa 676, Amilasa 57, Calcio 8,9, Fosfato 2,9, Proteínas 5,5, Albumina 3,3, Ferritina 38, Sodio 136, Potasio 4,8, PCR 3,7. Hemograma: Hemoglobina 10,7, VCM 80, Hematocrito 32%, Leucocitos 6410 con 60% neutrófilos, 23% linfocitos, 15% monocitos, Plaquetas 246000. Coagulación Actividad TP 43%, en sucesivos controles 40% y 34%, INR 1,65, Tiempo de protrombina 21,6. Serología: CMV negativo, Epstein-Barr negativo, VHB negativo, VHC negativo, VHA negativo, HIV negativo. Herpes negativo. Autoinmunidad: ANA negativo, ASMA negativo, Anti-LKM negativo. Sistemático orina normal. Tóxicos en orina positivos para benzodiacepinas.

Radiografía de tórax: Índice cardiotorácico normal, no condensación no derrame. Ecografía abdominal: Hígado de morfología y ecogenicidad normal, sin evidencia de LOE. Vesícula contraída sin evidencia de litiasis con pared algo engrosada (pospandrial). Porta y colédoco sin alteraciones significativas. Páncreas y retroperitoneo sin evidencia de patología. Bazo y ambos riñones sin alteraciones ecográficas. No liquido libre. Anatomía patológica: Muestra A: Biopsia de Banco: cuña hepática con leve esteatosis. Muestra B: Hígado con necrosis submasiva con nódulos de regeneración y colestasis. Muestra C: Vesícula biliar con colecistitis crónica leve e inespecífica.

Juicio clínico: Hepatitis fulminante

Evolución: La paciente fue valorada e ingresada en Servicio de M. Interna pero debido al empeoramiento analítico se trasladó al Hospital Regional para su ingreso en Servicio de Digestivo. A las 48h de su ingreso presentó deterioro clínico-analítico progresivo y severo con necesidad de ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con aplicación de terapia MARS. Ante la falta de respuesta, se decide incluir a la paciente en Código 0 para trasplante hepático urgente. A las 72 horas se realiza trasplante sin complicaciones con estancia de la paciente en UCI de 11 días y posteriormente en planta de Cirugía 15 días más. Al alta presentaba normalización analítica y buen estado general. Actualmente en tratamiento inmunosupresor con advagraf 5mg cada 24 horas, deflazacort 30mg cada 24 horas, cell-cept 500mg cada 8 horas y tratamiento profiláctico norfloxacino 400mg cada 24 horas, fluconazol 200mg cada 24 horas, trimetroprim 160mg/sulfametoxazol 800mg 1 comprimido los lunes, miércoles y viernes. La paciente en los siguientes meses ha presentado en las revisiones buenos controles y sin complicaciones.