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Úlceras por presión

Úlceras por presión

Es una lesión localizada en la piel y/o tejido subyacente, producida generalmente sobre una prominencia ósea, como resultado de la presión, o de la presión en combinación con cizallamiento y/o fricción.

Autores:

– Ángela Gavilán López (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

– Estrella Alba García Gavilán (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

– Miguel Ángel Gavilán López (DUE en H.U. Reina Sofía de Córdoba)

Resumen

Las úlceras por presión (UPP) son un problema de salud pública, que durante muchos años ha pasado desapercibido, y que afecta frecuentemente a pacientes encamados y de movilidad reducida, constituyendo un importante problema por la repercusión que alcanza en el estado de salud y la calidad de vida de los pacientes y la de su entorno familiar. La prevención de la aparición de estas lesiones es un cuidado prioritario en las personas con riesgo de padecerlas.

En este artículo se ha llevado a cabo la revisión de gran parte de la literatura científica. Se han revisado bases de datos de Medline plus, Scielo, Cuiden plus, PubMed  y Google Académico.

Las Palabras Clave utilizadas; “úlcera por presión”, “prevención”, “cuidados” y “lesión por presión”.

Introducción

Las Úlceras por presión son un problema de salud grave, al que tenemos que prestar mucha atención para poder evitarlo. Este problema puede afectar al paciente en el ámbito físico, psíquico y social, puesto que la parición de estas lesiones puede ocasional alteraciones en su bienestar debido al dolor, a la pérdida de independencia, a la depresión, etc.

Por la aparición de estas lesiones también puede verse afectada la familia con un aumento de la carga laboral, emocional y económica.

Y por último también se ve afectado el sistema sanitario por todo el gasto que ello conlleva.

Etiopatogenia

Cómo hemos visto en la definición, la causa de estas lesiones son las fuerzas de presión, ya sean acompañadas por cizallamiento o no. Las úlceras por presión (UPP) se producen por el aplastamiento tisular entre dos planos duros, uno sería el que pertenece al paciente y el otro al entorno.

Si se produce una gran presión en una zona concreta durante un periodo largo de tiempo, se iniciaría un proceso de isquemia, el cual impide la llegada de oxígeno y nutrientes a los tejidos, ocasionando una degeneración el tejido, pudiendo llegar a provocar necrosis y muerte celular.

El tiempo es más importante que la presión a la hora de producirse una úlcera, ya que la piel puede llegar a soportar grandes presiones, pero durante periodos cortos de tiempo.

Además de las fuerzas de presión y fricción, existen otros factores que contribuyen en la aparición de estas heridas;

– Lesiones cutáneas: edema, sequedad de piel, falta de elasticidad.

– Trastorno en el transporte de oxígeno: trastornos vasculares periféricos, éxtasis venoso, trastornos cardiopulmonares.

– Deficiencias nutricionales (por defecto o por exceso): delgadez, desnutrición, obesidad, hipoproteinemia, deshidratación.

– Trastornos inmunológicos: cáncer, infección.

– Alteración del estado de conciencia: estupor, confusión, coma.

– Deficiencias motoras: paresia, parálisis.

– Deficiencias sensoriales: perdida de la sensación dolorosa.

– Alteración de la eliminación (urinaria/intestinal)

– Inmovilidad

– Fármacos inmunosupresores

Localización

Las úlceras por presión (UPP) tienden a formarse donde la piel cubre el hueso, como por ejemplo: los glúteos, el codo, las caderas, los talones, los tobillos, los hombros, la espalda, la zona posterior de la cabeza, las orejas.

Las úlceras por presión (UPP) también se pueden producir sobre tejidos blandos sometidos a una presión externa, ejercida por distintos materiales o dispositivos clínicos como por ejemplo sondas nasogástricas, gafas nasales, catéteres urinarios, etc., en estos casos las lesiones afectan a la piel o membranas mucosas.

Clasificación

Antes de comenzar un tratamiento se debe conocer en el estadío que se encuentra la úlcera. Son cuatro los estadíos por los que puede evolucionar, siendo el estadío I el más leve y el estadío IV el más grave.

– Estadío I: Se manifiesta por un eritema cutáneo que no palidece la piel al presionar. La epidermis está íntegra, pero existe enrojecimiento de la zona afectada.

En personas con tonos de piel oscura, puede ser difícil detectar el enrojecimiento, por eso sería necesario valorar induración, edema y cambios de temperatura.

– Estadío II: Pérdida parcial del grosor de la piel. Afecta a la epidermis, dermis o ambas. Se forma una úlcera abierta poco profunda y con un lecho de la herida rojo-rosado, sin esfacelos.

– Estadío III: Pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necrosis del tejido subcutáneo. Puede verse la grasa subcutánea, pero no los huesos, músculos o tendones y es posible que se presenten esfacelos y/o tejido necrótico.

– Estadío IV: Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en el músculo, hueso o estructuras de sostén (tendón, cápsula articular…). Pueden presentarse esfacelos, tejido necrótico y tunelizaciones.

La profundidad de las úlceras de estadío III y IV depende de la localización anatómica, a mayor adiposidad mayor profundidad.

Las principales escalas de valoración de úlceras por presión son; escala de Norton, escala de Waterlow, escala Braden, escala de EMINA, escala de Cubbin-Jackson (para pacientes críticos).

Tratamiento y prevención

Las úlceras que se encuentran en estadío I, son fáciles de curar prestándole ciertos cuidados, y las de estadío II, III y IV necesitan otros tratamientos y tardan más en desaparecer.

El cuidado local de una úlcera en estadío I; se trata de aliviar la presión en la zona afectada, utilizar ácidos grasos hiperoxigenados para mejorar la resistencia de la piel y minimizar el efecto de la anoxia tisular y usar medidas locales en el alivio de la presión.

Por otro lado para la cura de úlceras por presión en estadío II, III y IV los cuatro componentes básicos son;

  • Desbridamiento del tejido necrótico
  • Limpieza de la herida
  • Prevención, diagnóstico y tratamiento de la infección bacteriana
  • Elección de un producto que mantenga el lecho de la úlcera húmedo y la temperatura corporal

Conclusión

Las úlceras por presión (UPP) son un problema de salud que afecta gravemente al paciente tanto física como psicológicamente, además de afectar a sus familiares y al sistema de salud por el gran coste que conlleva tratar las úlceras por presión (UPP). Por eso es esencial la prevención de esta afección en los pacientes adultos que nos encontremos con riesgo de padecerlas.

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