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Uso de la hidroterapia durante el trabajo de parto. Actuación de la matrona

Uso de la hidroterapia durante el trabajo de parto. Actuación de la matrona

RESUMEN

Actualmente la inmersión en agua durante el trabajo de parto o hidroterapia está cada vez más demandada por las gestantes, ya que solicitan partos menos medicalizados y más humanizados.

Existe evidencia científica sobre los efectos de la inmersión en el agua durante el parto, en la disminución de la administración de analgesia y parece disminuir el tiempo de la dilatación sin incrementar complicaciones materno-fetales.

AUTORES:

  1. Gustavo Silva Muñoz. Matrona.
  2. Patricia Mª Villa Gómez. Matrona.
  3. Ana Siles Carvajal. Matrona.

PALABRAS CLAVE: hidroterapia, parto, dilatación, dolor, matrona

Será de vital importancia e imprescindible que las gestantes cumplan los criterios de inclusión, que estén bien informadas del proceso y que la matrona que atienda un parto en el agua deberá cumplir las recomendaciones de las asociaciones científicas.

INTRODUCCIÓN

Actualmente la inmersión en el agua durante el trabajo de parto está muy extendida en los paritorios de los hospitales por diversas causas:

– Existe una demanda cada vez mayor por parte de las gestantes solicitando partos menos medicalizados y más humanizados.

– Existe evidencia científica sobre los efectos de la inmersión en el agua durante el parto, en la disminución de la administración de analgesia y parece disminuir el tiempo de la dilatación sin incrementar complicaciones materno-fetales.

PARTO EN EL AGUA

Es aquel que se realiza en una bañera de partos con inmersión de las mujeres hasta nivel pectoral en agua caliente (36,5ºC-37ºC) durante 2 horas como máximo y siempre que las mujeres cumplan unos criterios de inclusión (gestantes de bajo riesgo, registro

cardiotocográfico normal, sin signos de infección y constantes vitales controladas).

OBJETIVOS

– Analizar el efecto de la inmersión en el agua sobre la fase de dilatación tardía del parto.

– Analizar el efecto de la inmersión en el agua sobre la percepción y alivio del dolor de la gestante en el parto.

METODOLOGÍA

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en las diferentes bases de datos COCHRANE, MEDLINE, EMBASE y en CINAHL y se consultaron fuentes científicas de interés de ámbito nacional e internacional como Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La búsqueda realizada fue sobre la inmersión de la gestante en el agua durante el trabajo de parto y sus posibles efectos que produce en la fase de dilatación tardía, y como percibe la gestante el alivio del dolor, utilizando las siguientes palabras clave: Parto, Inmersión, agua, dilatación, dolor, matrona.

RESULTADOS

Se ha demostrado que la inmersión en el agua durante la primera fase del parto:

– Disminuye el tiempo del parto.

– Produce relajación en la madre.

– Mejora el afrontamiento de la mujer ante las contracciones.

– Ayuda a tomar el control de la situación

Durante la segunda parte del fase del parto:

– Permite que los tejidos perineales se distiendan de forma espontánea.

– Que el parto tenga lugar con el mínimo de intervención.

– Proporciona una suave transición entre la vida intrauterina y la extrauterina.

Una vez la gestante esté introducida en el agua, la monitorización de la FCF deberá hacerse con Doppler sumergible cada 15 minutos (un minuto completo tras la contracción) durante la primera fase del parto, y cada 5 minutos durante la segunda fase del parto.

La dinámica uterina se controlará con la mano tocando el fondo uterino.

Las mujeres candidatas al uso del agua durante la dilatación serán todas aquellas que lo deseen y que cumplan los siguientes principios:

  • Embarazo de bajo riesgo.
  • Embarazo a término.
  • Si RPM < 24h y líquido amniótico claro.
  • EGB y Serologías negativas.
  • FCF normal antes de la inmersión.
  • Nulípara Dilatación mayor o igual a 3cm.
  • Multípara Dilatación mayor o igual a 5cm.

La mujer deberá ser advertida, previa inmersión, de la posibilidad de complicaciones, en cuyo caso deberá salir del agua. Los criterios para abandonar el agua serán:

  • Hemorragia intraparto.
  • Líquido que empiece a teñirse.
  • Fiebre materna.
  • Dificultad de control apropiado FCF.
  • No progresión de parto.
  • Petición materna.

La inmersión en el agua acorta la duración de la dilatación comparándolos con un parto vaginal tradicional fuera del agua, y también lo hace cuando se compara la dilatación sumergida en el agua con la dilatación de un parto vaginal tradicional con analgesia.

En gestaciones no complicadas y embarazos de bajo riesgo a término, el uso de la inmersión en el agua disminuye la necesidad de analgesia epidural ya que disminuye la percepción del dolor.

Los beneficios que produce la inmersión en el agua para la madre son: disminución de ansiedad por la disminución de catecolaminas, disminución partos terminados en cesárea, mejora perfusión uterina, aumenta la satisfacción materna y la sensación de control, maximiza los diámetros pélvicos y reduce la incidencia de episiotomías.

Se recomienda que la inmersión en el agua a 37ºC se realice hasta cubrir el abdomen una vez alcanzados los 4-5 centímetros de dilatación y se mantenga entre 1-2 horas. No se han descrito diferencias significativas en los beneficios que recibe el feto en la inmersión en el agua.

Existe controversia sobre su uso y se requiere una investigación de estudio más riguroso.

El protocolo de parto bajo el agua publicado por la SEGO establece que esta modalidad de alivio del dolor se realice en la primera fase del parto y que se reserve la segunda parte del parto para ensayos experimentales.

CONCLUSIONES

  • La inmersión en el agua en la fase tardía de la dilatación acelera el proceso y disminuye la percepción del dolor.
  • Las diferentes asociaciones de profesionales tienen posiciones distintas en relación con el parto en el agua, pero todas coinciden en que la gestante que desee realizar un parto en el agua debe cumplir los criterios de inclusión, estar bien informada y realizar el parto según las recomendaciones de las distintas asociaciones de profesionales.
  • Como conclusión, parece demostrada la seguridad y eficacia de la hidroterapia en la fase de dilatación tanto para la madre como para el bebé.

Sin embargo, todos los autores aconsejan realizar más estudios sobre la inmersión en el agua durante la fase de expulsivo, ya que los resultados no son concluyentes.

  • Por último decir, que la matrona que atienda un parto en el agua deberá cumplir las recomendaciones de las asociaciones científicas y se debe seguir investigando sobre esta práctica asistencial cada vez más solicitada por las mujeres en los paritorios de los hospitales.

BIBLIOGRAFÍA

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