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Papel de la enfermera en la lactancia materna

Papel de la enfermera en la lactancia materna

Resumen: La lactancia materna es el alimento ideal para el niño durante los 6 primeros meses de vida. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), debería ser exclusiva durante este periodo, siendo después complementada con la alimentación. La promoción de la lactancia materna debe comenzar desde edades tempranas, siendo desde niños necesario cultivar esa “cultura del amamantamiento”. Perder las tradiciones, creencias y valores, la degradación de la práctica de la lactancia materna, el desconocimiento y desinformación, son algunas de las causas que impiden que se lleve a cabo el proceso de lactar.

 Autores:

  1. Rodríguez Valiente, Sonia. Diplomada en Enfermería.
  2. Jara Valiño, Francisco Javier. Diplomado en Enfermería.
  3. Romero Barranco, María. Diplomada en Enfermería.

Palabras clave: lactancia, amamantar, crisis de crecimiento.

 Introducción:

Desde la Enfermería, se puede actuar en este campo desde varios momentos en la vida de la mujer. En el embarazo se deben entregar los conocimientos necesarios a los padres sobre sus ventajas nutricionales, inmunológicas, psicológicas de la leche materna, de esta manera sensibilizarlos ante esta acción. Hacerles entender que el amamantar no sólo es alimento, sino que aporta al bebé estímulos necesarios para su desarrollo, y para la madre desarrollando mejor sentido de su autoestima y autoconfianza, viéndose capaz de valorar su habilidad de alimentar a su hijo y ofrecerle protección. Es necesario que la mujer tenga en su poder la información que le facilitara hacer frente a aquellos problemas que puedan surgir durante el proceso antes de dar a luz, no hallándose después angustiada, con desconocimiento y sin apoyo familiar, ya que podría suponer el abandono de la lactancia materna.

En el momento del postparto, las intervenciones enfermeras deben estar destinadas a:

  • Apoyar y favorecer la lactancia materna en el paritorio, facilitando el contacto madre y recién nacido en las primeras horas de vida.
  • Aconsejar y dar apoyo en la primera toma, asesorando con la colocación del niño para un buen agarre y el contacto piel con piel.
  • Informar sobre material de apoyo, charlas educativas, grupos de lactancia materna.
  • Incluir al padre como papel protector, facilitando la educación sobre autocuidado y crianza, y de esta manera educando a la familia.
  • Evaluar posibles complicaciones como, ingurgitación mamaria, grietas en el pezón, mastitis…
    • Crisis de crecimiento, “¿no tengo leche?”

Son llamadas crisis o brotes de crecimiento, aquellos momentos en los que el recién nacido necesita aumentar el número de tomas, para poder así aumentar la producción de leche en el pecho. Ya que ésta se regula mediante la demanda del bebé.

Esto suele causar gran angustia a la madre, que llega a pensar que ha dejado de producir leche o que ésta es insuficiente. Incluso puede llegar al error de complementar con lactancia artificial o incluso abandonar la lactancia materna.

Para superar estos periodos, es importante explicar a la madre cuál es su origen, que debe tener paciencia, y que se trata de un periodo pasajero.

¿Cómo detectar la postura correcta al amamantar?

Existen varias posturas para dar el pecho, lo importante es verificar que el agarre del bebe sea el correcto. Para ello hay que fijarse en:

  • Boca bien abierta.
  • Labios evertidos.
  • Lengua debajo del pezón.
  • Nariz y barbilla tocando el pecho.

En ocasiones el tamaño y la forma del pecho puede hacer más difícil este proceso. En estos casos, puede sujetarse el pecho con los dedos pulgar e índice, como si fuera un sándwich, ayudando de esta manera al recién nacido.

Algunas de las complicaciones en la lactancia materna y sus posibles soluciones.

Grietas en los pezones: Se producen por un agarre incorrecto del bebe, son heridas dolorosas y molestas. La mejor actuación que podemos hacer es intentar prevenir su aparición asesorando con la postura al amamantar. Pero si ya están presentes, suele ser bastante útil dejar secar unas gotitas de la propia leche en el pezón, de esta manera lo ayudara a cicatrizar. Dejar el pecho al aire el máximo tiempo posible, también será útil.

Ingurgitación mamaria: varios días después del parto, tiene lugar “la subida de la leche”, que se suele acompañar de dolor, calor, endurecimiento de los pechos. Para paliar este problema, se pueden utilizar paños calientes antes de las tomas y realizar masajes en los pechos. Intentar que el recién nacido vacíe por completo los pechos.

Mastitis: Se trata de una inflamación de uno o varios lóbulos de la mama, y puede estar acompañado de infección. Suele aparecer con un dolor elevado y fiebre alta. Sus causas probables son taponamiento de algún conducto mal resuelto o grietas mal tratadas. En este caso se debe acudir al médico para establecer tratamiento. Es recomendable continuar con la lactancia materna, tratando de variar las posiciones en las que se da de mamar.

La Lactancia materna prolongada:

La OMS recomienda dar el pecho en exclusiva durante los primeros 6 meses y combinado con otros alimentos hasta los 2 años, tras ese periodo hasta que la madre y el bebé lo deseen.

Existen bastantes estudios que demuestran que la leche materna no pierde sus nutrientes al cabo de los meses e incluso que se va adaptando a la edad o necesidades del niño.

Se relaciona un mayor tiempo de lactancia materna con una mayor protección frente al cáncer de mama y con un riesgo menor de sufrir cáncer de ovario o sufrir osteoporosis.

Lactancia materna en tándem.

Cuando una madre que está amamantando, vuelve a quedarse embarazada, y decide no abandonar esa lactancia materna. Al nacer su nuevo hijo, decide amamantar a los dos conjuntamente, esto es llamado lactancia en tándem.

Durante el embarazo los pezones se vuelven más sensibles y la producción de leche disminuye, lo cual puede favorecer un destete del hermano mayor.

Al continuar mamando, el pecho dispondrá de leche materna de sobra, por lo que suele observarse que no se dan las crisis de crecimiento en el

Recién nacido. Puede darse igualmente ingurgitación mamaria con la “subida de la leche”, pero al disponer de un hermano mayor puede ayudar a descongestionar los pechos.

La lactancia en tándem no perjudica la salud de la madre, es más, supone muy poco coste energético, ya que disminuye de una manera importante la producción.

Bibliografía:

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