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El papel de Enfermería en la rehabilitación del suelo pélvico

El papel de Enfermería en la rehabilitación del suelo pélvico

Resumen

La incontinencia urinaria (IU) afecta a niños, adolescentes, mujeres, hombres y personas mayores. Es una condición común entre las mujeres, con una prevalencia entre el 25 y el 45%, lo que conduce a importantes limitaciones físicas, emocionales, laborales, sexuales y sociales, causando impacto negativo en la calidad de vida. El estrés – o esfuerzo – incontinencia urinaria (SUI) es el tipo más frecuente entre esta población, pero la incontinencia mixta (MUI) y la incontinencia de urgencia (IUU) pueden estar presentes.

Objetivo

Describir los ejercicios de Kegel y destacar la importancia del papel de Enfermería en la rehabilitación del suelo pélvico.

Palabras clave: Enfermería, incontinencia urinaria, trastornos del suelo pélvico, rehabilitación suelo pélvico, ejercicios de Kegel.

Autoras

María del Rocío Ruiz Calzado, DUE. Hospital Reina Sofía, Córdoba.

Amparo Camacho Reyes, DUE, Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz, Madrid.

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Master oficial en Cuidados críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

Introducción

El suelo pélvico o periné, es el conjunto de músculos y membranas que cierran la parte inferior del abdomen, comportándose como una hamaca flexible de apoyo para la vejiga, el aparato genital interno (vagina y útero) y el recto.

La patología asociada al suelo pélvico deriva de los órganos que sostiene (recto, vagina-útero y vejiga), en la medida que la debilidad o disfunción de éstos músculos del suelo pélvico ocasiona una mala posición de los órganos mencionados, ocasionando su descenso (prolapso) y puede alterarse la continencia urinaria y/o fecal.

La disfunción del suelo pélvico, que incluye principalmente la incontinencia urinaria, la incontinencia fecal y el prolapso uterino, afecta al menos a un tercio de las mujeres adultas.

La incontinencia urinaria es un problema de salud con importantes consecuencias de carácter social y psicológico. Un porcentaje importante de las mujeres adultas se ven afectadas, y si se deja evolucionar, empeora la calidad de vida de forma importante, reduciendo la actividad física para evitar las fugas de orina, condicionando su vida social e incluso, desencadenando trastornos como pérdida de seguridad y autoestima, depresión, retraimiento y ansiedad, Incontinencia fecal

Actualmente, el tratamiento conservador se considera la primera opción en la conducta terapéutica IUE. Hay un conjunto de alternativas disponibles, que pueden usarse solos o en asociación, como los programas de entrenamiento de los músculos del suelo pélvico, entrenamiento de la vejiga, la electroestimulación, la terapia conductual y la biorretroalimentación.

Causas que originan la debilidad de la musculatura del suelo pélvico

  • En el embarazo, tanto el peso del útero como el efecto relajador de las hormonas pueden debilitar el suelo pélvico.
  • El parto provoca lesiones musculares durante el periodo expulsivo.
  • Falta de estrógenos en postmenopáusicas: provocan pérdida de tono y flaccidez de los músculos perineales.
  • Intervenciones quirúrgicas sobre el periné.
  • Obesidad
  • Estreñimiento.
  • Tos crónica del tabaquismo.

Circunstancias que promueven la disfunción y sobre las que se pueden desarrollar programas de prevención secundaria:

  • El estreñimiento crónico.
  • Prácticas deportivas que ocasionan un aumento repetitivo de la presión intraabdominal.
  • La obesidad.
  • Enfermedades respiratorias crónicas y grandes fumadoras que potencian con la tos vigorosa el desarrollo de defectos anatómicos.

Los ejercicios de entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico son efectivos para el tratamiento de IUE, siendo esta condición la mejor opción para lo que resulta en aumento de la calidad de vida de las mujeres incontinentes .Además, las evidencias muestran que los ejercicios para el suelo pélvico, si se realiza bajo supervisión profesional, al menos semanalmente, presentan mejores resultados cuando se realiza en el hogar, los resultados confirmados en otros estudios de revisión sistemática.

Aunque el estomaterapeuta es el profesional capacitado para establecer un programa de prevención y rehabilitación en relación con los trastornos del suelo pélvico, actualmente, es el personal de Enfermería quien lleva a cabo esta labor principalmente. En la consulta de atención primaria de Enfermería es donde se llevan a cabo la educación sanitaria para conseguir mejorar los problemas de suelo pélvico. Además, hay evidencia que bajo la supervisión por parte del personal sanitario, estos ejercicios son más eficaces que sin ella.

Rehabilitación del suelo pélvico, puede ser ejercida de dos formas:

  • Preventiva: en aquellas pacientes con factores de riesgo y algún grado de deterioro del suelo pélvico aunque no presenten en la actualidad ninguna sintomatología.
  • Terapéutica: de forma aislada en casos de disfunción leve o coadyuvante a una medicación o técnica quirúrgica.

Las técnicas de rehabilitación de los músculos del suelo pélvico tienen como objetivo principal que la persona tome conciencia de que existen estos músculos y de cómo puede contraerlos. De esta forma conseguirá a través de la contracción voluntaria la hipertrofia, el aumento de tono y la fuerza muscular.

Hemos seleccionado el método que se lleva a cabo hoy día en los centro de atención primaria, principalmente por el personal de Enfermería. Este tratamiento son los ejercicios de Kegel. Estos ejercicios  están indicados si se padece incontinencia, ya que, sirven para fortalecer los musculos debilitados los cuales favorecen la incontinencia. Esto es debido a que se pierde la capacidad de controlar el cierre y la apertura de la vejiga.

Ejercicios de Kegel:

Consisten en la contracción voluntaria e intermitente de los músculos del suelo pélvico siempre con la vejiga vacía. Con ello, se aprenderá a contraer y relajar los músculos que se encuentran alrededor de la vagina y ano.

En primer lugar, se deben conocer cuáles son los músculos que deben ser entrenados o ejercitados para no contraer involuntariamente otros músculos diferentes a los adecuados., ya que, debido a la presión que estos músculos ejercen sobre la zona vesical, aumenta la probabilidad de que aparezca un episodio de incontinencia.

1º- CONOCER LOS MÚSCULOS CORRECTOS.

Ejercicio básico de entrenamiento.

– Lubricarse un dedo con un poco de agua y colocarlo en la vagina o ano

– Tensionar o contraer los músculos abdominales y centrarse en las sensaciones que se experimentan. Esto no es lo que se debe sentir cuando se contraen los músculos apropiados.

– Con los músculos abdominales relajados y mientras se expulsa aire por la boca poco a poco, apretar alrededor del dedo como si se tratase de parar el movimiento de los intestinos (controlar una defecación o diarrea). Recordar esta sensación, porque esto sí es lo que debe sentirse cuando se tensan o contraen los músculos apropiados para mejorar la incontinencia (éste es el el ejercicio básico de entrenamiento).

2º- CUANDO SE TENGAN GANAS DE ORINAR

Programación de ejercicios

Una vez que conozca las sensaciones de tensar los músculos apropiados, debe realizar unas 45 veces el ejercicio del suelo pélvico diariamente (ejercicio básico de entrenamiento), sin que sea necesario colocar el dedo en la vagina o ano.

Pueden realizarse 15 cada vez, 3 veces al día:

– 15 tumbado por la mañana

– 15 de pie por la tarde

– 15 sentado después de cenar

Para cada ejercicio

– Contraer los músculos durante 10 segundos

– Relajar los músculos durante 10 segundos

– Relajar los músculos al realizar los ejercicios y continuar respirando normalmente.

Un vez al día, intentar el ejercicio de parar la emisión de orina cuando e acuda al aseo.

A medida que se practiquen los ejercicios y se tenga control de la musculatura, pueden aprovecharse muchas situaciones de cada día para realizarlos.

Recomendaciones

Para realizar los ejercicios, es importante que se lleven a cabo en lugares sin ruido y con intimidad para favorecer la concentración.

En posición sentada, la silla debe ser sólida y se debe apoyar las plantas de los pies firmemente sobre el suelo, manteniendo las rodillas ligeramente hacia fuera.

Repetir los ejercicios de contracción unas 45 veces al día con una duración de la contracción de 10 segundos.

Realizar los ejercicios al menos durante 4 semanas, se notará mejoría al cabo de los meses.

Realizar los ejercicios cuando se vaya a realizar un esfuerzo que pueda producir una pérdida de orina.

Conclusión

Los ejercicios de Kegel es un tratamiento fácil, sencillo y eficiente, ya que, con el mínimo gasto se consiguen resultados beneficiosos. Tan solo es necesario formar al personal sanitario para que éste a su vez pueda proporcionar correctamente educación sanitaria a las grupos de población afectados y que puedan así mejorar su situación.

En la mayoría de los pacientes  que llevan a cabo este tratamiento mejora de forma significativa el tono de los músculos del suelo pélvico y en consecuencia la funcionalidad de los órganos pélvicos, principalmente vejiga y recto.