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Brucelosis

Brucelosis

RESUMEN

La Brucelosis es una enfermedad bacteriana provocada por las especies Brucella abortus, Brucella suis, Brucella canis y Brucella melitensis. Esta última es la especie más patógena y contagiosa del género Brucella.

Su presencia en ciertas regiones es una problemática que se debe estudiar y analizar desde diversas perspectivas porque las condiciones sociales, culturales y de escasa infraestructura en el área rural son factores de vulnerabilidad y riesgo para la población.

PALABRAS CLAVE: Infección, bacteria, transmisión, cuidados.

AUTORES: Elena Alloza García 1 María Bielsa Miñana 2 Beatriz Pinto Rodríguez 3 Sara Pérez Mateo 4

1 Elena Alloza García. Graduada en Enfermería. Enfermera en Mas Prevención de Zaragoza.

2 María Bielsa Miñana. Diplomada en Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

3 Beatriz Pinto Rodríguez. Diplomada en Enfermería. Enfermera con plaza en propiedad en Can Misses de Ibiza. Enfermera en Hospital Can Misses de Ibiza.

4 Sara Pérez Mateo. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Psiquiátrico Prisma de Zaragoza.

MARCO TEÓRICO

Recuerdo epidemiológico

            En España, dada su tradición ganadera, el ganado ovino y caprino es la principal fuente de infección. De forma ocasional se han producido casos de infección por exposición a ganado vacuno y más raramente porcino o equino y excepcionalmente perros. (1)

            Las vías de transmisión de Brucelosis al ser humano pueden ser por contacto de piel o mucosas con tejidos de animales infectados o sus productos; por ingestión de alimentos no pasteurizados de origen animal o el consumo de carne cruda; por inhalación de polvo en lugares contaminados; por inoculación de material infectado (más frecuente en veterinarios y personal de laboratorio) y por vía perinatal, por vía transplacentaria, por la ingesta de leche materna o por la exposición a sangre, orina o heces de la madre infectada en el parto.

            La transmisión interhumana de la Brucelosis es excepcional, aunque se han informado casos posteriores a una transfusión de sangre, trasplante de médula ósea y se han descrito casos ocasionales en los que se sospecha transmisión sexual. (20)

Vigilancia epidemiológica

            La brucelosis humana está considerada como una enfermedad de carácter ocupacional que afecta a personas que trabajan con animales o en laboratorio y de presentación endémica. Razones que justifican que la brucelosis sea objeto de vigilancia.

            Es una enfermedad de declaración obligatoria en España desde el año 1943. El Real Decreto 2210/95 por el que se crea la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, indica que debe recogerse información individualizada de los casos de brucelosis, mediante el Sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO). Esta información se complementa con la información recogida por otros subsistemas componentes del Sistema Básico de Vigilancia, como son la declaración de brotes.

            Desde la última década del siglo XX, la brucelosis humana ha sufrido una gran disminución en España como consecuencia de la aplicación de medidas de control y erradicación en los reservorios animales a través de los Programas y campañas de control y erradicación de la brucelosis en el ganado ovino/caprino y bovino, llevadas a cabo por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente con la cofinanciación de la Unión Europea.

            La brucelosis humana es una zoonosis cuya incidencia ha disminuido notablemente en España los últimos años, debido a las campañas de saneamiento ganadero, y que actualmente se mantiene en niveles muy bajos (0,22 casos/100.000 habitantes en 2011). (2)

Clínica

            La enfermedad se presenta de forma aguda en la mitad de los casos con un periodo de incubación de dos a tres semanas, mientras que en la otra mitad de los pacientes infectados el cuadro clínico es insidioso con signos y síntomas inespecíficos que se desarrollan en un periodo de semanas a meses.

            Así mismo, la gravedad con que se presenta la infección va a depender del huésped, del tipo de Brucella infectante y de la cantidad del inóculo.

            Las infecciones causadas por Brucella melitensis y por Brucella suisson en general son las más graves.

            Los síntomas en un 90% de los casos van a consistir en fiebre, cefalea, diaforesis (sudoración profusa de predominio nocturno y con un olor característico a heno), astenia, mialgias y artralgias.

            En un principio se describió que la fiebre seguía un patrón de exacerbaciones y remisiones a lo largo de los días (fiebre ondulante), sin embargo, en la actualidad se ha encontrado que la fiebre no sigue un patrón característico y que puede persistir durante varios días o semanas. Los signos más frecuentemente observados son: adenopatías en un 12 a 20%, de los casos, principalmente a nivel cervical e inguinal, así como hepatoesplenomegalia en un 30 a 50% de los pacientes.

            Existen formas localizadas de la enfermedad, las cuales generalmente se presentan hasta en un 30% de los pacientes. (3)

Las manifestaciones localizadas de la Brucelosis pueden ser:

  • Osteoarticulares: Artritis, Espondilitis, Sacroileítis, Bursitis, sinovitis…
  • Genitourinarias: Glomerulonefritis, Nefritis intersticial, Orquitis, cistitis…
  • Neurológicas: Meningitis, Encefalitis, Mielitis y neuritis, depresión…
  • Cardiovasculares: Endocarditis, Pericarditis y Miocarditis.
  • Digestivas: Absceso hepático, Hepatitis granulomatosa y difusa…
  • Cutáneas: Eritema nodoso, Vasculitis leucocitoclástica, Exantema.
  • Pulmonares: Bronconeumonía, Neumopatía intersticial, Empiema…
  • Hematológicas: Coagulación intravascular, Anemia, Leucopenia…
  • Otras: Uveítis y tiroiditis (3).

Diagnóstico

            El diagnóstico puede hacerse mediante pruebas directas o indirectas. Las pruebas directas consisten en:

Cultivo:

Es el método diagnóstico de referencia. Consiste en el aislamiento de Brucellas en muestras biológicas del paciente y se trata del diagnóstico definitivo. Suele obtenerse por hemocultivo o cultivo de médula ósea, aunque en raras ocasiones puede utilizarse líquido cefalorraquídeo, líquido articular, exudado purulento, etc.

En la mayor parte de los procesos agudos, tras incubar el medio de 2 a 4 días, se observan en la fase sólida pequeñas colonias que se deslizan por el agar.

En menor proporción de casos el crecimiento se presenta entre los 5-15 días, y en un número limitado de casos éste se retrasa hasta los 30-45 días. (4, 5, 6)

La sobrecarga de trabajo ha provocado que en los últimos años se hayan ido sustituyendo los sistemas manuales de hemocultivo por aparatos de lectura automática. Sin embargo, se tiene en duda la sensibilidad de estos nuevos sistemas ante el género Brucella (falsos negativos), al tratarse de una bacteria con escasa producción de CO2, baja actividad metabólica y lento crecimiento.

Este método diagnóstico tiene sus inconvenientes puesto que no siempre es posible tomar muestras para cultivo, se requieren largos periodos de incubación y presenta un porcentaje variable de positividad. (6, 7)

Examen microscópico:

Cuando se observa el crecimiento en el medio difásico o el aparato automático detecta posible crecimiento en el hemocultivo, se puede realizar el diagnóstico de la enfermedad a partir de la tinción Gram. Dado que no sufre decoloración con ácidos débiles aunque no sea ácido resistente y si el tiempo de exposición al alcohol-acetona es breve, se observa una decoloración irregular, pudiendo coexistir en la misma muestra cocobacilos grampositivos y gramnegativos. (6)

Subcultivo y aspecto colonial:

Subcultivo del medio difásico o del frasco resultante del aparato automático en medio con agar-sangre o agar chocolate. Al cabo de 48 mostraría el crecimiento de pequeñas colonias de color miel claro. En algunos casos de crecimiento escaso de colonias se puede malinterpretar el resultado, por lo que se debe observar de manera minuciosa. Tras la tinción de Gram, se realiza la reacción de oxidasa y aglutinación con suero frente a Brucella. (7)

Reacción en cadena de la polimerasa (PCR):

Detección del ADN bacteriano, por lo que presenta un alto grado de fiabilidad (6,7).

Por otra parte, las pruebas indirectas se  basan en las pruebas serológicas, cuyo principio es la detección de títulos de anticuerpos específicos.

Aglutinación:

  • Rosa de Bengala: Antígeno en suspensión bacteriana a la que se le añade colorante rosa de bengala y se enfrenta al suero sin diluir del paciente.
  • Seroaglutinación en tubo: Enfrenta diluciones del suero a una cantidad constante del antígeno Brucella Los anticuerpos que producen la seroaglutinación son principalmente de la clase IgM, por lo que van descendiendo, con o sin curación de la enfermedad.
  • Prueba de Coombs: Fundamental para el diagnóstico de Brucelosis crónica. Se emplea para demostrar la presencia de Anticuerpos aglutinantes y no aglutinantes del tipo IgG.
  • Seroaglutinación con 2-mercaptoetanol: Destruye las moléculas IgM, sin interferir en las IgG que son las que se cuantifican.
  • Enzimoinmunoanalisis: Detectar la presencia de anticuerpos específicos (IgG, IgM, IgA)
  • Inmunofluorescencia indirecta y fijación del complemento: Por su complejidad y escasas aportaciones no suele emplearse. (7, 8)