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Atención preconcepcional: su relevancia en la actualidad

Atención preconcepcional: su relevancia en la actualidad

RESUMEN

La matrona es uno de los profesionales sanitarios responsables de llevar a cabo actividades de prevención y promoción de la salud durante el periodo reproductivo de la mujer.

Dentro de sus competencias, la realización de una visita preconcepcional individualizada y sistematizada reporta en múltiples beneficios a la hora de conseguir un embarazo con mejores resultados en salud tanto para la madre como para el futuro recién nacido.

Dada la importancia de esta consulta y las consecuencias que de ella se derivan, hemos llevado a cabo una revisión de buena parte de la literatura científica, utilizando como bases de datos principalmente Medline plus, Cochrane plus, Scielo y PubMed.

AUTORAS

Leyre Nagore González: Enfermera especialista en Obstetricia – Ginecología (Matrona).

Lucía Monzón Muñoz: Enfermera especialista en Obstetricia – Ginecología (Matrona).

Nieves Pina Fuertes: Enfermera especialista en Obstetricia – Ginecología (Matrona).

Patricia Marcos De Marco: Enfermera especialista en Obstetricia – Ginecología (Matrona).

Yaiza Nagore González: Graduada en Enfermería.

 

PALABRAS CLAVE

– Matrona, consulta preconcepcional, embarazo, riesgo, prevención, promoción de la salud.

INTRODUCCIÓN

La Salud Sexual y Reproductiva fue definida en la Conferencia Mundial de Población y Desarrollo (1994, en El Cairo) como un estado general de bienestar físico, mental, social y no la mera ausencia de enfermedades o dolencias en todos los aspectos vinculados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos; se refiere a asegurar que el individuo sea capaz de tener una vida sexual responsable, satisfactoria y libre de riesgos.

Durante el proceso reproductivo, el periodo preconcepcional se define como la etapa previa del embarazo. Desde un punto de vista salubrista, su importancia radica en que constituye un momento estratégico fundamental para la modificación de los problemas de salud presentes previamente al inicio de la gestación, así como de factores de riesgo posibles.

Por tanto, el riesgo preconcepcional se define como la probabilidad que tiene una mujer no gestante de sufrir daños ella y el producto de la concepción durante el proceso de la reproducción y en consecuencia, el buen control y manejo de este riesgo supone un elemento determinante en la disminución de la morbilidad y mortalidad general de la población femenina y la posibilidad real de disminuir o evitar el daño que, desde el punto de vista biopsicosocial y ambiental, pueda sufrir una madre o su hijo.

¿EN QUÉ CONSISTE LA VISITA PRECONCEPCIONAL?

La matrona es el profesional sanitario responsable de llevar a cabo actividades de prevención y promoción de la salud que tienen como finalidad identificar y modificar los riesgos biomédicos, conductuales y sociales, tanto maternos como paternos, antes de la concepción, con el fin de incrementar las posibilidades de un resultado perinatal favorable.

Cabría destacar que, aun siendo la mitad de las gestaciones programadas, son pocas las gestantes que acuden a la visita preconcepcional en nuestro medio (SEGO, 2010), la cual estaría indicada no solo en mujeres con antecedentes patológicos sino también en aquellas mujeres sanas y sus parejas.

Debemos conocer los factores que pueden dificultar o facilitar la concepción y posterior desarrollo del embarazo. Para ello es necesario realizar una valoración del riesgo y una adecuada exploración general y ginecológica, lo cual se realiza fundamentalmente en la visita preconcepcional (si bien es cierto que la valoración del riesgo se realiza en cada visita de seguimiento del embarazo porque es susceptible de modificaciones).

FACTORES A TENER EN CUENTA EN LA VISITA PRECONCEPCIONAL

– Edad materna

Este factor influye tanto en aspectos psicológicos como fisiológicos de la gestación; se considerará factor de riesgo aquellas gestantes con edad superior a 35 años o inferior a 16 años.

Las gestantes adolescentes Las gestantes mayores de 35 años presentan mayor riesgo de infertilidad y complicaciones durante la gestación y el parto, como por ejemplo diabetes gestacional, hipertensión arterial y alteraciones de la placenta.

Y por otro lado, las gestantes adolescentes presentan con mayor frecuencia hijos de bajo peso, prematuros y tasas de morbimortalidad infantil más elevadas.

– Antecedentes médicos

En caso de detección de alguna patología, las pacientes deben ser informadas del efecto de la gestación sobre la enfermedad y de las posibles repercusiones de la medicación en el feto. Teniendo siempre presente que cualquier modificación de medicación debe ser prescrita por el médico responsable de dicha patología.

Algunas de las enfermedades más prevalentes son: diabetes mellitus pregestacional, hipertensión arterial, epilepsia, enfermedad crónica cardiovascular…

– Enfermedades infecciosas

En esta visita preconcepcional es el momento idóneo para la detección de posibles riesgos tanto para la salud reproductiva de la mujer como para el futuro recién nacido que se va a gestar.

Las principales infecciones de transmisión vertical que se deberían considerar en esta consulta si existen factores de riesgo son: virus de la hepatitis B, virus de la hepatitis C, tuberculosis, chlamydia, gonorrea y herpes genital.

Además, existen infecciones a investigar según la etnia de la mujer (por prevalencia en su lugar de origen) o en situaciones concretas (por ejemplo viajes a zonas endémicas).

– Antecedentes familiares

Se debe valorar la historia familiar o hijos previos con alteraciones genéticas y cromosómicas, estructurales, metabólicas, neurológicas…Y en caso de estar indicado se procederá a su derivación para el estudio y consejo genético.

– Antecedentes obstétrico-ginecológicos

Se realizará una anamnesis donde se recojan todos los antecedentes obstétrico-ginecológicos relevantes: tipo menstrual, embarazos previos y resultados, métodos anticonceptivos utilizados y última revisión ginecológica (citología).

– Suplementación vitamínica

– Ácido fólico

Existe evidencia científica sobre la importancia de la ingesta de ácido fólico y la recurrencia de defectos del tubo neural (DTN) en mujeres con antecedentes en embarazos anteriores y sin ellos. Por ello, está recomendada la suplementación de ácido fólico para la prevención de DTN, siguiendo estas indicaciones:

à Mujeres de alto riesgo (gestaciones anteriores con DTN, diabetes mellitus materna   insulino-dependiente, obesidad o epilepsia) que deseen quedar embarazadas: 4 mg/día de ácido fólico durante tres meses antes de la concepción y en los primeros tres meses de embarazo.

à Mujeres de bajo riesgo (sin antecedentes de gestación con DTN), que deseen quedar embarazadas: 0’4 mg/día de ácido fólico, un mes antes de la concepción y en los primeros tres meses del embarazo.

– Yodo

La “Asociación Europea del tiroides” y el “International Council for Control of Iodine Deficiency Disorders”, así como la OMS, recomiendan yodar la sal de cocina para evitar el déficit de yodo en la población, y, a las gestantes, la ingesta diaria de suplementos con 200 microgramos de yodo.

En cuanto a los antisépticos yodados estarían contraindicados durante el embarazo, parto y lactancia, ya que pueden provocar hipotiroidismo transitorio neonatal.

– Vacunas

A la hora de realizar la valoración de la futura gestante, es importante proporcionar las medidas necesarias para prevenir enfermedades infecciosas durante la gestación así como conocer su estado inmunitario para poder vacunar si procede.

Es importante recordar que las vacunas de virus vivos atenuados, como el sarampión, rubeola, parotiditis, varicela y cólera oral, están contraindicadas durante el embarazo y  se debe evitar la gestación en los tres meses siguientes a la vacunación. Como dato importante, estaría que entre un 15-20% de la población general no está inmunizada de la rubeola, y por tanto, tras vacunar a la población femenina no inmunizada  hay que demorar mínimo tres meses el embarazo.

En el caso de la vacuna antitetánica/antidiftérica, se puede iniciar la vacunación en esta consulta preconcepcional o si la mujer ya está embarazada iniciar la vacunación en el segundo trimestre de gestación.

La vacunación con virus muertos no está contraindicada en los meses previos a la gestación o durante el embarazo.

Por último, y dada su prevalencia en la población, se debería recomendar vacunar de la gripe a las mujeres gestantes durante su período epidémico (evitando el primer trimestre de gestación).

– Atención preconcepcional dirigida al hombre

Actualmente, no existe consenso en este campo de actuación. El cuidado y la salud del hombre en la consulta preconcepcional es importante para mejorar la planificación familiar y los resultados del embarazo, así como para realizar educación y promoción de la salud.

Por tanto, durante esta visita preconcepcional, sería relevante indagar en los antecedentes personales y familiares del hombre, así como en si toma medicación, sus hábitos alimenticios…de una manera protocolizada en todas las consultas de las matronas, consiguiendo de este modo una valoración holística del núcleo familiar.

CONCLUSIONES

Existe evidencia científica de que un adecuado control y manejo del riesgo preconcepcional permite determinar el estado de salud de cada mujer, haciendo posible asumir un embarazo con mejores resultados de salud para ambos (madre y feto) a través del control de los factores de riesgo detectados e incidiendo por supuesto en hábitos de vida saludables.

Por tanto, existe relación entre el riesgo preconcepcional en mujeres en edad fértil y la presencia de complicaciones durante la gestación.

Por lo expuesto anteriormente, se deduce la importancia de la visita preconcepcional llevada a cabo por la matrona en los centros de atención primaria y la relevancia que tiene dar a conocer su alcance a través de campañas de educación para la salud dirigida tanto a hombres como a mujeres que deseen ser padres o madres; solo de este modo conseguiremos gestantes en las mejores condiciones de salud posibles.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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