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Masaje perineal antenatal y su relación con el trauma perineal

Masaje perineal antenatal y su relación con el trauma perineal

RESUMEN

Se ha realizado una revisión bibliográfica de la evidencia científica disponible sobre el masaje perineal antenatal y sus efectos a la hora de prevenir el trauma perineal en el parto y a evitar algunas molestias que se producen tras el expulsivo.

AUTORAS

Leyre Nagore González: Enfermera especialista en obstetricia-ginecología (Matrona).

Lucía Monzón Muñoz: Enfermera especialista en obstetricia-ginecología (Matrona).

Nieves Pina Fuertes: Enfermera especialista en obstetricia-ginecología (Matrona).

Patricia Marcos De Marco: Enfermera especialista en obstetricia-ginecología (Matrona).

Yaiza Nagore González: Graduada en Enfermería.

Ya en el año 2007, la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) publicó un consenso para la iniciativa del parto normal donde se recogía que el masaje perineal durante el embarazo resultaba efectivo para disminuir el trauma perineal y el índice de episiotomías.

Resulta muy interesante abordar este tema dado que entorno al 85 % de las mujeres con parto vaginal van a presentar algún modo de trauma perineal, y algunas de las complicaciones que se pueden derivar de éste son: dispareunia, dolor perineal persistente, incontinencia urinaria y/o fecal. Es por ello que el mantener un periné integro tras el expulsivo es un objetivo principal para los profesionales que asisten el parto vaginal.

En este artículo se ha hecho una revisión de buena parte de la literatura científica, utilizando como bases de datos principalmente Medline plus, Cochrane plus, Scielo y PubMed.

PALABRAS CLAVE

-Masaje, periné, desgarros, episiotomía, embarazo, parto.

¿QUÉ ES EL TRAUMA PERINEAL?

El trauma perineal es una de las complicaciones más frecuentes en el periodo expulsivo del parto, bien como desgarro perineal o como episiotomía. Atendiendo a las estructuras afectadas por dicho trauma, se clasifica como de primer grado (si incluye la horquilla posterior, la piel perineal y la membrana mucosa vaginal), de segundo grado (si incluye la fascia y el músculo del cuerpo perineal), de tercer grado (si incluye el esfínter anal) y de cuarto grado (si está afectada la mucosa rectal).

Además, existen unos factores que se asocian a un mayor riesgo de trauma perineal, entre los que se encuentran:

– Paridad (mujer primípara)

– Partos instrumentados (más nocivo el fórceps que la ventosa)

– Posición materna durante el expulsivo y tipo de pujo (siendo el índice de perineos intactos mayor entre la posición en decúbito lateral frente al decúbito supino).

– Tiempo de expulsivo.

– Analgesia epidural.

– Macrosomía.

– Factor colágeno: gestantes con déficit de calidad de tejido conjuntivo genéticamente.

– Uso sistemático de episiotomía.

– Etnia (mayor riesgo en mujeres asiáticas seguidas de caucasianas y por último afroamericanas).

Hay que tener en cuenta también que entre las tasas de traumatismo perineales informadas existen variaciones por la inconsistencia en las definiciones y en las prácticas de notificación.

El trauma perineal puede estar asociado con morbilidad significativa tanto a corto plazo (dolor perineal los primeros días tras el parto) como a largo plazo (el 60% de las mujeres refiere dispareunia a los 3 meses postparto, un 30% a los 6 meses y un 15% hasta 3 años tras el parto).

Tras realizar la revisión bibliográfica, se ha constatado que el masaje perineal incrementa la elasticidad del periné y ayuda a evitar y/o minimizar la incidencia de trauma durante el parto, razón por la que vamos a pasar a centrarnos en esta técnica y sus posibles efectos.

¿EN QUÉ CONSISTE LA TÉCNICA DEL MASAJE PERINEAL ANTENATAL?

Lo primero, antes de comenzar con la técnica, es realizar un buen lavado de manos y comprobar que las uñas están cortas. A continuación, vaciar la vejiga de orina antes del masaje y si se quiere se pueden aplicar compresas templadas en el periné para relajar los tejidos.

La gestante adoptará una posición cómoda y si es un automasaje utilizará ambos dedos pulgares, mientras que si es la pareja la que lo realizará será con los dedos índice y/o corazón de ambas manos.

La técnica consiste en introducir los dedos en la vagina (habiéndolos lubricado) como unos 3-4 cm, y presionando hacia abajo y hacia los lados de la vagina realizar un movimiento de balanceo firme y delicado (sin presionar la apertura de la uretra) estirando la zona hasta que se sienta una sensación de quemazón (no dolor); a continuación deslizar el dedo desde el fondo de la vagina hacia afuera y viceversa manteniendo una ligera presión durante dos minutos; colocar los dedos en la entrada de la vagina y realizar una presión hacia abajo durante dos minutos o hasta que molesta; y por último efectuar un movimiento de vaivén cogiendo esta zona entre el dedo pulgar y los opuestos (como una pinza) de un lado a otro durante tres minutos. Al principio puede resultar una técnica algo molesta o incluso difícil de ejecutar.

Estos ejercicios se realizarán a partir de la semana 34-35 de gestación con una frecuencia de 3 veces por semana durante 10 minutos y con un mínimo de 3 semanas de realización.

Estaría contraindicado la realización de masaje perineal en aquellas gestantes que presenten infecciones vaginales de repetición o activas, lesiones vaginales, placenta previa, amenaza de parto prematuro, rotura prematura de membranas, cáncer en área genital, alteraciones de la sensibilidad o que tengan cesárea programada.

BENEFICIOS DEL MASAJE PERINEAL ANTENATAL

El masaje perineal antenatal ayuda a tener un suelo pélvico elástico lo que aporta beneficios como un colaborar al funcionamiento normal de los músculos así como evitar el dolor que se puede producir durante el embarazo debido a la tensión muscular o rigidez de esta zona.

De cara al parto, el masaje perineal durante la gestación aumenta la flexibilidad de dichos tejidos y disminuye la resistencia muscular con lo que el periné puede extenderse con mayor facilidad en el momento del expulsivo, disminuyendo en consecuencia la incidencia de trauma perineal. Sin embargo, si el masaje se realiza durante el expulsivo no hay evidencia de beneficio, pero tampoco de perjuicio.

RESULTADOS DE ESTUDIOS

Respecto al masaje perineal durante el embarazo se han hayado múltiples estudios que concluyen que puede reducir la incidencia de trauma perineal y de dolor perineal en el postparto de manera significativa. De entre ellos cabría destacar 4 revisiones (publicadas durante el año 2006) sobre la aplicación del masaje perineal antenatal: contemporany OB/GYN Jun, Clinical Advisor Maym, Birrth Jun y the Cochrane library.

Todas concluyeron que el masaje perineal aplicado durante las cuatro o cinco últimas semanas de gestación daba lugar a una reducción de la probabilidad de trauma perineal (incluida la episiotomía) de hasta un 15% en los partos vaginales; encontrándose mayor beneficio en mujeres que no tenían un parto vaginal previo; y que esta práctica es generalmente bien aceptada por las gestantes.

Si nos centramos en los resultados de la revisión sistemática publicada en The Cochrane Database of Systematic Reviews en la que se incluyeron tres ensayos clínicos de alta calidad metodológica con una muestra de 2434 mujeres; las principales conclusiones de la revisión fueron que el masaje perineal antenatal se asoció con una reducción general en la incidencia del trauma perineal que requiere sutura (siendo esta reducción estadísticamente significativa solo para las mujeres sin un parto vaginal anterior), además las mujeres que realizaron un masaje perineal tuvieron menor probabilidad de requerir una episiotomía (siendo de nuevo estadísticamente significativa la diferencia en el caso de las mujeres sin un parto vaginal previa), aunque no se observaron diferencias significativas en la incidencia de desgarros perineales de primer o segundo grado o de traumatismo perineal de tercer o cuarto grado.

En lo referente a la incidencia de dolor a los tres meses postparto, fueron sin embargo las mujeres que habían tenido un parto vaginal anterior quienes manifestaron una reducción estadísticamente significativa de su incidencia.

Por último, en relación con la incidencia de partos instrumentales, la satisfacción sexual, o la incontinencia urinaria/fecal no se observaron diferencias significativas entre las mujeres que realizaron masaje perineal frente a las que no.

Como dato curioso, destacar que mientras que la aplicación de la técnica hasta 1,5 veces por semana demostró una reducción del 16%; si se aumenta su frecuencia de 1,5 a 3,4 veces por semana la reducción descendió al 8% y su aplicación más de 3,5 veces por semana no demostró resultados satisfactorios significativos.

CONCLUSIONES

La técnica de masaje perineal debería ser enseñado por la matrona a las gestantes dados los potenciales beneficios que ofrece, ayudando así a que las mujeres lleguen al parto con un periné mejor preparado para la gran distensión a la que va a ser sometido durante el periodo de expulsivo.

Respecto al tipo de lubricante para realizar el masaje perineal, no existe evidencia de ninguno que obtenga mejores resultados frente a otro; si bien es cierto que el aceite de rosa de mosqueta cada vez es más conocido por sus propiedades, aún hay poca evidencia de su uso en este masaje.

Es importante tener en cuenta que el masaje es un instrumento más para evitar el trauma perineal pero que también son necesarias otras medidas como: la correcta valoración del periné, realizar pujos fisiológicos, aumentar los tiempos de espera, o el cambio de posición (frente a la tradicional de litotomía) durante el periodo de expulsivo en el parto.

Finalmente, puntualizar que en esta búsqueda bibliográfica la mayoría de los artículos encontrados han sido revisiones bibliográficas, por lo que se hace necesario continuar abriendo líneas de investigación en esta dirección.

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