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Manejo de la hemorragia aguda

Manejo de la hemorragia aguda

La hemorragia es la fuga de sangre fuera de su camino normal dentro del sistema cardiovascular provocada por la ruptura de vasos sanguíneos como venas, arterias y capilares. Es una situación que provoca una pérdida peligrosa de sangre y puede ser interna o externa.

AUTORES:

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Master Oficial en Cuidados Críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

Amparo Camacho Reyes. DUE. Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz de Madrid.

María del Rocío Ruiz Calzado. DUE. Hospital Reina Sofía.

PALABRAS CLAVE: Enfermería, shock, hemorragia, manejo y cuidados, shock hipovolémico.

RESUMEN:

Cuando el sangrado es importante e implica una pérdida de volumen de sangre que se aproxima al 40%, suele ocurrir un shock hipovolémico.

La gravedad de una hemorragia depende de:

  • La velocidad con que se pierde la sangre.
  • El volumen de sangre perdido.
  • Edad de la persona.
  • Enfermedades que padezca el individuo

DESARROLLO:

Entendemos por definición de shock aquel estado circulatorio en el que la insuficiente perfusión de los tejidos conduce a la disfunción progresiva de los órganos y producir un daño orgánico irreversible.

Las principales causas son las siguientes:

  • Sangrado de las heridas.
  • Sangrado de otras lesiones.
  • Sangrado interno (como en el caso de una hemorragia gastrointestinal).
  • la cantidad de sangre circulante en el cuerpo puede disminuir cuando se pierde demasiada cantidad de otros líquidos corporales, lo cual puede suceder con: quemaduras, diarrea, transpiración excesiva, vómitos…

Los signos y síntomas del shock son:

  • Deterioro progresivo de un estado normal a agitado, letárgico y comatoso (baja perfusión cerebral e hipoxia).
  • Baja presión arterial debido a escaso volumen sanguíneo circulante, taquipnea y taquicardia.
  • Piel fría por vasoconstricción, por insuficiente perfusión y palidez cutánea.
  • Pulsos disminuidos o ausentes, defectos del relleno capilar.
  • Respiraciones rápidas por estimulación del sistema nervioso simpático y acidosis.
  • Hipotermia
  • Disminución de diuresis.
  • Disminución del pH, déficit de base normal, elevación de la osmolaridad.

Las generalidades principales en el tratamiento del shock hipovolémico son:

  • Trabajo en equipo, coordinado, rápido y multidisciplinar.
  • Abordaje terapéutico:
    • Reconocimiento precoz.
    • Resucitación inicial y prevención del sangrado adicional.
    • Normalizar y mantener volemia.
    • Restaurar la homeostasis.
    • Manejo de la hemorragia y coagulopatías.
  • Diagnóstico y control precoz de la hemorragia.
  • Fármacos en el shock.

El tratamiento médico inicial para el choque hipovolémico debe tener como finalidad el arreglo de tres áreas principales: maximizar el suministro de oxígeno, el control de la pérdida de sangre y la restitución con líquidos.

El manejo de la volemia se debe corregir según qué tipo de pérdida:

  • Hipovolemia por hemorragia: administración intravenosa de sangre total, eritrocitos o productos de la sangre. Se requieren soluciones tipo Ringer Lactato o suero salino fisiológico (SSF).
  • Hipovolemia por pérdida de líquidos: restitución con coloides y fracción de proteínas plasmáticas. También se usan Ringer Lactato y suero salino fisiológico (SSF).

Además, se requiere hacer un manejo de la hipoxemia que suele requerir la administración de oxigeno ya que el paciente necesita una concentración adecuada de hemoglobina para transportar el oxígeno de manera eficaz.

Tratamiento del Shock Hipovolémico:

  • Asegurar una correcta función respiratoria, mantener la permeabilidad de la vía aérea y una ventilación y oxigenación.
  • Mantener al paciente caliente.
  • Indicación de ventilación mecánica si no se mantiene la vía aérea permeable. La ventilación mecánica precoz, sedación y relajación disminuyen el consumo muscular de O2 permitiendo que gran parte del flujo sanguíneo se derive hacia órganos vitales.
  • Establecer un acceso venoso para la administración de fluidos y fármacos. de grueso calibre (14G-16G) colocados en una vena periférica.
  • Restaurar el volumen circulante con:
    • Soluciones cristaloides.
    • Soluciones coloides.
    • Dextranos.
    • Gelatines.
    • Almidones.
  • Iniciar fármacos vasoactivos como:
  • Colocación de una vía venosa central para el uso de fármacos vasoactivos.
  • Cateterización de una vía arterial para el manejo de la presión arterial.
  • Antibioterapia precoz.
  • Sonda vesical para el control de la diuresis.
  • Petición de pruebas varias como:
    • Analítica completa.
    • Reserva de sangre.
    • Scanner.
    • Ecografías.
    • Radiografías.
  • Uso de técnicas de reemplazo renal en caso de insuficiencia renal aguda.

CONCLUSIONES.

El shock hipovolémico es una de las patologías más urgentes que nos podemos encontrar en los servicios de urgencias y de medicina intensiva de los hospitales, además de en la atención extrahospitalaria.

La coordinación del equipo médico y de Enfermería debe centrarse en el manejo precoz de los signos y síntomas del shock.

El tratamiento oportuno de la causa reducirá el riesgo de desarrollo de la forma grave de shock y la administración de los primeros auxilios en forma oportuna puede ayudar a controlarlo.

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