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¿Mejora el ejercicio físico el deterioro cognitivo en las demencias?

¿Mejora el ejercicio físico el deterioro cognitivo en las demencias?

Un problema de la Salud pública es el deterioro cognitivo de la población. El Alzheimer y las demás demencias aumentan su prevalencia significativamente, previéndose que en el año 2040 habrá 10 millones de personas en Europa con demencia, aumentándose en 2050 a 14 millones. Las estrategias de prevención son fundamentales a la hora de retrasar e incluso evitar el inicio de la fase clínica.

Mercedes Ruiz Sorroche *, María Victoria Martínez Miras*, Vanesa Ruiz Catalicio *

* Diplomado Universitario en Enfermería

Entidad: Distrito Poniente Almería

El presente estudio ha sido presentado en el VI Congreso Internacional de Deporte Inclusivo: Salud, Desarrollo y Bienestar Personal, desarrollado en la Universidad de Almería en los días 20-23 de Marzo de 2017.

PALABRAS CLAVE: ejercicio físico, demencias, Alzheimer.

RESUMEN:

Los estudios epidemiológicos nos demuestran que hay una relación muy positiva entre el funcionamiento cognitivo y el ejercicio físico.

Por esto nos planteamos valorar cómo funciona la realización de ejercicio físico en pacientes diagnosticados de Alzheimer y otras demencias en un centro de día de la Zona Básica de salud de Roquetas de Mar.

Para ello se realizó un estudio observacional en un centro de día. La muestra son 12 ancianos que frecuentan el centro de día, diagnosticados de Alzheimer o demencia leve. Se programan unas sesiones de ejercicio físico moderado adaptado a las patologías de los ancianos que participan en el estudio. Transcurridos 8 semanas de realizar estas sesiones se valora como ha influido la realización de las mismas.

Los resultados fueron favorables, pues se vio una mejora en todos los niveles.

El 91.6% (11 ancianos) mejoran considerablemente su funcionamiento cognitivo, estando más participativo en las actividades que propone el centro de día.

El 8,3% (1 anciano) no se ha notado cambio tras realizar las sesiones de ejercicio físico, este paciente presentaba un grado más avanzado de Demencia.

Nuestra conclusión final es que creemos que es muy recomendable la realización de Ejercicio Físico en pacientes con deterioro cognitivo leve o pacientes con riesgo de padecerlo, pues mejora su calidad de vida.

El ejercicio físico regular mejora el funcionamiento cognitivo, enlentece el deterioro cognitivo, favorece la formación de nuevas neuronas, y se atenúan en gran medida los problemas motores.

INTRODUCCIÓN:

Un problema de la Salud pública es el deterioro cognitivo de la población. El Alzheimer y las demás demencias aumentan su prevalencia significativamente, previéndose que en el año 2040 habrá 10 millones de personas en Europa con demencia, aumentándose en 2050 a 14 millones. Las estrategias de prevención son fundamentales a la hora de retrasar e incluso evitar el inicio de la fase clínica.

Los estudios epidemiológicos nos demuestran que hay una relación muy positiva entre el funcionamiento cognitivo y el ejercicio físico.

Definición demencia:

La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.

La demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención. El impacto de la demencia en los cuidadores, la familia y la sociedad puede ser de carácter físico, psicológico, social y económico.

  • Signos y síntomas
  • La demencia afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del impacto de la enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla. Los signos y síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas.

Etapa temprana: 

A menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas más comunes incluyen:

  • tendencia al olvido;
  • pérdida de la noción del tiempo
  • desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.

Etapa intermedia: a medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los signos y síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores. En esta etapa, las personas afectadas:

  • empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas;
  • se encuentran desubicadas en su propio hogar;
  • tienen cada vez más dificultades para comunicarse;
  • empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal;
  • sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las mismas preguntas.

Etapa tardía: en la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi totales. Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes. Los síntomas incluyen:

  • una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio;
  • dificultades para reconocer a familiares y amigos;
  • una necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal;
  • dificultades para caminar;
  • alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.

Formas más comunes

Las formas, o causas, de la demencia son múltiples y diversas. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa entre un 60% y un 70% de los casos. Otras formas frecuentes son la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy (agregados anormales de proteínas en el interior de las células nerviosas) y un grupo de enfermedades que pueden contribuir a la demencia frontotemporal (degeneración del lóbulo frontal del cerebro).

La Mini prueba del estado mental (también llamado Mini mental test en Inglés Mini-mental state examination (por sus siglas MMSE), es un método muy utilizado para detectar el deterioro cognitivo y vigilar su evolución en pacientes con alteraciones neurológicas, especialmente en ancianos. Su práctica toma únicamente entre 5 y 10 minutos, por lo que es ideal para aplicarse en forma repetida y rutinaria. Es un cuestionario de 30 preguntas agrupadas en 10 secciones donde las características esenciales que se evalúan son:

  • Orientación espacio temporal
  • Capacidad de atención, concentración y memoria
  • Capacidad de abstracción (cálculo)
  • Capacidad de lenguaje y percepción viso-espacial
  • Capacidad para seguir instrucciones básicas

Se recomienda aplicarla en un lugar propicio, confortable y libre de distractores o intrusiones; que se realice de forma individual y sin limitar el tiempo que el sujeto tarda en responder.

Interpretación: Valoradas las respuestas positivas a 1 punto, se interpreta de la siguiente manera:

  • Entre 30 y 27: Sin Deterioro.
  • Entre 26 y 25: Dudoso o Posible Deterioro.
  • Entre 24 y 10: Demencia Leve a Moderada.
  • Entre 9 y 6: Demencia Moderada a Severa. Menos de 6: Demencia Severa.

La escala FAST establece siguiendo este criterio funcional una clasificación de la demencia en siete fases:

  • Fase 1: adulto normal. No se aprecia deterioro funcional alguno.
  • Fase 2: adulto anciano normal. El paciente tiene conciencia personal de que ha sufrido algún tipo de declive funcional.
  • Fase 3: enfermedad de Alzheimer o demencia temprana. En situaciones de trabajo exigentes se presentan algunas deficiencias funcionales.
  • Fase 4: enfermedad de Alzheimer o demencia leve. El paciente necesita ayuda para realizar tareas complejas que antes llevaba a cabo con normalidad, como manejar la contabilidad, planear un viaje, etc.
  • Fase 5: enfermedad de Alzheimer o demencia moderada. La persona empieza a necesitar ayuda para realizar actividades básicas de la vida cotidiana, excepto asearse o comer.
  • Fase 6: enfermedad de Alzheimer o demencia moderadamente severa. No puede llevar a cabo el aseo personal de forma independiente, ni ir al baño solo y puede presentar por este motivo incontinencia urinaria y fecal.
  • Fase 7: enfermedad de Alzheimer o demencia severa. Se pierde la habilidad del habla, reduciéndose el vocabulario a unas pocas palabras. Asimismo, el paciente sufre una pérdida progresiva de su capacidad para caminar, sentarse o sonreír.

Conviene señalar que la escala de Reisberf también establece siete fases a partir del deterioro cognitivo que se va produciendo en el paciente, por lo que la aplicación simultánea de ambas escalas puede determinar una clasificación más precisa de la demencia o la Enfermedad de Alzheimer.

OBJETIVOS

Valorar cómo funciona la realización de ejercicio físico en pacientes diagnosticados de Alzheimer y otras demencias en un centro de día de la Zona Básica de salud de Roquetas de Mar.

METODOLOGÍA:

Estudio observacional en un centro de día. La muestra son 12 ancianos que frecuentan el centro de día, diagnosticados de Alzheimer o demencia leve. Para partir se realizó el test mini mental test a los doce ancianos seleccionados para poder comparar los resultados antes de iniciar nuestro estudio, con los resultados que obtuvimos en el mismo test pero una vez finalizado el estudio.

Los resultados obtenidos en este primer test fueron los siguientes:

De la muestra estudiada, 10 pacientes obtuvieron puntuación entre 24 – 10 calificándose una demencia de leve a moderada:

– 2 pacientes puntuación de 24

– 2 pacientes puntuación de 20

– 4 pacientes puntuación de 18

– 2 pacientes puntuación de 16

Dos pacientes obtuvieron una puntuación de 9 calificándose una demencia moderada

Se programan unas sesiones de ejercicio físico moderado adaptado a las patologías de los ancianos que participan en el estudio. Transcurridos 8 semanas de realizar estas sesiones se valora como ha influido la realización de las mismas.

RESULTADOS:

Los resultados fueron positivos pues el 83,3% mejoraron los resultados del Test que se les pasó. Con los siguientes resultados:

– 2 pacientes puntuación de 24 ———— mejorado 2 puntos

– 2 pacientes puntuación de 20 ———— mejoran 3 puntos

– 4 pacientes puntuación de 18 ———— mejoran 2 puntos

– 2 pacientes puntuación de 16 ———— mejoran 2 puntos

Por lo que las demencias pueden mejorar mucho con la actividad física regular, pues mejoran su valoración cognitiva en varios puntos, incluso algunos cambiando de tipo de demencia, de moderada a dudoso/posible deterioro.

El 83.3% (1 ancianos) mejoran considerablemente su funcionamiento cognitivo, estando más participativo en las actividades que propone el centro de día.

El 16,7% (2 ancianos) no se ha notado cambio tras realizar las sesiones de ejercicio físico, presentando la misma valoración antes y después del mini mental test, este paciente presentaba un grado más avanzado de Demencia.

CONCLUSIONES:

Es muy recomendable la realización de Ejercicio Físico en pacientes con deterioro cognitivo leve o pacientes con riesgo de padecerlo, pues mejora su calidad de vida.

El ejercicio físico regular mejora el funcionamiento cognitivo, enlentece el deterioro cognitivo, favorece la formación de nuevas neuronas, y se atenúan en gran medida los problemas motores.

Anexo

Anexo – Mejora el ejercicio físico el deterioro cognitivo en las demencias

Anexo – Mejora el ejercicio físico el deterioro cognitivo en las demencias

BIBLIOGRAFÍA:

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